Obligado es que vaya por delante la aclaración de que este viejo Dacio Gil no pretende en modo alguno hacer un ejercicio de erudición. Antes al contrario, únicamente pretende incitar a recuperar la funesta manía de pensar aunque ello nos merme cierta cuota de felicidad. La incitación en el presente post estaba en los ciudadanos conformes fuertemente vigilados y en el diluvio de per-suasiones y di-suasiones que a diario nos cala hasta los huesos. Además incitaba a considerar los clichés y estereotipos, en suma los “corses” con los que nos movemos. La frase del filósofo a descubrir era también un elemento a la recapacitación.
Como fiel seguidor de este blog desde el inicio, Gruten ha vuelto a dar en el clavo identificando al autor e incorporando un buen florilegio de atinados aforismos como el que dice “La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.”. Gruten ha sabido desliar el ovillo desde el primer post del usufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia que se titulaba Aurora. Y Aurora es un conjunto de cinco libros de nuestro filósofo en el que vierte consideraciones sobre la moral, la filosofía, el arte y la propia vida. Con ese dato enriquecido por los abundantes conocimientos, Gruten (que se presenta siempre bajo veste de una humildad que no se compadece con su acervo de conocimientos) ha llegado atinadamente a descifrar que el autor es Friedrich Wilhelm Nietzsche, aquel filósofo que atronó con “Yo soy dinamita. Contra todo lo creído, exigido, santificado…”
De Nietzsche se destaca que fue el fortalecedor del nihilismo; que sirvió de sustrato para el nazismo; que vertebró una teoría trágico-vitalista; que secundó a Shopenhauer en su pesimismo; que fue un fatalista sobre el futuro; que representó cierto cinismo; que era un hombre de constante salud quebradiza; que le atormentó su amor por Lou Andreas Salomé; y que fue un filósofo que tras abrazarse desconsolado en plena vía pública a un caballo que estaba siendo maltratado por su dueño, terminó demenciado comiéndose sus propios excrementos. Todos tópicos, pues si bien algunos son verídicos otros como ser sustentador del nazismo han quedado absolutamente refutados por recientes investigaciones: ni los mandamases nazis leyeron nunca a Nietzsche, ni éste escribió nunca nada sobre la raza aria (al contrario, sintió siempre gran respeto por los judíos ni conjeturó ni animó el advenimiento del totalitarismo político. En medio de esos clichés la frase que el año nuevo de 1882 escribió en Sils, mientras se restablecía de un empeoramiento en su enfermedad a la orilla del lago, como inicio del cuarto libro de “la gaya ciencia” (o “el gay saber” para que no haya susceptibilidades de género) desconcierta por su arrebatador optimismo y asertividad.
Hace unos años sólo los muy leídos como Gruten o los seguidores del filósofo sajón y los especialistas o académicos hubieran detectado la identidad del autor. Sin embargo hay un elemento que permite identificarlo, la utilización del modismo latino “Amor Fati” (más o menos, amor al destino). Con el advenimiento de internet las cosas se han facilitado mucho. Umberto Eco en un artículo de 2006 (http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=775943) advertía de los peligros de Wikipedia; reparos que ha mantenido recientemente en 2008(http://www.elpais.com/articulo/portada/sienta/totalmente/feliz/cretino/elpepusoceps/20080330elpepspor_8/Tes), pero hace bien poco en una entrevista en El País (http://www.elpais.com/articulo/portada/Umberto/Eco/Desgraciadamente/futuro/Europa/sera/Italia/elpepusoceps/20100425elpepspor_8/Tes) ha dicho, entre otras muy jugosas cuestiones, textualmente lo siguiente: “yo soy muy crítico con Wikipedia, porque contiene noticias falsas. Las hay también sobre mí, falsas y no falsas, pero utilizo Wikipedia, porque si no, no podría trabajar. Mientras escribo, por ejemplo, Tirso de Molina y no me acuerdo de cuándo nació, voy a Wikipedia y lo miro, en cambio antes tenía que coger la enciclopedia y tardaba media hora. Antes los apocalípticos no usaban estas cosas: escribían a mano con la pluma de ganso.” Eso es precisamente lo que este viejo Dacio Gil quiere destacar. Que Wikipedia coadyuva enormemente a disponer de una información complementaria. Que un uso prudente de ese instrumento enciclopédico espontáneo facilita mucho las cosas. Por ejemplo, en el caso presente, solo indicando “Amor Fati” nos facilita el significado, el autor y pone a nuestra disposición una de las muy horrorosas traducciones (es atinado aquí el “traduttore traditore!”) disponibles de Nietzsche, que confunde más que aclara, aunque es una de las existentes en español.
Salvo que se disponga del acervo demostrado por Gruten, que además aporta un granado florilegio de brillantes aforismos del autor (como la atinadamente complementaria: “Mi fórmula para expresar la grandeza del hombre es no querer que nada sea distinto, ni en el pasado, ni en el futuro. No sólo soportar lo necesario sino amarlo."), Wikipedia facilita mucho las cosas. Debe de ser reconocido así, como hace el sabio semiólogo de Alessandría.
Gruten una vez más enriquece este post y demuestra su acervo cultural. En otros casos, seamos claros, Wikipedia nos facilita una primera etapa de identificación y conocimiento. Y eso debe de ser saludado con justeza
La frase de 1882 es a juicio de este Gil muy apropiada a los tiempos que corren. Nietzsche nos puede ayudar como brújula para el futuro. En esa línea se manifiesta el provocador y nietzscheano Peter Sloterdijk, sobre el que nos tendremos que detener próximamente con cierto detalle.
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