miércoles, 23 de noviembre de 2011

¡DEJAD PASO AL REY!

Giovanni Papini, un escritor de grandes giros vitales pero de magnífica escritura fruto de sus lecturas universales y su compromiso personal con los libros y las bibliotecas, describe como nadie la figura del Rey apaleado en su libro Historia de Cristo, y en especial en el capítulo El Rey coronado. El viejo Dacio Gil debe de reconocer que quedó de inmediato seducido e impactado por la escritura de Papini cuando leyó el libro Un hombre acabado, un prodigio de duro escepticismo que se confirmó en Gog y El libro negro. El lector empedernido de las gafas redondas de cristales de culo de vaso pegó un giro radical a su vida al convertirse en un católico confeso. El veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia descubrió a su vez en el escritor florentino su realista descripción de la justicia humana en su libro inacabado e inacabable titulado Juicio Universal, pero ya en El Rey coronado hay una magnífica alegoría de los meandros de la justicia humana en las figuras de Caifás y Pilato y en especial en aquél gráfico pasaje que pone a la justicia en su justo sitio y, de paso, nos recuerda todos los juicios a políticos en la reciente democracia hispana:

Pilato se rinde. Si no cede, teme suscitar un tumulto que puede prender en toda la Judea. Su conciencia le parece tranquila; cree haber probado todos los caminos para librar a ese hombre que no quiere librarse.
Ha intentado salvarlo remitiendo el juicio a los mismos sanedritas, que no pueden condenar a muerte; ha intentado salvarlo mandándoselo a Herodes; ha intentado salvarlo afirmando que no ha hallado en él culpa alguna; ha intentado salvarlo ofreciendo soltarlo en vez de Bar Rabban; ha intentado salvarlo mandándolo azotar, con la esperanza de que aquel ignominioso castigo bastase a calmar los ánimos; ha intentado salvarlo queriendo suscitar un movimiento de compasión en aquellos corazones endurecidos. Pero todos sus intentos han fallado y él no quiere que por aquel hombre se levante toda una provincia. Y mucho menos que, por causa de él, le acusen ante Tiberio y sea destituido.
Pilato se cree inocente de la sangre de este inocente. Y para que todos tengan una idea visible y memorable de tal inocencia, manda traer una palangana, con agua y se lava las manos a la vista de todos, diciendo:
— Yo soy inocente de la sangre de este justo: ¡allá vosotros!
Y todo el pueblo replicó:
— Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Entonces ordenó que se soltase a Bar Rabban y entregó al Justo a los soldados para que lo crucificasen.

Pero a lo que iba, que el viejo Dacio Gil se pierde en batallitas que a nadie interesan. La mejor imagen de la vacuidad y evanescencia de las instituciones políticas siempre se ha encontrado en la alegoría de Don Juan Manuel en El Conde Lucanor y en la fábula el Rey desnudo de Andersen. Papini habla del apaleado Rey de los Judíos en el capítulo del que se han trascrito los párrafos anteriores para evocar la tradición escapista de la justicia humana.

A los humanos nos aterra el horror vacui, ver a nuestro Rey desnudo o magullado. Nos transporta al vértigo del vacío institucional y político. No queremos ver que estamos prisioneros junto a nuestro carcelero, por eso bloqueamos en nuestra mente la idea de que ni el carcelero ni nosotros queremos abrir las compuertas para respirar el aire de la libertad.

Es por eso que cuando hemos tenido noticia del “pequeño accidente doméstico” del Rey y hemos visto su imagen de boxeador noqueado hemos pensado enseguida en una riña matrimonial al uso. Que si miras demasiado a las mujeres…que si no me haces caso…que si no tienes detalles conmigo... Lo propio de los matrimonios al uso. Los más iniciados habrán pensado que las magulladuras eran debidas a una discusión de las muchas que se dan en las familias en épocas de crisis sobre las actividades del yerno y de la hija que, al paso que parece que van, podrían terminar llevándose las joyas de la bisabuela custodiadas en la caja fuerte del palacio. Lo que pasa en todas las familias. Codicia, drogas, infidelidades… Riñas, cachetes, empujones...

Pero al ver al Rey en el salón de actos de CSIC con apariencia de prorrogado policía secreta pendenciero calzando esas negras gafas de sol, al viejo Dacio Gil le recorrió un gélido escalofrío. ¿Acaso tendrían algo que ver las magulladuras con el desfalco de los fondos europeos del CSIC? Imposible: la falsación y el fraude científico son otra cosa. Las Agencias desviadas y fallidas también son otra cosa. La institución “científica” fallida especializada en el drenaje de fondos de toda procedencia nada tiene que ver con el tema del Rey y con su yerno, por más que la familia real haya picado el anzuelo de la innovación en demasiadas inauguraciones y entrega de premios en el salón de actos diseñado por Fisac. La coincidencia debía deberse a la casualidad aleatoria de los accidentes con las agendas y los protocolos.

El Rey en la concepción popular nunca se desnuda ni se ve obligado a hacer sus necesidades fisiológicas. Si acaso le fallase la próstata o la vejiga seguro que meará agua de Colonia como los jugadores de Florentino (también “Reales” y ahora también magullados y con aspecto de pendencieros bajo la dirección de Mou Mou).

Al viejo Dacio Gil le ha aliviado saber de buena fuente que el “pequeño accidente doméstico” había sido provocado por un escolta oficioso acaso nervioso por el próximo cambio de gobierno que revolucionará las RPTs policiales. Por lo que se sabe, el oficioso se descoordinó a la hora de abrir la puerta para dejar el camino libre al Rey. La ley de Murphy.

Con estos recurrentes incidentes reales, lo mejor será proclamar la Glásnost en Palacio y hacer desaparecer puertas, escaleras y ventanas. Todo diáfano para que los súbditos podamos ver si los múltiples miembros de la familia real se desnudan y desvisten como el resto de los mortales o, por contra, llevan siempre el mismo paño en todas sus actividades, posturas y actos. En caso contrario habría que crear un cuerpo de empleados públicos, a modo de los antiguos veedores y voceros, encargados de gritar el “¡Dejad pasar al rey!”

El también viejo Horacio Guarany ya lo plasmó en aquel largo recitativo musicado titulado El dueño de la vida. En tiempos en lo que los dueños de la vida aún no eran los bancos y sus tecnócratas de cámara.:

Ahí va, dejadle paso,
dejadle paso al rey, dadle paso al amo,
dejadle paso al señor.
Ahí va, ahí va mi rey:viva el rey,
viva mi señor, viva mi dueño.
Él es el dueño de mi camisa,
él es el amo de mis zapatos,
él es el dueño de mi casa, de mis alimentos.
De mis remedios, de la luz,
de la guitarra,de las sillas,
de los trajes, de los cigarros,
de los sembrados, de la escalera, de la esperanza.
Él, el hacedor, y él, el todopoderoso,
él que construye, el gran creador.
El dueño de la vida, de la gran fiesta de la vida.
Miradlo, miradlo qué hermoso va,
que lo miren los niños, que vengan todos los niños y lo aplaudan.
Que agitan sus pañuelos los niños,
que lo besen, que lo besen los hombres.
Ah, tú inclínate, descúbrete ante el rey.
Descúbrete y bésale las manos al rey.
Salúdalo y míralo, míralo qué hermoso va,
con la espalda encorvada, con el riñón dolido,
con las manos callosas, humillado, trampeado,
mil veces mentido, mil veces engañado,
escupido, maltratado, mil veces robado,
mil veces sabes!... mil veces...!
Pero, qué lindo va!
Lleva la frente limpia;
lleva un pan grandote en la conciencia.
Un pan que lo reparte entre su gente,
junto a la humilde mesa de los pobres.
Ahí va, ahí, respetadlo;
va arrastrando los pies, va muy cansado.
Se ve muy solo, viene muy triste.
Qué limpio es, qué limpio es mi rey,
y cuánto hace y cuánto construye.
¡Qué sería la vida sin él!
Lo veo pasar por mi ventana,
y el corazón se escapa de mis manos;
Mi corazón le besa los pies y le agradece,
por todo lo que hace.
Él no tiene galones, él no tiene títulos,
no tiene ni un escudo, ni diplomas.
No tiene nada, sabes, no tiene nada,
y sin embargo da todo.
Él que no tiene nada, lo da todo.
Y cuando se cansa,
y cuando se cansa de aguantar y de esperar,
cuando se cansa de dar,
cuando se cansa de oír llorar a sus hijos,
de oír quejarse a su madre, de oír llorar a su esposa.
Cuando se cansa de darlo todo y no da más,
porque no puede más.
Cuando se enoja, entonces le pegan,
entonces lo encarcelan ,entonces lo lastiman,
entonces no le pagan.
Entonces lo maldicen, lo maldicen,no le pagan,
si le pegan.
Los mismos que él dirige, los mismos que él alimenta,
los mismos que a su costilla viven la gran vida;
que él construye todos los días,
sin quejarse, todos los días.
Por eso hermano perdóname,
perdóname, pero míralo; ahí va,ahí pasa,
aplaude, grita, grita conmigo:dejad pasar al rey, dejad pasar al amo,
dejad pasar al señor.
Ahí va el rey de los hombres,
ahí va el dueño de la fiesta,
de la gran fiesta de la vida,
ahí va,
ahí va, el "OBRERO".
Mi señor, mi rey, mi dueño,
el dueño de la vida.

Parece claro: Hay que dejar paso al Rey (ora monárquico, ora republicano).
Pero con cuidado, extremando los cuidados. Para evitar así pequeños accidentes domésticos.
Los pequeños accidentes domésticos enseñan el camino hacia el vacío.

sábado, 19 de noviembre de 2011

LIMBO ELECTORAL.

La sedicente “jornada de reflexión” en una campaña electoral que bombardea desde cualquier altura, ángulo y tiempo (incluido el día previo a las votaciones), es otra de las perlas cínicas que contiene la LOREG del siglo XIX para ser aplicada en el siglo XXI. Otra desconsideración de los legisladores con la ciudadanía. En un mundo en el que no interesa la reflexión, en el que se persigue por todos los poderes que nadie piense por sí mismo, ¿ de qué sirve esta jornada? Sin ir más lejos, todos los diarios de tirada nacional "respetan" hoy la supuesta jornada de reflexión ¡solicitando explícitamente en sus editoriales el voto al partido de su cuerda y filiación económica y demonizando la abstención! Ese cinismo de corte franquista sólo puede producir asco a la gente de bien que acostumbre a pensar.
La jornada de reflexión es como El Limbo en el argumentario teológico de la Iglesia Católica… El Limbo ya no existe, lo suprimieron.

El viejo Dacio Gil ya colgó en esta Tribuna Alta Preferencia un post el 20 de mayo sobre esta cuestión aún candente. El viejo Dacio Gil tiene ya hechas para sí algunas reflexiones sobre la democracia. Son vagas, pero Agustín García Calvo dejó escrita una joya que es aplicable a estas democracias de todo pelaje en las que, por encima de la voluntad del votante, imponen su criterio los bancos y las tecnocracias económicas (que hunden sus pezuñas en los principios burocráticos del siglo XIX).

No vote! ni deje de votar. Hay cosas que hacer del gran AGUSTÍN GARCÍA CALVO. El articulista de EL PAIS 24/05/1993 afirmaba que hace falta inventar maneras más eficaces de decirle "no" a esta periódica farsa y estafa milmillonaria de las elecciones. Porque se trata de no votar pero con la abstención no basta y es necesario ir buscando otras formas.

Si todavía se cree usted que en unas elecciones democráticas se está jugando algo que le importe al público para nada, entonces este anuncio no vale para usted. Ande y vote. Si, después de tantos años (y siglos) de Democracia, cree V. todavía que el cambio de las caras y nombres de los figurones de turno va a tocar al Sistema en algo que no sea cambiar para seguir igual, si piensa V. que alguno de ellos puede hacer otra cosa que lo que está mandado, o sea, en definitiva, servir al Desarrollo, o sea al Capital, que es lo mismo que el Estado, si piensa que alguno de ellos va a poder, por ejemplo, mover un dedo contra la Banca o contra el Automóvil o contra la Televisión, en ese caso, deje V. de leer este anuncio, y pase al grueso de las hojas de este mismo Rotativo, que le ofrecerán abundantemente las declaraciones de Fulano o de Mengano y las diatribas de Zutano con Perengano, y las correcciones de las listas electorales y cómo anda la temperatura de los sondeos o pronósticos de las Agencias autorizadas.

En fin, si sigue V. dispuesto a aguantar el gasto milmillonario de dinero, de pinos papeleros y de horas preciosas que le va a costar a V. la fiesta de las Elecciones, y lo recibe con la misma paciencia y naturalidad que los caprichos de los vientos y las lluvias, entonces es que no nos entendemos y que no era con V. con quien estábamos hablando.

Pero, si no tiene V. tanta fe y tanta paciencia, si sospecha V. que en el Desarrollo se cumple (y mejor que nunca) lo que ya su abuelo le decía de que, con otros collares, los mismos perros, puede que sea momento de que atienda V. a las razones que en esta Agencia le ofrecemos, y que discurra con nosotros a ver qué es lo que podemos hacer ante esta avalancha la gente de sentido común que quede por acá abajo.

Farsa periódica
No votar, por supuesto. Pero las cosas han llegado a tal estremo, el Desarrollo se ha desarrollado tanto, que ese NO de "no votar" se ha quedado demasiado corto; que con la astención no basta (y hasta puede tranquilizarle baratamente la conciencia, y que crea V. que con astenerse ya está haciendo "algo positivo", o sea, en definitiva, votando a su manera), y que hace falta inventar maneras más eficaces de decirle NO a esta periódica farsa y estafa milmillonaria con que el Poder aburre y entretiene juntamente a su Masa de Personas.

La astención, mire usté, no puede ser un método suficiente, porque nunca puede llegar a ser tanta (digamos: menos de un 15% de votantes entre los censados, menos de un 5% de la población) que los dejara a Ellos, como se dice, en bragas, y denunciara por sí misma el engaño y que la gente se ha dado cuenta de que las Elecciones y Votaciones pertenecen íntegramente al Aparato del Poder y que a la gente no le sirven para nada (para nada más que para dejarse convertir en Masa de Personas).

Y a lo mejor se hace usted ilusiones al respecto, y sueña con esas tasas de astención del 80 y tantos % o del 90. Pero no se las haga usted: ese camino está cerrado. Cierto que nos cuentan que en Estados Unidos, donde no en vano llevan padeciendo el Régimen más tiempo, se han alcanzado en ocasiones tasas halagüeñas. como del 30 y pocos % de votantes; pero eso lo más que puede mostrarle es la potencia del engaño, y cómo el Estado (o sea, el Capital) puede llegar a arreglárselas con margen tan escaso para seguir como si nada, haciendo creer que Él representa al pueblo y que en las votaciones se espresa la voluntad del pueblo.

Pues no: a pesar del inestimable apoyo de los sencillamente perezosos (que es también una legítima manifestación del hastío y del escepticismo popular, y sin ellos poco íbamos a hacer los astencionistas a conciencia), con todo, la astención no puede llegar a ser tanta, por la propia ley de las Mayorías: así como, dentro de la votación, la Mayoría vota siempre lo que está mandado (y en esa seguridad se funda el Régimen Democrático), así también, antes de la votación, aquellas personas de la Masa que tengan que decidir si votar o si no votar, acabarán siempre, en su mayoría, yendo a votar, como está mandado y como es natural y conforme a las conciencias respectivas. Así que...

No: no puede V. quedarse tan tranquilo con no votar en estas Elecciones, con no participar positivamente con su voto en este tejemaneje y en el sempiterno recuento de la Mayoría, no: la istitución de las Elecciones y del Voto es demasiado importante y fundamental para el Dominio como para que nos podemos contentar con eso.

Hace falta encontrar maneras más ingeniosas y eficaces de decir NO a la Votación en bloque, NO al Sistema Democrático entero y en su pleno desarrollo, de hacer ver cómo la gente se vuelve de espaldas a esa fúnebre fiesta y se dedica en tanto (como si no retumbaran los bombos ni relampaguearan los mascarones) a seguir con sus inventos y tareas por acá abajo.

Y a buscar con nosotros esos métodos de decir NO es a lo que esta Agencia, modesta en sus contingentes, pero no en sus ambiciones, le está invitando por el presente anuncio.

Ya se irán encontrando. El camino se hace; precisamente por eso "no hay camino". Imagine lo que sentimos de los líderes y Sindicatos que proclaman por las paredes "Sin empleo no hay Futuro", haciéndoles el caldo gordo a los Productores de la Nada y Creadores de Puestos de Trabajo.

Pero el pueblo no tiene Futuro. Porque es que, a diferencia de Usted y de un servidor, el pueblo nunca muere. Por eso no tiene Futuro. Por eso tiene que irlo haciendo.

El viejo Dacio Gil ni quita ni pone tilde ni Rey. Esté Régimen caricaturesco sigue estando necesitado de ser contestado seriamente, para desalojar a tanto sicofanta y sinecurista. El tiempo viene haciendo todo esto categórico. Así, al menos, el viejo Dacio Gil sigue deleitándose con las innovaciones en el lenguaje utilizadas por el filósofo zamorano y reflexionando a su hilo para sí subido a la Tribuna Alta Preferencia de la que es mero usufructuario. Y pensar incomoda.

Tal como diría Slawomir Mrozek : En mi habitación la cama estaba aquí, el armario allá y en medio la mesa. Hasta que ... Ahora la cama está de nuevo aquí, el armario allá y la mesa en medio.

jueves, 17 de noviembre de 2011

BESOS EN LA INDUSTRIA DEL AMOR.

El viejo Dacio Gil entiende que la última campaña publicitaria de Benetton de los besos franceses (entre súbditos del Vaticano, Egipto, EEUU, Venezuela, Alemania, Francia, Israel y Palestina) si no es un completo acierto, sí, al menos, es inteligente al evocar el abrazo del oso y la dialéctica inmanente en el beso. Anda enfrascado el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia en la lectura minuciosa del libro de Coral Herrera (la construcción sociocultural del amor romántico) y no alberga duda alguna de que la publicidad es encuadrable dentro del listado de “industrias del amor” que encabezan la Iglesia Católica, las agencias de contactos y los hoteles para parejas y que cierran la banca, los abogados matrimonialistas y los psicólogos, terapeutas y mediadores. Las empresas de publicidad no aparecen en la relación de las páginas 112 y 113 pero basta echar una ojeada liviana y rápida a mensajes publicitarios recientes para comprobar el componente de amor que comportan (la línea aérea Iberia, sin ir más lejos). En el libro puede encontrarse una primera justificación a la aparentemente provocativa publicidad de Benetton : ”El consumismo es un estilo de vida impuesto simbólicamente para que el capitalismo funcione, y nuestras formas de vivir, basadas en el usar y tirar, también influyen en nuestros modelos amatorios, también breves y a menudo superficiales.”

La empresa italiana del vestido y los complementos suele utilizar campañas cortas pero de alta intensidad para atrapar la atención de los consumidores. Innova mediante la provocación. No gira todo sobre los signos sino sobre sus eventuales consecuencias, la amplia retroalimentación por el escándalo. Posiblemente no rebase la buena práctica publicitaria aunque se mueva en la frontera: una mentalidad moderna no puede escandalizarse por las sugerencias y evocaciones de la imagen manipulada de unos personajes públicos y globales. En esta caso sobra la conducción por medio de las palabras. Cada cual con su acervo imaginario internaliza los signos e interpreta el mensaje. Aquí no hay una sola dimensión: es la “cultura” de cada cual la que da significado al signo.

Una reciente publicidad de la empresa canadiense de contactos extramatrimoniales Ashley Madison, cuyo lema es La vida es corta. Ten una aventura y que se intitula líder mundial en aventuras discretas para gente casada o en pareja, para introducirse en España a través de internet empapeló determinadas calles de la capital con la imagen del Rey flanqueada por Clinton y el príncipe Carlos de Inglaterra y el texto ¿Qué tienen estas “realezas" en común? Deberían haber utilizado Ashley Madison. En este caso la publicidad sugería más que explicitaba: tres personajes públicos globalizados y un interrogante textual. La totalidad de la ciudadanía casi al completo interpretó a su modo –el más cabal- el mensaje. La asociación de publicistas, Autocontrol, se cuidó de que la publicidad se retirase de las calles. El efecto publicitario, corto pero intenso, estaba ya cursado. Según cuentan, la compañía canadiense tiene éxito entre los internautas españoles.

Al igual que la publicidad de la empresa canadiense abrió el debate sobre la infidelidad matrimonial, estas imágenes de la textil italiana han reactivado el sempiterno dilema que se empeña en desentrañar el viejo Dacio Gil: Quién manda en el beso. En el caso de las sugerencias de Benetton, ¿el Papa Benedicto XVI sobre el Imán de la mezquita de Al-Azhar en El Cairo? ¿Obama sobre Chávez? ¿Merkel sobre Sarkozy? ¿Netanyahu sobre Abbas? En principio pudiera parecer que sí, que mandan los primeros sobre los segundos, pero con una imagen estática no se puede uno aventurar a pontificar. Acaso, si llegásemos a saber cómo fue el último beso podríamos empezar a conjeturar quien es el que manda, así como la pasión aplicada al acto. Porque el mensaje publicitario sugiere las ideas de Poder y de amor entrecruzadas. La vida misma.
Por otra parte, al tratarse de un primer plano es imposible captar si hay o no abrazo y la enjundia del mismo. Ni siquiera nos consta si el abrazo fusiona los cuerpos o hay hueco y distancia (acaso sideral) entre los mismos. Tampoco conocemos si alguno de los protagonistas dejó sin devolver el beso postrero. El eterno dilema del poder y la servidumbre voluntaria. Pero el mensaje está lanzado y su efectividad ha sido máxima: la institución más retrógrada (ni siquiera ha esperado a que actuasen los arribistas y pelotas, como en el caso de Autocontrol citado antes) se ha lanzado a la yugular de los publicistas. Objetivo publicitario cumplido. De manual para estudiantes.

¿Acaso se diferencia toda este incidente publicitario con el bombardeo suasorio (persuasorio y disuasorio a la vez) de nuestra campaña electoral repleta de insinuaciones y medias verdades sin que aparezca nunca una verdad completa? El mundo en que vivimos y al que nos sometemos para no incurrir en el horror vacui. En eso es lúcida Coral Herrera cuando bucea en el amor. Gran parte de la economía occidental –sostiene Herrera- está basada en la industria del amor. Un sistema amoroso para la felicidad de las parejas, unidas bajo la bendición de Hacienda, la Iglesia y el Estado. Y la UE bancaria, añadiría de su cosecha el viejo Dacio Gil.

Sea como fuere, tanto la pasión del último beso y su eventual devolución como la existencia o no de hueco entre los cuerpos en el abrazo marcan el nivel cualitativo de la entrega. Solemos hablar de beso cuando la comunión se manifiesta en un continuo de besos que parecen uno, acaso porque son únicos para los participantes. Pero la comunión no es eterna: surge la lucha por la hegemonía.

En ese trance es cuando los seres humanos se desnudan de verdad.



martes, 15 de noviembre de 2011

ELOGIO DEL CIUDADANO ANDRÉS VAÍLLO.

No quiere apuntarse ningún tanto el usufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia –y mucho menos si no le corresponde-, pero en anteriores posts ya se dejaba en el aire la duda de que esto sea una auténtica democracia. Se ponían ejemplos de Latinoamérica para justificar la afirmación. Allá la participación es obligatoria y hay bastante gente que vota por miedo. La actual democracia española presenta evidentes síntomas de antidemocrática. Deriva que va más allá del exponente de América Latina. Una LOREG excesivamente rígida a favor de la secular inercia, del statu quo y penalizadora de las novedades (el 15M, verbigracia) conduce a que se termine decidiendo bien poco en las elecciones, a pesar de que el proceso mueve gran cantidad de dinero y de personas. Por no caber, visto el entramado normativo, no cabe ni el auténtico vuelco electoral. La ingeniería electoral está diseñada para que no haya partidos nuevos y los que se puedan colar no puedan crecer a expensas de los existentes. Y los existentes minoritarios y microminoritarios aceptan la “rejilla” que les proteja de nuevos movimientos que aspiran a la representación parlamentaria. Es un juego de “Son lentejas” para que no quepan las sorpresas.

Si verdaderamente viviéramos en una democracia se habría facilitado –al menos facilitado- la entrada en la contienda de votos al movimiento juvenil asociativo que pide otro modo de hacer democracia. Por el contrario, han sido los minoritarios y los microminoritarios los primeros interesados en imposibilitar tal eventualidad en la esperanza de rebañar el descontento y crecer ellos. Ellos que han sido mera polea de transmisión del PSOE.

Lo de las Juntas Electorales (un rico sobresueldo para determinados miembros pluriempleados de la judicatura, los secretarios judiciales y algunos funcionarios de la cuerda) es de esperpento. Ante ellas también los ciudadanos deben de ventilar sus argumentaciones para excusar su presencia, como si no hubiera hoy medios técnicos para armar alternativas de participación. Como se trata de un numerus clausus, no cabe esgrimir la verdad. Como todo en los juzgados, hay cierta obligación a ser cínico también en las excusas. Cínico por hiperformal. Si quieres excusar tu participación has de mentir, pues si acudes con la verdad por delante te crucifica el rigorismo formal decimonónico. Las Juntas Electorales Locales son un verdadero disparate en cuanto a auténtica gestión. Al menos la Junta Electoral Central es un escabinato en la que se mezclan churras y merinas a propuesta de los partidos: catedráticos de cámara, jueces y leguleyos varios. Su trabajo se desempeña por elevación. Pensionada elevación.

La verdad es que la práctica del sistema electoral demanda una completa revisión, sobre todo en épocas de crisis y paro exponencial como la actual. Las mesas deberían de conformarse con jóvenes o parados y jubilados voluntarios. Menos monsergas de apoderados, interventores, coordinadores y observadores y más auténtica participación ciudadana y compromiso voluntario. Menos familiares de los jueces y de los Delegados del Gobierno y más juventud con ganas de aprender y participar: a modo de "becarios electorales".

Por eso debe de ser recibido como se merece Andrés Vaíllo, el joven objetor de conciencia de Elche, que ha puesto el dedo en la llaga y ha dicho verdades tan grandes como la Catedral de Burgos. A Andrés Vaíllo le cabe el honor –y también la gloria- de haber patentizado que caben el 15 M y los movimientos por otra democracia real en estas próximas elecciones. Por activa o por pasiva. Si las elecciones son una fiesta, resulta hipócrita que la participación sea obligatoria y que en caso de solicitud de revocación del nombramiento la resolución de la Junta Electoral no sea motivada. Si cabe la objeción de conciencia para mil órdenes sociales y profesionales diversos ¿cómo no va a caber una objeción de conciencia, si, encima, ésta aparece motivada y razonadas las claves personales del objetor? ¿En pleno siglo XXI cabe el manu militari electoral? ¿Es obligatorio concernirse inexcusablemente con el ritual del siglo XIX? Cuando ni el servicio militar es obligatorio, ¿es lícito hacer rabiosamente obligatorio el ser mesa? ¿Y por qué no silla, alfombra o felpudo?

El viejo Dacio Gil entiende que el futuro es de los jóvenes. Y los jóvenes vienen manifestando hasta la saciedad que este sistema representa a unos pocos, sólo a unos pocos: que a ellos no les representa. Resulta incongruente que se obligue a participar en la burocracia al que no quiere. Son otros tiempos y hay otras técnicas. Esta democracia hispana está anquilosada en las inercias del pasado y en la corrupción, tal como ha recordado recientemente el sabio Ignacio Sotelo. Y hay personas que no quieren ser cómplices ni encubridores de las derivas de Régimen político. Y hay personas, con ímpetu y conciencia juvenil, que tienen todo el derecho del mundo a discrepar y expresar sus objeciones al sistema: quieren un cambio que es, por otra parte, inexorable. Los objetores son unos adelantados. Sus denegadores unos retrógrados que gustan de intitularse demócratas.

Toda revolución para serlo ha de contar con sus mártires. El Movimiento juvenil de protesta (los indignados o como quieran denominarlos) del 15 M ya tiene a Andres Vaíllo como estandarte inequívoco. Detrás de él hay sin duda muchos más. Tantos como se han manifestado en los espacios públicos.

Los instalados del Régimen han imposibilitado la presencia electoral de quienes aspiran a la democracia real y se indignan con los remedos mercantiles. El TC –esa entelequia tan profunda- ha santificado el requisito de las firmas para constituir alternativas electorales. Pero nadie en su sano juicio debería seguir manteniendo esta hipocresía del siglo XIX de que la leva electoral es obligatoria para todos; incluso para quienes esgrimen sólidas razones éticas, políticas y personales.

Si en verdad somos mamíferos razonables, deberíamos exigir ya un radical cambio en el sistema de insaculación de la burocracia electoral y un transparente y veraz régimen de excusas.

La democracia jamás se ha construido a empujones del comisario electoral ni por imposición del camarada demócrata.

viernes, 11 de noviembre de 2011

EL NUEVO CONSENSO CONSTITUCIONAL.

El viejo Dacio Gil anda estos días la mar de inquieto. Intuye que se avecina un gran pacto de Estado. Un nuevo consenso como el que posibilitó la transición. Todos los ingredientes ya están sobre la mesa. Ya sólo restaría encajar las piezas. No va a ser fácil, pero parece el momento pintiparado. Al viejo Gil le desazona este nuevo consenso que se avecina pero se alegra del funcionamiento de las instituciones y actores y agentes políticos. Recomienda al eventual lector de este post que pueda quedar escamado tras su lectura, que se haga con el libro de Thomas Dranstadt, La trampa del consenso, primorosamente prologado por el eurodiputado del pepino oversize Francisco Sosa. Leyéndolo, el curioso lector comprobará cómo los cantos de sirena que están llegando últimamente a las Comunidades de Madrid y Valencia de empresarios norteamericanos “emprendedores” dispuestos a invertir muchísimos millones en casinos de juegos y un gran Shopping Mall no son nada nuevo. No son, ni más ni menos, que nuevas versiones aumentadas de los esperpentos de los aeropuertos de Ciudad Real y Castellón. Convencidos todos de la bancarrota de Estado, Municipio, Familia y Sindicato, toca ahora la época del “desarrollismo”. Los tecnócratas del Opus Dei de Mariano (como les podía haber tocado a los otros de Alfredo, seamos honestos) prepararán celadas de este tenor para elevar la moral de la ciudadanía con el señuelo de inversiones millonarias y multiplicación exponencial de puestos de trabajo. Dirán la inversión pero callarán las desamortizaciones y cesiones públicas que comportan. Nadie invierte para perder.

Pero, desgraciadamente no parece que los tiros vayan a detenerse ahí. Parece mucho más grave y oscuro. Carente de la más elemental transparencia que, por lo demás, es desconocida en Rojiquistán. El viejo Dacio Gil intentará ir por partes para no liarse. El que ahora se vuelva a destapar el affaire Urdangarín huele a chamusquina. Eran ya conocidos los negocios del consorte y de ahí su huida –pensionada, eso sí- a EEUU, acaso sugerida por los servicios de inteligencia. Tapar la primera humareda en espera de que la lluvia fina y persistente aplacase el fuego. Tan contentos nos quedamos con la coartada de que los Duques de Palma emigraban para que sus hijos estudiasen con los de Obama. Desde luego no es casual que se retome de nuevo el tema con mayor lujo de detalles. Conocíamos la música y ahora nos van dosificando letra, porque interesa a todos. A todos. Por eso se dan las condiciones objetivas para el consenso: Involucrada la Casa Real, ésta debe mojarse y propiciar una huída ordenada. No propone -¡Válgale Dios!- el viejo Gil que el rey, como sus ilustres antecesores, cruce los Pirineos o se instale en Grecia, no. Ordenada en el sentido de que todos callen. Que las elecciones sean un ejemplo de generosidad y de olvido. Pero este proceso debe de ser ordenado y nada mejor que sentar sus bases ya: Tierra quemada sobre Campeón, Gurtel, Cajas de Ahorro y demás minucias de perra gorda. Una nueva Restauración con su Straperlo y su Aurelios Lerrouxes particulares. Nada nuevo bajo el sol hispano. No es preciso invocar una pequeña muestra de la cadena de escándalos que jalonan la historia de España: la “Caja de Imposiciones” de Baldomera Larra; MATESA; la Prelatura Personal del Opus Dei y el CSIC; Sofico Renta; las RUMASAS de la familia Ruiz; Fernando Belinchón y los fondos europeos del CSIC; el caso Malaya en Marbella, por citar sólo la calderilla. Este episodio, pues, es uno más de una cadena interminable. Como queda visto, ni mucho menos es el primero ni será el último. La Historia de España es un continuum de granujadas.

Los poderes y las fuerzas vivas se reunirán para debatir los informes elaborados por el CNI y su correlato en el Ministerio de Defensa y concluirán todos que es necesario un punto y seguido, dado que al tratarse de un continuo histórico del ser humano no cabe Punto Final. Convencidos de las amenazas de los enemigos de España, las fuerzas vivas convendrán correr un escupido (o estúpido) velo y se hará partícipe de la decisión adoptada por consenso al resto de las fuerzas políticas minoritarias y nacionalistas. Éstas se sumarán a él. Cerrada esta etapa de trinconeo institucional generalizado (literalmente, una España concursada) ya sólo cabrá decir aquello de a otra cosa mariposa. Y el consenso posibilitará la nueva transición pilotada por el PP de Mariano.

Para este consenso era imprescindible la participación del Rey, tal como ocurrió en el 23 F. Con el re-destape del caso Urdangarín, el Rey no podía hacer que no le concernía. De seguro, por el bien de España se hará tabla rasa de todo lo acontecido. Por el bien de España se cursarán las sugerencias institucionales (en democracia no caben imposiciones) para que todo se pare, para evitar que lo que resta por saberse llegue a conocimiento público. Por el bien de España toda esa pocilga económica quedará reducida a una innombrable etapa tóxica que quedará al margen de la historia oficial. Ni más ni menos que lo que está pasando con Bancos, Cajas de Ahorros y tantos otros chiringuitos económicos.

El usufructuario terapéutico de esta Tribuna Alta Preferencia está persuadido de las bondades de la democracia y el consenso. En una autocracia todo se calla haciendo desaparecer a los disidentes y a quienes osan destapar la corrupción institucional institucionalizada. En los regímenes totalitarios se extermina a los opositores. En democracia no. En democracia todo es susceptible de ser arreglado por el acuerdo de quienes se mueven en los salones y los aledaños del poder: los representantes del pueblo. Los supuestos mandatarios electorales y los medios de comunicación siempre terminan agradeciendo estas iniciativas: sobreviven por ellas. La eterna canción de "los pocos"rindiendo cuentas (Accountability) frente a "los muchos". El ser humano en los palacios y en las cloacas.

¿A quiénes beneficia este nuevo consenso negativo (Negative Bindung)? Cada cual pensará un beneficiario, pero es fácil suponer a quiénes beneficia más. A quiénes perjudica es obvio y evidente: a los paganos, a los de siempre. El gobierno que salga de estas nuevas elecciones habrá de dejar en el cajón de los asuntos tóxicos toda la corrupción que vaya descubriendo en las instituciones, pues tiene comprometida su palabra con el Rey y el resto de los actores. Por descontado que a esa organización ganadora electoral también le interesaba que sus correrías se mantuvieran en silencio.

El viejo Dacio Gil se alegra de que estemos en una democracia. De que el ser humano tenga rasgos de humanidad. De que los agujeros del sistema económico y moral de convivencia sean restañados periódicamente. De que la etapa que vivimos ahora no sea más que un eslabón en nuestra fecunda historia. De que el sistema institucional tenga mecanismos para absorber las graves disonancias. De que la transparencia tenga un límite para que no se produzca el delirio de la conflagración dentro de la misma nación y los mismos límites soberanos. En definitiva, de que el Derecho y la moral lo presidan todo.

Y, por supuesto, el viejo Dacio Gil se enorgullece de poder contar con un sistema de garantías y un orden judicial capaces de hacer frente, desentrañar y desvelar cualquier desviación por pequeña (o inmensa) que sea de la legalidad vigente, sin distinguir con sus privilegios en la condición pública o privada de todos los intervinientes en el garlito.

Afortunadamente el ser humano inventó la transparente democracia y las garantías que comporta ésta y desterró para siempre la ignominia del totalitarismo.

El viejo Dacio Gil da gracias al Santísimo de que el Juicio Final nos vaya a pillar a todos convenientemente confesados de nuestros pecados.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LAS CAMISAS DE HOMBRE LES QUEDAN MEJOR A ELLAS.

Ha reanudado de nuevo sus actividades culturales el círculo de prejubilados truncos al que se precia en pertenecer el viejo Dacio Gil, que es ya casi un Ateneo por la altura de sus debates. Siguen en el mismo banco cual si de fidelidad al mecenazgo se tratase. Pero aquí, de momento, no hay subvención o ayuda que atrapar o retener. Ha sido ponente Alí Fanfarón, un ex dominico que se ha pasado al islamismo al enamorarse de forma tardía pero enjundiosa de la bella jordana Zoraida, de gran parecido físico con la mejor Anna Galiena y no con la princesa Letizia. Alí (antes conocido como el padre Juvencio) es un hombre felíz y enamorado que tiene madera de filósofo y es una especie de Roger Garaudy de la vida dirigida y engañada. Lejos de negar el Holocausto, Ali defiende que estamos a punto de presenciar –o, por mejor decir, reconocer- que el siglo XXI es el del equivalente moral al Holocausto para gran parte de los ciudadanos de occidente. La muerte por otros medios más cínicos.

Ali Fanfarón, una vez abandonada la academia privada en la Gran Vía en la que se vio obligado a impartir clases de filosofía, religión, ética y ciudadanía para remontar la supervivencia y lanzarse a enamorar a Zoraida, fue fichado por la mayor empresa de publicidad, catalana para más señas. Conoce como nadie el mundo de la persuasión. Ya nos ha desentrañado a los prejubilados truncos la diferencia neta entre propaganda y publicidad, aunque el viejo Dacio Gil no termine de entender del todo la dicotomía en el contexto de la crisis que soporta la democracia estadística de mercado. Ha contado a todos que, más allá de la soberanía del consumidor, existe una especie de código ético o manual de buenas prácticas para no rebasar ciertos límites. Dice que existe un chiringuito supervisor parecido a AENOR que revisa escrupulosamente toda la publicidad existente. El círculo de prejubilados truncos, descreídos en tantas ilusiones a base de sus correlativas decepciones, le creemos con la fe del converso (y no es una coña porque Juvencio haya abrazado la fe de Alí una vez superados sus devaneos con la iglesia de Cienciología que estuvo a punto de atraparlo en su transición vital y religiosa) y prestamos una atención máxima a su argumentario apiñados en el banco sin fondos pero con recio asiento para las posaderas, que todavía no ha sido retirado del espacio público por la empresa concesionaria que no cobra del Ayuntamiento.

Para la reunión del día nos había entresacado de la jungla anunciadora dos exquisiteces a toda página de uno de los diarios de la prensa global hispana. Uno de los anuncios presenta sobre fondo oscuro un recipiente que podría ser tanto de perfume como de gel lubricante de esos que se utilizan para facilitar las relaciones sexuales, dentro una especie de bola de fuego junto a un mensaje verbal bifásico. Por un lado Un hito de la investigación cosmética. Honestamente definitivo y, más adelante, la frase contundente de El envejecimiento cutáneo se frena radicalmente. El otro anuncio elegido por Alí Fanfarón es también a toda página y sobre un fondo oscuro en el que aparece una distinguida joven de cabello oscuro con algún reflejo, ojos profundos y expresivos y un bellísimo cuello de gacela; sólo cubierta con una holgada camisa blanca y que sostiene en sus manos de largos dedos una copa de vino blanco con la derecha, y con la izquierda una botella de vino que reposa junto a su cadera difuminada por los bajos de la camisa. Junto al sugerente icono aparece la frase en letras mayúsculas blancas: Las camisas de hombre les quedan mejor a ellas. Y el “Ellas” aparece en tono amarillo en vez de blanco.

Sostiene Ali Fanfarón que el primero de los anuncios, acaso porque se alberguen dudas sobre su impacto semiótico, encadena tres textos de diferente realce:

1. Las claves científicas del Ultimate Regeneratin Serum
2. Un premio IFSCC, considerado del Nobel de la cosmética, 70 investigadores en exclusiva, 9 años de investigación, 2.000 mujeres de todas las razas en más de 18 países, 5 publicaciones científicas.
(Subrayada esta segunda frase en el propio texto, para destacar su contenido).
3. La última creación de Future Solutión LX incorpora un exclusivo activo Skingenecell IP, multiplicando por cinco la concentración hasta ahora conseguida.

El anuncio se cierra con una especie de anagrama similar al del árbol de la ciencia –sin serlo- y en letras mayúsculas en al ángulo inferior Future Solution LX . Ultimate Regenerating Serum. Nuevo.
La publicidad es de Shiseido (www. shiseido.es) y no aparece mención a la agencia que lo concibió.

Por su parte, la publicidad de la mujer sugerentemente encamisada apoya su mensaje con dos textos más breves y velados en su oscuridad:

a. Porque sabes que la mejor manera de hacer cosas es la tuya, te rodeas de un mundo único y espontáneo.
b. Nuestros vinos reflejan tu personalidad. D.O. Valdepeñas, vinos con estilo original.


La publicidad, como descubre su texto, es de la Denominación de Origen Valdepeñas (en www. vinosvaldepeñas.com) con el apoyo de la Diputación de Ciudad Real. La Agencia es Mint o EstilOriginal.

Alí Fanfarón nos pasó a cada miembro del círculo de prejubilados truncos una fotocopia a color de cada publicidad y una especie de papeleta de voto para que al final de la jornada, cada cual expusiésemos nuestro criterio. Nos hizo ver que en ambos casos el mensaje era intergenérico pero que en el de Shiseido se incidía en las ideas de innovación, exclusividad y soporte científico. El de la crema, para destacar la exclusividad y la innovación, emplea el idioma inglés, junto a un acrónimo para iniciados (IFSCC) y otro de apariencia más genérica (LX) que parece insinuar potencialidad. En los tiempos que corren de teodiceas científicas de calado diverso, a la publicidad no le faltan tampoco las vocablos tabú: Nobel; investigadores exclusivos (no pluriempleados); años de investigación; publicaciones científicas... Todo ello sazonado con palabras paradigmáticas de la corrección política: razas y, países.

Sostiene Fanfarón que esa publicidad de Shiseido tiene apariencia selectiva. Su idea fuerza es el de innovación exclusiva para gente iniciada. Promete el dudoso logro del fin del envejecimiento celular (de momento sólo cutáneo) sobre lecho científico y comprobación supervisada. Aquí no se dice que lo prueba el CSIC, como en el caso de Revidox, sino el IFSCC (la federación internacional de empresas del sector) junto la tradicional parafernalia y fanfarria científica. Puede imaginarse fácilmente cuál es su mercado que trata de atrapar dentro de la terrorífica crisis económica que envuelve a España.

Por su parte, la fuerza de la publicidad de los vinos de Valdepeñas reside en el icono elegido (si se salva con benevolencia un reflejo lumínico excesivo en las piernas de la joven que remiten al subconsciente a la utilización de medias que mixtificaría el mensaje visual). Su fuerza radica en el mensaje visual y en la no menos impactante y verídica frase las camisas de hombre les quedan mejor a ellas. No hacía falta que se destacase en el anuncio (y lo hace de forma harto discreta dado que hay casi que forzar la vista para leerlo) pues tanto la imagen de la joven como la oscuridad contextual y lo sugerente de la frase evocan indefectiblemente un mundo único y espontáneo. No cabe refutación en ello.

Escuchada la brillante exposición del filósofo publicista, el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia se vio por completo confirmado en sus convicciones más íntimas: siempre le ha parecido la mar de sensual y sugerente un cuerpo de mujer en la intimidad apenas cubierto por una entreabierta camisa masculina, bien de vestir bien de pijama. Las evocaciones íntimas más eróticas las encuentra el viejo Dacio Gil –y, por lo que parece, en vista de la publicidad mostrada, la mayoría de los hombres y también las mujeres a los que va dirigida- siempre con el cuerpo de una mujer espontánea -y en ese trace única y sinigual- incitándole en la íntima oscuridad a tomar una copa. Es la verdad que esa situación ha sido una fantasía cumplida por el usufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia pues mujer ha habido que ha sabido interpretar, con absoluta empatía erótica, que al viejo Gil –entonces joven y hasta en la "cierta edad"- lo que más le gustaba en los protocolos eróticos era que su bella apareciera apenas semi enfundada en una de sus camisas o pijamas. No es obsceno ni escabroso hacer la confesión de que en esos momentos el viejo Dacio Gil –y por lo que parece todos los hombres- perdía el paso, la razón , el sentido. Vamos que se ponía,…se ponía, …se ponía en pleno trance amatorio.

No hubo mesa electoral ni interventores ni suplentes, pero la votación auspiciada por Ali Fanfarón arrojó cotas de manipulación totalitaria: absoluta unanimidad. Todos y cada uno de los prejubilados truncos, cada uno de su padre y de su madre (y de su actual pareja, por supuesto) optaron por la mujer de cuello divino, largos dedos y dulces ojos sosteniendo el Valdepeñas blanco. Bueno no, para ser exactos, por el anuncio de la Denominación de Origen Valdepeñas y su brillante mensaje iconográfico. Lamentablemente las potencialidades de la crema anti-aging de Shiseido, transportadas por el anuncio de referencia, no sedujeron a los prejubilados truncos bien porque desconfían y están ya hartos de las martingalas más o menos científicas o, como Schopenhauer, aspiran sólo ya a saber interpretar lo mejor posible el noble arte de saber envejecer. Acaso sea también porque las tentaciones de Prometeo con el elixir de la eterna juventud no les ponen ya o es que todos recuerdan –o, los más aventajados, tienen incluso hoy, no sólo fantasean recordando- vivencias de momentos únicos y espontáneos con su camisa insinuando en su holgura los contornos de la mujer deseada. Su mujer en ese trance. No en vano una aparición de la amada semi cubierta con nuestra camisa denota una empatía, un erotismo, una comunión y una intimidad que jamás alcanzará el mejor streptease.

Ya en casa, el viejo Dacio Gil le daba vueltas a su mente sobre si el resultado de la votación no contendría un radical mensaje de esperanza para cada cual: preferimos ser humildemente humanos, con nuestros recuerdos, fantasías y...aún aspiraciones. Dioses ya no queremos ser.

El mundo de los prejubilados truncos.

martes, 8 de noviembre de 2011

BUENOS Y MALOS: EXCELENCIA EN EL MENTIR.

No es secreto alguno la posición que mantiene este viejo Dacio Gil frente a la democracia contable de mercado en la que nos ha tocado vivir. No es preciso argumentar de nuevo sobre ello. El mundo casi en su totalidad es una enorme democracia contable de la que viven buen número de profesiones tradicionales y novísimas. Esa es la mayor grandeza de los regímenes titulados democráticos: que según van evolucionando permiten predominar y vivir (y en algunos casos vivir muy bien) a bastantes profesiones ingenieriles además de la de políticos. A grandes trazos puede decirse que comienzan los historiadores aportando legitimidad al régimen a través de hitos cronológicos; continúan los juristas, bajo birrete constitucionalista, dilucidando si se trata de república o monarquía; siguen los economistas aportando las líneas basilares de la financiación de las organizaciones del régimen; sobrevienen los sociólogos apuntalando la morfología de las estructuras y los movimientos sociales; subsiguen los científicos con su eterna aspiración de cientificismo omnicomprensivo de todo lo demás; y, tras muchas derivas intermedias, copan ahora la actualidad los psicólogos sociales, los publicistas y los comunicadores (los ingenieros suasorios ocultos). Como diría un clásico: la aristocracia para serlo de verdad necesita de escuderos para sus correrías.

Abrumado por el enorme ruido de la campaña electoral permanente,el viejo Gil llevaba dudando entre hacerse apátrida como Carlos Edmundo de Ory o buscar cobijo en una soberanía con futuro soberano y no tóxico. Al usufructuario de esta Tribuna Alta de Preferencia no le cuesta reconocer que ha ido de decepción en decepción y acaparando una desazón tras otra en esto de la soledad compartida que es la soberanía de Rojiquistán. Un Rojiquistán es campaña electoral permanente jalonada con campeonatos UEFA, FIFA o bolos mediáticos para hacer caja y fondos de reptiles. Entretenimiento de paisaje y paisanaje.

Cuando más desmoralizado se encontraba el viejo Dacio Gil, apareció el todavía presidente Rodriguez pertrechado de su sempiterno pensamiento Alicia (que pareciera ya un personaje protohistórico, perimido siglos ha, habida cuenta su mutis y el cambiazo mediático habido con su delfín Alfredo Brown) cantando las excelsas bondades del G 20. Una especie de gobierno mundial en la sombra engalanado de Gobernanza (que no gobernanta, que es otra materia más seria y–sobre todo para personajes como DSK- más tangible). Escuchando a Rodriguez el viejo Gil tuvo una iluminación: a partir de ese momento sería ciudadano del G 20, esa martingala que abduce soberanía pero que carece de responsabilidades de ningún tipo: Tirios y troyanos abrazando el amor y la francachela. Una “organización del desgobierno”, por utilizar la feliz expresión del ilustre Alejandro Nieto. Sin embargo, todo es precioso y hasta fantástico en el seno del G20 ya que esa institucionalidad fantasmal ni pone multas, ni organiza levas para sus ejércitos, ni siquiera te incluye en el censo electoral para colocarte de miembro de una de las mesas petitorias de voto. Estaba decidido: el viejo Dacio Gil intentaría jubilarse como ciudadano del G 20.

En ese contexto de todos mienten, de mentira estructural, tendemos a creer que la mentira es negativa por sí misma dada su contraposición a la verdad. La mentira vendría a ser el demonio en comparación con la diosa verdad. Pero, como explicase Gilbert Maurey en su excelente libro sobre la materia, hay muchas profesiones basadas en el secreto y en la mentira como valores superiores de su ejercicio y práctica. El autor apunta muchas, pero la añagaza es especialmente plástica en las profesiones que circundan a la Justicia, especialmente abogados y jueces. Naturalmente concierne también a políticos, publicistas y comunicadores.

Pero hete aquí que uno de los líderes nacionales por excelencia –que afortunadamente no se presenta a estas elecciones- utilizó una expresión la mar de didáctica: “a lo mejor contra la Real jugamos con un delantero mentiroso". Teoría y práctica. ¡Target! La concepción abstracta implementada a la perfección. Hasta ahora todo era ruido malamente mendaz. Y en esto apareció José Ramón. Sabido es que Rojiquistán carece de líderes y de liderazgo, por eso el ansiado líder no puede ser otro que don José Ramón Sandoval, que el pasado 6 de los corrientes, a través de tercero interpuesto (su colaborador don Ismael Martínez), dejó escrito un pasaje de puro primor en el manual de liderazgo del siglo XXI. El mentiroso como adalid de cultura, belleza y espectáculo. Cotas cimeras de fantasia, sueño y ensueño. Don José Ramón Sandoval se sirvió del delantero mentiroso (Michu) para dar una lección de táctica y estrategia. No como un tratado de violencia guerrera sino de dulce belleza. Cualidades que, como se desarrollaron en Vallecas y no en el Bernabeu, han pasado prácticamente desapercibidas para el gran público y para los sedicentes especialistas, ensimismados con el potaje mediático de Mou y CR7. De eso también viven muchos "profesionales".

El viejo Dacio Gil aunque aspire a ser ciudadano del G20, profesa la fe sandovalista. Mas que cientificista, Sandoval es cienciólogo estético. Y cienciólogo de pura cepa no puede ser cualquiera.

Y ¿saben desde dónde dirigió el líder máximo, don José Ramón Sandoval, el pasado día 6 sus operaciones estéticas? Ni más ni menos que desde la Tribuna Alta Preferencia. Sí, sí, desde la Tribuna Alta Preferencia, como se lee sin atisbo de gazapo. Un espectáculo sublime de fútbol fantasía y con el legendario Willy Willy dando fe a la efeméride.

Ni PP, ni PSOE, ni UPyD ni IU ni demás faramallas nacionalistas: José Ramón Sandoval for president.

El viejo Dacio Gil transpira a fecha de hoy felicidad a pesar de Rojiquistán y de las elecciones: Aún existe el liderazgo y algún destacado líder. En Vallecas está en estos momentos su máximo exponente. Un líder que pide paso entre los grandes con argumentos artísticos irrebatibles.



PS. Habrá observado el curioso lector que el viejo Dacio Gil está hoy de optimista subido pues -además de haber tenido la suerte de presenciar en vivo y en directo la opera magna de la filarmónica de Sandoval- ha sobrevivido sin escuchar ni una milésima de segundo el descomunal ruido del debate electoral televisado. Espera poder salvarse también de sus sevicias y secuelas que a estas alturas se conjeturan desmesuradas. Es un logro no enajenarse con los persuasores ocultos. Esos sí que infieren lesividad en sus mensajes mentirosos selectivos. Sandoval juega a mentir para intentar alcanzar la belleza y lo consigue. Si con lógica el sentido común no se pone coto a todo esto, los políticos de tres al cuarto y sus voceros -expuestos u ocultos- terminarán exterminándonos.

¿Se sacará algo en claro del debate televisado a bombo y platillo? Hasta el acto de depositar la papeleta, de seguro nos continuarán bombardeando con conclusiones científicas para condicionar nuestra sedicente elección racional. Quien se considere inteligente que indague en las diferencias entre Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón y verá que proponen y, les dejen o no, harán lo mismito que Mariano y/o Alfredo. Está fuera de toda duda que las elecciones y el régimen de Guatemala en nada difieren de la democracia y el sistema del Reino de España.

Dado que el que no se consuela es porque no quiere, siempre será más ofensivo pensar en parecerse a Guatepeor.

Y el caso es que, bien mirado, ya presentamos sus mismas facciones.

jueves, 3 de noviembre de 2011

GOTITAS DE AMOR HELENO.

Por razones variopintas, influidas por su bajo estado de ánimo y la acumulación de varios libros de lectura obligada, el viejo Dacio Gil llevaba un tiempo sin acudir al banco del parque a la trobada de los prejubilados truncos. Acuciado por el anuncio de una semana de lluvias ininterrumpidas ha podido sacar el arranque suficiente para acercarse al banco e intentar malamente excusar sus consecutivas faltas a la troba, habiendo contravenido por ende el juramento hipercrítico. Justa regañina general ha recibido el usufructuario terapéutico de esta Tribuna Alta Preferencia por sus ausencias, con apercibimiento de haberse perdido enjundiosos debates. En la troba de hoy eran ponentes el doctor don Rubicundo Loachamín, que aún hace algunos bolos en su consulta de estomatología y el antiguo estibador, viajante de comercio y ex púgil de lucha grecorromana Antonio José Bolívar Proaño. Ambos muy leídos y escuchados (además de, un suponer, aplicados) en eso del amor. Sin embargo, el tema de hoy, como no podía ser de otra forma era el referéndum griego convocado por ese político de vieja estirpe con cara de bueno y mirada limpia (tan diferente a los de Rojiquistán).

Dado que los prejubilados truncos estamos cocidos con tanta humillación institucional, ambos ponentes nos han ido convenciendo de que el pueblo debe de poder hablar y dejarnos de tanta hueca tecnocracia de bolsillos llenos y tanto storytelling lanzando historias tan cándidas como indigeribles. En eso lleva razón Cuca –que es considerada miembra honoraria de la troba aunque no de derecho, pues al no ser valenciana y además ser mujer no tiene voto en los encuentros o quedadas del banco de prejubilados truncos, pero su forma de pensar es enormemente reconocida por todos- en que, por un lado, Papandreu parece tener la mirada limpia y, por otro, que la UE es cada vez más una mala comunidad de vecinos, un condominio pretencioso y vulgar, en la que no se convocan juntas generales desde tiempo inmemorial y el presidente y el administrador campan a su antojo en todo mientras los vecinos callan… otorgando quizás con su silencio.

Lo que ha hecho Papandreu es lo que haría un buen marido que nota que la barca de su amor encalló en la vida cotidiana: proponer romper la rutina que mata, intentar eludir el pozo sin fondo, buscar la fórmula para abrir las puertas de la cárcel matrimonial en la que se encuentra con su amor (el pueblo griego). Hasta ahora Papandreu parecía un mero consentidor que comerciaba con su esposa (el pueblo griego) y parece que hubiera dicho sinceramente ¡Basta! Puede que sea una treta como el “OTAN de entrada, NO” de Felipe Gonzalez, pero es una fórmula que otorga voz a quien se le quiere reducir a la condición de esclava (el pueblo griego) sexual o de las otras. En eso el político griego formado en EEUU ha intentado (o aparentado sólo) dar ejemplo de dignidad política y humana ante el holocausto del inicio del siglo XXI.

El doctor Rubicundo Loachamín, que tiene leídos miles de libros de amor, entre novelas y tratados, introdujo este tema con sabiduría: la vinculación del referéndum con el amor y el desamor. Y de veras que parece que lleva razón al ver a Papandreu como un marido que no quiere pasar de moda ni sucumbir a los chantajes del amante impuesto forzosamente a su mujer. Como ejemplo pedagógico “a contrario” esgrime la película de Arturo Ripstein Las razones del corazón, en la cual aparece un realista trío que gira sobre la vida de la bella Emilia, el formado por el amante, el marido y el vecino (¡además de las deudas y la tarjeta de crédito esquilmada!). La parábola que sostiene Rípstein y que hace suya el doctor es que ni por pasiones ni presiones puede el ser humano arrastrarse y terminar perdiendo la dignidad. Ni individual ni colectivamente. En este caso el marido, guiado por su concepción particular del amor, se conforma con procurar una muerte feliz a Emilia. Y acaso eso sea lo que persiga Papandreu: que Grecia al menos tenga una muerte feliz por los disgustos de su pasión europea. O cabe también que, auxiliado por el ya desapasionado amante, intenten de buena fe detener el inevitable suicidio (inducido y colectivo en el caso de Grecia).

Antonio José Bolivar Proaño, aunque más rudo que el doctor, es también un hombre de letras y de músicas, por eso, seducido por los argumentos del docto ponente, sopesadamente dijo que todas esas cosas están contenidas ya en casi todas las canciones de amor de Marcela Morelo como, por ejemplo, Corazón salvaje cuando implora el ¡sacúdeme la vida! y deja de pensar; vamos juntos a gozar, tratando de vencer toda esa locura. También se encuentra en La fuerza del engaño, cuando dice "todos mis temores vuelven a crecer" o en Tu boca, en aquél pasaje, más allá de los besos, que dice: "soy tan dependiente que no puedo creer". En el fondo -sostiene Antonio José y todos le seguimos- Papandreu parece pretender revertir la realidad y que el pueblo le llegue a decir aquello de chispeantes gotitas de amor, que curan todo dolor y le reconozcan que " nuestra vida ha cambiado desde que te conocimos". Y el pueblo griego sólo aspira ya a poder decirle a la UE con el corazón en la mano: Abre la puerta, déjame entrar, traigo un puñado de besos para darte, traigo en las manos mi corazón. El sol sonreirá el día que me quieras, yo sabré esperar.

En el fondo lo que el referéndum traerá es la posibilidad de que el pueblo griego diga con voz atronadora que es un reino pobre, que es la cuna de la democracia pero que los sacrificios de amor no los quiere:
Ay! Pero no, sacrificios de amor,
que me causan dolor, no los quiero.
Dejo este infierno, prefiero el cielo.

Si tú quisieras te daría la vida,
como total entrega de mi parte;
Pero tremendo error cometería,
ya no tendría nada más que darte.
Mi reino pobre por tu pensamiento,
que sólo gire en torno a mi persona.
De tu silencio quiero ser la dueña,
de tus gemidos quien los intenciona.

Si la convocatoria del referéndum griego es sincera, el resto del mundo debería tomar ejemplo de Papandreu intentando rescatar el amor de su pueblo, recuperar la esencia de la democracia ateniense y poder cantar juntos Ponernos de acuerdo sin imposiciones de tecnócratas financieros innominados:

Es casi imposible echarte al olvido,
Es por un motivo, pues, te necesito
El día que pueda tomar mas coraje
Te llamo a tu casa para conversarte

Dame alguna razón,
Yo te daré la mía,
Para ponernos de acuerdo y empezar
Una nueva vida
Dame alguna ilusión
Yo te daré mis sueños
Para ponernos de acuerdo y disfrutar
De los buenos tiempos

En todo momento te encuentro en mis cosas
En todos los ríos, en todas las rosas
Tal vez por vergüenza, o el paso del tiempo,
Ninguno se atreve a hablar sin rodeos

Dame alguna razón,
Yo te daré la mía,
Para ponernos de acuerdo y empezar
Una nueva vida
Dame alguna ilusión
Yo te daré mis sueños
Para ponernos de acuerdo y disfrutar
De los buenos tiempos

...quisiera alcanzar lo que soñé,
Tu sombra y mi sombra otra vez andando juntos
Por el mundo...


Comenzaba a llover ya con cierta fuerza cuando la trobada se dió por terminada. El viejo Dacio Gil se despidió de todos y cada uno de los troberos, y al despedirse de Luis Apolodoro éste le dijo: "Siento un poco de pena. Tenía pensado proponer que cantásemos a capella la canción de Aute Atenas en llamas". El tiempo nos lo impide amigo Luis-le contestó Gil apresurando el paso-, en otra ocasión entonaremos juntos eso de Atenas en llamas contra un Occidente narciso e insolente.

Y el viejo Dacio Gil se alejó a la carrera del parque para no calarse. Mascullaba para sí que los ponentes habían demostrado ser cultivados, pues no era casual que Arturo Ripstein sea mexicano y Marcela Morelo argentina. Conocedores ambos de mordidas y corralitos... destacando cada cual las bondades y las aristas del amor. Como la democracia.