miércoles, 9 de noviembre de 2011

LAS CAMISAS DE HOMBRE LES QUEDAN MEJOR A ELLAS.

Ha reanudado de nuevo sus actividades culturales el círculo de prejubilados truncos al que se precia en pertenecer el viejo Dacio Gil, que es ya casi un Ateneo por la altura de sus debates. Siguen en el mismo banco cual si de fidelidad al mecenazgo se tratase. Pero aquí, de momento, no hay subvención o ayuda que atrapar o retener. Ha sido ponente Alí Fanfarón, un ex dominico que se ha pasado al islamismo al enamorarse de forma tardía pero enjundiosa de la bella jordana Zoraida, de gran parecido físico con la mejor Anna Galiena y no con la princesa Letizia. Alí (antes conocido como el padre Juvencio) es un hombre felíz y enamorado que tiene madera de filósofo y es una especie de Roger Garaudy de la vida dirigida y engañada. Lejos de negar el Holocausto, Ali defiende que estamos a punto de presenciar –o, por mejor decir, reconocer- que el siglo XXI es el del equivalente moral al Holocausto para gran parte de los ciudadanos de occidente. La muerte por otros medios más cínicos.

Ali Fanfarón, una vez abandonada la academia privada en la Gran Vía en la que se vio obligado a impartir clases de filosofía, religión, ética y ciudadanía para remontar la supervivencia y lanzarse a enamorar a Zoraida, fue fichado por la mayor empresa de publicidad, catalana para más señas. Conoce como nadie el mundo de la persuasión. Ya nos ha desentrañado a los prejubilados truncos la diferencia neta entre propaganda y publicidad, aunque el viejo Dacio Gil no termine de entender del todo la dicotomía en el contexto de la crisis que soporta la democracia estadística de mercado. Ha contado a todos que, más allá de la soberanía del consumidor, existe una especie de código ético o manual de buenas prácticas para no rebasar ciertos límites. Dice que existe un chiringuito supervisor parecido a AENOR que revisa escrupulosamente toda la publicidad existente. El círculo de prejubilados truncos, descreídos en tantas ilusiones a base de sus correlativas decepciones, le creemos con la fe del converso (y no es una coña porque Juvencio haya abrazado la fe de Alí una vez superados sus devaneos con la iglesia de Cienciología que estuvo a punto de atraparlo en su transición vital y religiosa) y prestamos una atención máxima a su argumentario apiñados en el banco sin fondos pero con recio asiento para las posaderas, que todavía no ha sido retirado del espacio público por la empresa concesionaria que no cobra del Ayuntamiento.

Para la reunión del día nos había entresacado de la jungla anunciadora dos exquisiteces a toda página de uno de los diarios de la prensa global hispana. Uno de los anuncios presenta sobre fondo oscuro un recipiente que podría ser tanto de perfume como de gel lubricante de esos que se utilizan para facilitar las relaciones sexuales, dentro una especie de bola de fuego junto a un mensaje verbal bifásico. Por un lado Un hito de la investigación cosmética. Honestamente definitivo y, más adelante, la frase contundente de El envejecimiento cutáneo se frena radicalmente. El otro anuncio elegido por Alí Fanfarón es también a toda página y sobre un fondo oscuro en el que aparece una distinguida joven de cabello oscuro con algún reflejo, ojos profundos y expresivos y un bellísimo cuello de gacela; sólo cubierta con una holgada camisa blanca y que sostiene en sus manos de largos dedos una copa de vino blanco con la derecha, y con la izquierda una botella de vino que reposa junto a su cadera difuminada por los bajos de la camisa. Junto al sugerente icono aparece la frase en letras mayúsculas blancas: Las camisas de hombre les quedan mejor a ellas. Y el “Ellas” aparece en tono amarillo en vez de blanco.

Sostiene Ali Fanfarón que el primero de los anuncios, acaso porque se alberguen dudas sobre su impacto semiótico, encadena tres textos de diferente realce:

1. Las claves científicas del Ultimate Regeneratin Serum
2. Un premio IFSCC, considerado del Nobel de la cosmética, 70 investigadores en exclusiva, 9 años de investigación, 2.000 mujeres de todas las razas en más de 18 países, 5 publicaciones científicas.
(Subrayada esta segunda frase en el propio texto, para destacar su contenido).
3. La última creación de Future Solutión LX incorpora un exclusivo activo Skingenecell IP, multiplicando por cinco la concentración hasta ahora conseguida.

El anuncio se cierra con una especie de anagrama similar al del árbol de la ciencia –sin serlo- y en letras mayúsculas en al ángulo inferior Future Solution LX . Ultimate Regenerating Serum. Nuevo.
La publicidad es de Shiseido (www. shiseido.es) y no aparece mención a la agencia que lo concibió.

Por su parte, la publicidad de la mujer sugerentemente encamisada apoya su mensaje con dos textos más breves y velados en su oscuridad:

a. Porque sabes que la mejor manera de hacer cosas es la tuya, te rodeas de un mundo único y espontáneo.
b. Nuestros vinos reflejan tu personalidad. D.O. Valdepeñas, vinos con estilo original.


La publicidad, como descubre su texto, es de la Denominación de Origen Valdepeñas (en www. vinosvaldepeñas.com) con el apoyo de la Diputación de Ciudad Real. La Agencia es Mint o EstilOriginal.

Alí Fanfarón nos pasó a cada miembro del círculo de prejubilados truncos una fotocopia a color de cada publicidad y una especie de papeleta de voto para que al final de la jornada, cada cual expusiésemos nuestro criterio. Nos hizo ver que en ambos casos el mensaje era intergenérico pero que en el de Shiseido se incidía en las ideas de innovación, exclusividad y soporte científico. El de la crema, para destacar la exclusividad y la innovación, emplea el idioma inglés, junto a un acrónimo para iniciados (IFSCC) y otro de apariencia más genérica (LX) que parece insinuar potencialidad. En los tiempos que corren de teodiceas científicas de calado diverso, a la publicidad no le faltan tampoco las vocablos tabú: Nobel; investigadores exclusivos (no pluriempleados); años de investigación; publicaciones científicas... Todo ello sazonado con palabras paradigmáticas de la corrección política: razas y, países.

Sostiene Fanfarón que esa publicidad de Shiseido tiene apariencia selectiva. Su idea fuerza es el de innovación exclusiva para gente iniciada. Promete el dudoso logro del fin del envejecimiento celular (de momento sólo cutáneo) sobre lecho científico y comprobación supervisada. Aquí no se dice que lo prueba el CSIC, como en el caso de Revidox, sino el IFSCC (la federación internacional de empresas del sector) junto la tradicional parafernalia y fanfarria científica. Puede imaginarse fácilmente cuál es su mercado que trata de atrapar dentro de la terrorífica crisis económica que envuelve a España.

Por su parte, la fuerza de la publicidad de los vinos de Valdepeñas reside en el icono elegido (si se salva con benevolencia un reflejo lumínico excesivo en las piernas de la joven que remiten al subconsciente a la utilización de medias que mixtificaría el mensaje visual). Su fuerza radica en el mensaje visual y en la no menos impactante y verídica frase las camisas de hombre les quedan mejor a ellas. No hacía falta que se destacase en el anuncio (y lo hace de forma harto discreta dado que hay casi que forzar la vista para leerlo) pues tanto la imagen de la joven como la oscuridad contextual y lo sugerente de la frase evocan indefectiblemente un mundo único y espontáneo. No cabe refutación en ello.

Escuchada la brillante exposición del filósofo publicista, el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia se vio por completo confirmado en sus convicciones más íntimas: siempre le ha parecido la mar de sensual y sugerente un cuerpo de mujer en la intimidad apenas cubierto por una entreabierta camisa masculina, bien de vestir bien de pijama. Las evocaciones íntimas más eróticas las encuentra el viejo Dacio Gil –y, por lo que parece, en vista de la publicidad mostrada, la mayoría de los hombres y también las mujeres a los que va dirigida- siempre con el cuerpo de una mujer espontánea -y en ese trace única y sinigual- incitándole en la íntima oscuridad a tomar una copa. Es la verdad que esa situación ha sido una fantasía cumplida por el usufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia pues mujer ha habido que ha sabido interpretar, con absoluta empatía erótica, que al viejo Gil –entonces joven y hasta en la "cierta edad"- lo que más le gustaba en los protocolos eróticos era que su bella apareciera apenas semi enfundada en una de sus camisas o pijamas. No es obsceno ni escabroso hacer la confesión de que en esos momentos el viejo Dacio Gil –y por lo que parece todos los hombres- perdía el paso, la razón , el sentido. Vamos que se ponía,…se ponía, …se ponía en pleno trance amatorio.

No hubo mesa electoral ni interventores ni suplentes, pero la votación auspiciada por Ali Fanfarón arrojó cotas de manipulación totalitaria: absoluta unanimidad. Todos y cada uno de los prejubilados truncos, cada uno de su padre y de su madre (y de su actual pareja, por supuesto) optaron por la mujer de cuello divino, largos dedos y dulces ojos sosteniendo el Valdepeñas blanco. Bueno no, para ser exactos, por el anuncio de la Denominación de Origen Valdepeñas y su brillante mensaje iconográfico. Lamentablemente las potencialidades de la crema anti-aging de Shiseido, transportadas por el anuncio de referencia, no sedujeron a los prejubilados truncos bien porque desconfían y están ya hartos de las martingalas más o menos científicas o, como Schopenhauer, aspiran sólo ya a saber interpretar lo mejor posible el noble arte de saber envejecer. Acaso sea también porque las tentaciones de Prometeo con el elixir de la eterna juventud no les ponen ya o es que todos recuerdan –o, los más aventajados, tienen incluso hoy, no sólo fantasean recordando- vivencias de momentos únicos y espontáneos con su camisa insinuando en su holgura los contornos de la mujer deseada. Su mujer en ese trance. No en vano una aparición de la amada semi cubierta con nuestra camisa denota una empatía, un erotismo, una comunión y una intimidad que jamás alcanzará el mejor streptease.

Ya en casa, el viejo Dacio Gil le daba vueltas a su mente sobre si el resultado de la votación no contendría un radical mensaje de esperanza para cada cual: preferimos ser humildemente humanos, con nuestros recuerdos, fantasías y...aún aspiraciones. Dioses ya no queremos ser.

El mundo de los prejubilados truncos.

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