lunes, 14 de junio de 2010

EL AJUSTICIAMIENTO DE CUALQUIER HOMBRE HONRADO: RICHELIEU Y HOY.

Un fraterno amigo de este viejo Dacio Gil que en su juventud gustaba de las mujeres maduras, contaba que frecuentaba a Richelieu y a Mazarino en sus elegantes sedes del paseo de Eduardo Dato y que allí se daban encuentro mujeres y hombres para tomar una copa y entablar amigable conversación y lo que subsiguiera después. Este Gil puede testificar que las sedes de ambos cardenales se encontraban atestadas los viernes por la noche, pues Richelieu y Mazarino resultaron ser sendos casi colindantes pubs en los que ligaba personal con cierta categoría, entre los que sobresalían separadas y separados. O eso decían ser. Hoy deben haber quedado algo "demodés" y Dacio Gil cuando pasa por el paseo de Eduardo Dato en Madrid siente cierta nostalgia de su fraternal amigo y compañero de fatigas juveniles. Asimismo, la mención a Richelieu evoca siempre a este Gil dos preciosas ciudades francesas, por un lado, la preciosa localidad marítima de La Rochelle; por otro la no menos bella población interior de Compiègne.

Una inquieta y amable comunicante remitió hace unos día a este viejo Dacio Gil un correo con una frase del cardenal Richelieu que ha dejado trastornado al usufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia. Dice así: "Que me den seis líneas escritas de puño y letra del hombre más honrado del mundo y encontraré motivo para hacerle ahorcar". Este viejo Gil de inmediato ha reconocido en ella la situación actual de la justicia española. Si no de toda (que siguiendo a Nieto, eso parece) sí al menos de un sector mayoritario de la justicia. Si uno repasa el estado actual de la justicia comprueba que la entropía se ha apoderado de este sistema humano de sedicente resolución de conlictos, que ha quedado reducido lamentablemente a un sistema de aplazamiento indefinido de soluciones en el que prima la irresponsabilidad organizada. Los ciudadanos la sufragamos y la sufrimos.

En la justicia española actual si, por ejemplo, uno decide decir la verdad descarnada (pero la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad) corre el riesgo de que intenten procesarlo por injurias y calumnias cuando, sin ir más lejos, a los terroristas de ETA se les permite decir en juicio barbaridades mucho mayores. Alejandro Nieto llama facilismo judicial a lo que está sucediendo en los órganos judiciales, que intentan que todo el mundo mire para otro lado cuando a juezas y jueces un caso les incomoda o piensan que no se lo podrán quitar de un plumazo formal. Desafueros provocados por juezas y jueces puede este Dacio Gil citar en buen número. Sobre todo relativos a la auténtica impunidad con la que actúan los representantes del Poder Público Estatal despreciando una y otra vez el derecho vigente: auténtica impunidad guatemalteca. Como ejemplo paradigmático, algún día este viejo Dacio Gil exhumará en esta tribuna el cadáver del abogado Rodrigo Rosenberg Manzano que anunció con antelación mediante una grabación audiovisual que iba a ser asesinado institucionalmente. Se trata de un caso gravísimo de la "razón de Estado" ocurrido en pleno siglo XXI, ejemplificador de lo que está sucediendo en el mundo. Como es de suponer, la respuesta institucional ha sido (con la participación del Fiscal español Carlos Castresana) negar la mayor y propalar que el abogado planificó su propia muerte: esto es, que lo suicidaron. El tema es tan gravísimo que será tratado como se merece en un próximo post. Quede únicamente la reseña de que situaciones similares ocurren en España, aunque pueda parecer imposible: se percibe un inconfundible aroma a impunidad guatemalteca a la que no son ajenos ni jueces ni fiscales que operan ya como auténticas instituciones fallidas a las que los ciudadanos conformes parecerían haberse acomodado a aceptar resignadamente. Como siempre hace, este viejo y dolorido Dacio Gil no habla ni a humo de pajas ni como agua de borrajas: todo tiene un fundamento, una justificación y un respaldo. Debe quedar claro que es de plena y radical aplicación a la realidad española del siglo XXI la frase de Richelieu remitida por tan íntegra y justiciera comunicante: "Que me den seis líneas escritas de puño y letra del hombre más honrado del mundo y encontraré motivo para hacerle ahorcar."

Para ilustrar el presente post Dacio Gil acudió a su biblioteca para documentarse sobre el cardenal con tan mala fortuna que sólo tiene referencia documental de tan ilustre gabacho por un libro sobre la guerra de los 30 años, tres enciclopedias y Los tres Mosqueteros de Alejandro Dumas. En esa operación de rebuscar en su extensa colección de biografías de personajes ilustres y no ilustres ha perdido exactamente una hora. Por el contrario, Wikipedia en un santiamén ha aportado una abigarrada secuencia de datos que han terminado inquietando a este viejo Dacio Gil: que si persecución a determinados estamentos; que si destrucción de todas las fortalezas interiores; que si la creación de impuestos (las célebres gabelas) que crujieron a los segmentos más pobres de la sociedad, excluidos nobles, burguesía y clero; que si fomentó los servicios de espionaje del Estado y los funcionarios recaudadores; que si llevó a cabo la centralización del poder; que si Nosotros la Cultura; que si murió multimillonario; etc., etc., etc. Por otra parte, en la novela de Dumas se le presenta como malvado.

¿No les suena todo a la Europa de pleno siglo XXI?

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