El reciente desconcierto institucional del pepinazo europeo ha puesto sobre la mesa el caos que es hoy la UE, las presiones soterradas que se esconden bajo esa extensísima empleomanía y la fragilidad del liderazgo alemán con el actor Sarkozy de compañero de cartel. La UE es un inmenso intangible. La burocracia europea se encastilla una y otra vez en silencios cuando los problemas son nuevos y se carece del precedente al que agarrarse. Reflejo exacto del eterno dilema nunca resuelto de los regímenes polisinodiales. Se aplica una desgarradora “tiranía del statu quo” que es como aquel castizo “tente mientras cobro” o aquel otro “cubrámonos hasta que escampe”. En el caso del pepinazo (y desafortunadamente el viejo Dacio Gil no está pensando los zapatazos del “cañoncito pum” ni en los de García Cortés, ni, mucho menos, en los de Cristiano Ronaldo) se ha puesto de manifiesto que dos pilares tradicionales y esenciales dentro del ámbito de la Unión Europea como son la agricultura y el comercio, la sanidad y la protección de los consumidores han naufragado en el plano normativo, ejecutivo y ético. El judicial quedará diferido ad calendas graecas. Una consejera de un Land alemán y una Ministra Federal han imputado al Reino de España el foco infeccioso mientras todas las instancias callaban, incluidos el gobierno español, su sedicente leal oposición y la comunidad autónoma en la que se cultivaron los pepinos. Hasta que los lobbies agrícolas y distribuidores españoles no se han levantado clamando por sus intereses, institucionalmente nadie en Europa ha movido un dedo. Al fin y al cabo la UE es una inmensa faramalla de intereses con apariencia técnica.
Otra de las dimensiones a analizar es la aparente diferencia de trato institucional habida entre la crisis de los pepinos y la crisis bancarias y financieras. Los pepinos parecen de un siglo pasado y los bancos de otro futuro. El sector agrícola viste y emplea descamisados y el financiero elegantes brokers trajeados y con los riñones bien cubiertos con incentivos, bonus y cesantías doradas. Un aristoburócrata europeo siempre buscará su nicho dorado en el sector financiero que no en el agrícola. Aunque todo es relativo si uno detiene la mirada en el señor Moratinos (un hombre siempre muy bien vivido en las burocracias internacionales) y sus ambiciones en la FAO. A este paso la ex esposa del diplomático y hoy ministra del ramo ya se estará buscando su nicho dorado en la Agencia pepinera que a no dudar creará la burocracia de la UE para que no le vengan ahora con indemnizaciones por perjuicios causados por acción u omisión. Más o menos como aquel castizo que cada perrito se lama su pijito.
Todo esto del amargor de los pepinos y las desgraciadas muertes (como la colza, las vacas locas, etc., etc., etc.) de seres humanos, según las normas del protocolo burocrático parece demandar una respuesta tan inmediata como aquella del señor Sáncho Rof del “bichito” cuando la colza. Lo nefasto para Rojiquistán es que el foco de Escherichia Coli los germanos decidieron radicarlo en Almería. Milagro que las autoridades del nuevo “milagro alemán” no han dicho que esto de los pepinos, la caca y el culo es secuela de aquella bomba caída en Palomares para diluir aún más las responsabilidades en un mundo como este del comercio aparentemente reglado y revisado hasta el más mínimo detalle. ¿Dónde estás Almería? ¡Ay Almería! ¡Pobre Almería!
Esto de la sucia relación de la caca y los pepinos –siempre por intermediación del culo- ha venido a sumarse a los problemas que viene planteando el nuevo gobierno electo finlandes: los apuros en los que ponen los nuevos líderes finlandeses a la burocracia europea y sus popes financieros. Por casualidad, buscando infructuosamente el viejo Dacio Gil un libro de poemas de Gabriela Mistral en su desbordada biblioteca se topó súbitamente con uno que llevaba buscando largo tiempo y que, obviamente, no se encontraba colocado en el anaquel correspondiente (el viejo Gil ha perdido también competencia, memoria y decisión en eso de los libros, como la burocracia europea). El libro es El síndrome finlandés del francés Alain Minc que algo sabrá del pilar agrícola de la UE, un libro de 1986 que se encuentra de rabiosa actualidad. Compruebe si no el curioso lector estas pinceladas:
-“Europa brilla como un astro muerto, toda vez que ha reaparecido la eterna cuestión alemana.”
- “(…) nos arriesgamos a ser finlandizados sin saberlo, marginados sin darnos cuenta, infantilizados sin creerlo: como la economía, la estrategia se ancla en la sociedad y no puede escapar a sus profundos movimientos.”
- “En el campo de las ideas la superficialidad profunda puede ser un instrumento para la comprensión intelectual.”
- “El mediterráneo es una barrera apenas más resistente, a pesar de las apariencias, que la frontera mexicana.”
- “La importancia de los inmigrantes de segunda generación no dejará de crecer. Ellos serán el único contrapeso al malthusianismo de los europeos.”
-“Lo mismo ocurrirá con las pensiones: el ingreso cada vez más tardío de los jóvenes en la vida activa, ocasionando un agotamiento en el torrente de las cotizaciones. Se formará un círculo vicioso, a caballo entre las pensiones más gravosas para la economía y una economía cada vez más agobiada para financiarlos. Vivimos sobre una bomba cuya mecha se mide en años.”
-“ Este fenómeno actúa igualmente en el campo administrativo. El envejecimiento de los agentes acelera la evolución natural de las burocracias, agrava su tetanización: sobrecarga las jerarquías; coagula las estructuras. La gerontocracia conviene a la burocracia.”
- “Sin saberlo, nos estamos convirtiendo en una sociedad fría, autorregulada y económicamente inmóvil.”
- “(La UE) un blando sistema de autoridad: torpedeada por reflejos nacionales, la Comisión no puede manejar ni la disciplina, ni el verbo del poder carismático, ni la legitimidad de un gobierno electo. Un personal inmóvil: los funcionarios de la Comunidad acaban por cogerle el gustillo a la guata de Bruselas y a los encantos de la defiscalización, mientras que los complejos equilibrios entre cupos nacionales en el seno de esta extraña función pública conducen a dejarlo todo tal como está (…) una burocracia sin otra vocación que su profundidad (…) Bruselas lleva en bandolera el más admirable de los objetivos: parir Europa. ¿Qué importancia tienen, frente a semejante finalidad, algunas cosas que no funcionan y un tren de vida prohibitivo? El argumento sigue quedándose sin réplica. La UE posee aún los medios para dotarse de una burocracia perfecta; Bruselas se justifica como objeto antropológico; como motor de la historia hace reír sarcásticamente.”
- “Los particularismos, las reticencias, el atractivo de socios norteamericanos, se suman para hacer difícil cada nuevo paso.”
- “Se dibujan modos de cooperación más prometedores para Europa que la maquinaria de Bruselas: racimos o redes de instituciones se ponen en movimiento en función de los proyectos precisos, dejando poco sitio a los esquemas formales, a los tratados jurídicos, a los procedimientos burocráticos.”
- “La destrucción creadora, tan cara a Schumpeter, constituye el principio cardinal en período de crisis (…) la imposibilidad de evitar una economía papel de lija. La disminución del poder adquisitivo es inevitable: se hará a fuego lento, en diez años (escribe Minc en 1986).”
- “Nuestra economía no es un papel de lija gracias a la fatalidad; lo es únicamente porque nuestra sociedad es artrítica: no se puede empujar impunemente hasta la perfección a una democracia corporativista.”
- “Una sociedad que ha hecho de Woody Allen una figura emblemática ha cambiado el modo de individualización: el culto distanciado del yo ha triunfado.”
-“Los aparatos sindicales se transforman en corporaciones herméticas, orientadas hacia la cogestión del Estado-providencia y ocupadas en preservar sus propios fondos de capital, provenientes de negociaciones colectivas, de representatividad y de apariencias.”
-“Asi pues, la democracia no funciona como un ordenador; se degrada en el instante en el que se le plantean cuestiones a las que no puede responder con un sí o un no.”
- “El modelo parece ser el ¡Viva Italia! y el modelo español: Lo que es contradicción en otros lugares, en Italia se funde en un tejido social tan diverso como homogéneo. La economía subterránea sirve oficialmente de válvula de escape a las rigideces burocráticas: el Estado sabe que está imposibilitado y acepta de sus funcionarios la “multipertenecia” (…) Cuando las cosas van mal, Italia se pliega pero no se rompe (…) España se italianiza. Si el equilibrio de un país se calcula en su capacidad para encajar golpes, España es un modelo.”
-“¿La eterna cuestión alemana? La ecología nació en Alemania, y los temas “verdes” no cesan de ocupar el espacio social. Existen instituciones fuertes, una democracia respetada, una economía poderosa y, al contrario, una sociedad civil más tensa, más conflictiva, más contestataria que en otros países. Son el anverso y el reverso de una misma realidad. Lo que es extraño es que la confusión no sea más viva. Se ajusta a una angustia existencial muy comprensible. Alemania tiene miedo –la frase pertenece a Helmut Schmidt-, tiene miedo al futuro, a la vida, a la guerra; finalmente tiene miedo a su propia hemiplejía.”
-“¿Qué es esta Europa-Hong Kong? Es una escenificación inherente al deslizamiento alemán. Alemania ejerce plenamente su papel de eje, condicionando todo el porvenir europeo, acepta una cuasi finlandización.”
-“¿Europa: un costoso templo de palabrería internacional? Nunca morirán las instituciones ningún consejo de ministros pronunciará la condena de la UE, los elevados costes de liquidación representarían, por sí mismos, unos costes más elevados que los de funcionamiento para deshacer ese increíble enredo burocrático. Pero paulatinamente, la UE corre el peligro de perecer de asfixia.”
- “Los gobiernos europeos se comportan entre sí como los corporativismos dentro del Estado: rígidos, inmóviles, confundiendo lo fundamental y lo accesorio, aferrándose a los detalles y a las apariencias, mezclando técnica y estrategia, resistiéndose a jerarquizar los objetivos. La diplomacia en el interior de Europa se asimila, ahora, a un comportamiento de notario o de actuario: roza el grado cero de acción, aunque cultive ritos y ceremonias. ¡Pero un instante de locura puede ocurrir tan rápidamente! “
-“ La Comisión, esta imponente máquina que enjuaga diferencias, se atasca. Enorme burocracia, totalmente introvertida, se agota eliminando los problemas que ella misma ha creado. No hay ninguna posibilidad de inflexión. Comisiones, grupos de trabajo, simposios, reuniones colectivas, el sistema europeo carece de sentido. Produce, cada año, menos unidad de la que poseen los Estados miembros. El condominio alimenta la prudencia; la prudencia suscita el inmovilismo.”
-“Finjamos creer, para acabar creyendo. Frente a una Europa que se eclipsa, ¿sabremos evitar, de esta manera, nuestro eclipse?”
El viejo Dacio Gil se rebulle inquieto y atónito en la Tribuna Alta Preferencia que ocupa mientras lee. Si esto es así, si prima siempre el ceteris paribus ¿qué demonios hacemos hablando de futuro e innovación? Las crisis, ya sean de pepinos, de entidades financieras o de chiringuitos diversos, pillan a las instituciones garantizadoras siempre en bragas. Todo se aparenta cerrar rápidamente. En falso, naturalmente. Luego vienen los chalaneos institucionales a cencerros tapados y vuelta a empezar con el incrementalismo burocrático. Así parece ser la vida europea. El ser humano.
Pepinos, cacas y culos. ¿A quien creer?
Al Blasillo de Valverde de Lucerna. Resulta evidente.
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