Al viejo Dacio Gil le pesan tanto los años como los kilos. Cuando no es la tristeza la que invade el pensamiento es el cuerpo que se atasca y cruje, tal vez porque el cuerpo es capaz también de sentir tristeza. El caso es que el viejo Dacio Gil se ha quedado encasquillado en forma de semi-uve encorvada. Está visto que al otoñe le sucede el invierno.
La libertad provisional de la estulticia institucional y del sedicente sistema de garantías ha servido, no obstante al veterousufructuario de estas Tribuna Alta Preferencia para recapitular algunas impresiones sueltas:
- En una provincia, tanto para los locales como para los visitantes ¿cuál es la prensa que se debe de leer?, ¿la nacional con anexo provincial o la local con noticias nacionales? Resulta evidente que debe de ser la local, pues con la nacional uno naufraga por elevación: ve mucho bosque y pocos árboles; mucho mar y poca costa. Hoy la propaganda de las grandes oligarquías sofoca la realidad realmente existente.
- Si uno hace un estudio iconográfico comprueba en cualquier tipo de prensa que cerca de un 40% del contenido periodístico y gráfico se refiere a contextos judiciales. O todos no hemos transformado en canallas, o las oligarquías se han encanallado al máximo o demandar y ser demandado vende. Todo ello en el colapso más absoluto del sistema de garantías. Todo quieque conoce el nombre y la faz del juez o la jueza de Camps, Troitiño o la Campanario. Pasa como con los árbitros de fútbol, que hasta los niños conocen sus apellidos, su cara y expresiones tales como “No me jodas Rafa” o aquella “Penalty y expulsión. El 7 . Penalty y expulsión”.
- En pleno periodo electoral, las Corporaciones locales, según de qué signo, se empeñan en manipular las "Relaciones de Puestos de Trabajo". Quienes saben que serán desalojados sin remisión de la Corporación tratan de colar a toda costa a “los suyos” en la relación de funcionarios fijos. Como es natural, quienes aspiran a mandar (y colocar a los suyos) rechazan aprobar esas RPTs ahora. Asimismo, quienes van a perder la alcaldía y ya han colocado a “los suyos” tratan de eliminar pro futuro puestos funcionariales (es el caso de Villajoyosa y otros). El tradicional “spoil system” carpetovetónico.
- Resulta esperpéntico el baile de concejales en las formaciones municipales. A días de las elecciones unos se pasan al grupo mixto; otros a los “no adscritos” y otros renuncian a la condición de concejal a un mes vista. Como se ve, la dimisión no es tampoco una de las cualidades de la clase política subalterna o "subestatal" de Rojiquistán. Hay que cobrar la soldada íntegra, sentarse juntito a los concejales hasta ayer amigos y continuar la representación. Los directores de campaña hacen el resto…
- Hay nuevas fuerzas políticas que concurren a las elecciones locales. Quienes han sido desairados en la colocación en la lista o no han visto colocados a los suyos se presentan con una nueva formación. Son estos los que aparecen todos lo días en los diarios. En unos casos para romper a la formación de la que huyen. En otros (según el color de la empresa periodística) para contrarrestar la fuerza de la lista a la que las encuestas consideran vencedora. El gran (o menor) teatro electoral alejado de los electores.
- De los tránsfugas es mejor no hablar. Cinismo en estado puro. En todas las grandes oligarquías. Nauseabundo, aunque todo ser humano tenga el derecho a cambiar. Pero, tal como acontece, no es nada limpio.
- Lo de los equipos de fútbol mantenidos por las instituciones es otra de las sonrojantes cuestiones de Rojiquistán. ¿Alguien duda que los equipos de futbol son y están por decisión de las instituciones? Si uno escarba la prensa local en cualquier lugar de esta democracia futbolera comprobará las ingenierías y reingenierías que se están produciendo a marchas forzadas antes de los próximos comicios. Ingenierías, por así decir, de seiscientos y de Ferrari. Con hombres de paja, fundaciones interpuestas, potentados indios, o Royal Emirates. No sólo de piratas Ruíz Mateos vive el futbol nacional. No sólo el inescrupuloso Gil manipulaba a discreción el urbanismo. ¿Alguien dudaba que el Getafe era mantenido por el Ayuntamiento del Presidente de la FEMP y que el Sr. Torres era un hombre de paja? Es el mismo caso que aquel Leganés lleno de argentinos que huían del corralito: ingeniería del panem et circenses. Toman a los ciudadanos por tontos futboleros, pero todo eso cuesta dinero…y muchos brokers de mucho o medio pelo intermediando para las ingenierías.
- ¿Por qué la presidencia de don Ángel Torres del Royal Emirates Getafe hasta junio de 2012? se preguntarán los más razonables. Pues muy sencillo: si se mantiene el presidente de la FEMP en la alcaldía tras los comicios próximos hay tiempo suficiente para “reconvenir” y vestir el mono en los cuatro años venideros: la ingeniería se desmonta, se pagan los corretajes de los intermediarios y actores y se monta otra faramalla por cuatro años. Pero eso no sólo pasa en Getafe sino en Murcia, en Roquetas, en Soria, en Santander, o en cualquier otro Ayuntamiento por pequeño que sea. Como las torres de Chamartín, vamos. El cuento de nunca acabar, la hipocresía patria. La socialización de la desvergüenza autonómica y local.
- Y lo peor de todo es lo que vendrá después de las elecciones ¿o alguien piensa que trabajarán los ediles gratis por patriotismo? Los seres humanos necesitamos engañarnos para seguir viviendo, ya nos lo advirtió Emil Ciorán.
Pero el viajar y observar otros contextos tiene grandes ventajas. De regreso de Alicante el viejo Dacio Gil decidió darse una vuelta por el nuevo aeropuerto. Es sorprendente la cantidad de vuelos Low Cost que llegar y parten a las más diversas procedencias. La nueva terminal de llegadas (y también la de salidas) de este nuevo aeropuerto es un curso acelerado sobre abrazos. Media hora se detuvo el viejo Gil en esta terminal y pudo comprobar el hambre de piel y sentimiento que padecemos los europeos, los ciudadanos del mundo. Es imposible resumir aquí y hacer una taxonimía de los abrazos contemplados en 30 minutos. Pocos de los observados eran españoles en apariencia pero los abrazos eran sobrecogedores, fantásticos. De largos minutos. De fusión completa. De transmisión sentimental. De hambre de piel. De contento y satisfacción. De alegría del añorado encuentro. Estos 30 minutos de voyeur convencieron al viejo Dacio Gil de que hay mucho, mucho bueno en el ser humano. Que el “te extraño” del bolero es verídico. Que la soledad se nos hace insoportable. El viejo Gil recomienda acudir al terminal de llegadas internacionales (en la de salidas el abrazo es más triste aunque igual de bellamente humano) si uno quiere observar a los seres humanos manifestándose en su sentido más puro, sin distinción de edades, sexo, condición o estado físico o mental. Comprobar in situ la satisfacción de la fusión con el ser querido o añorado. Eso si que es optimismo antropológico.
Pero al viejo Dacio Gil ahora le asalta una nueva interrogante ¿Por qué son tan poco efusivos en los abrazos los españoles comparados con los de otras nacionalidades nórdicas que esperan a los viajeros internacionales Low cost? Es cuestión de volver a hacer el voyeur en un aeropuerto allende las fronteras. El viejo Dacio Gil se ha hecho ese propósito. Tantos y tan largos abrazos merecen la pena. Aunque sólo sea para observarlos a prudente distancia como un mirón.
¡Se puede vivir sólo de abrazos! (al menos por un tiempo).
En el verdadero abrazo no hay low cost que valga. Ni se necesita financiación local.
lunes, 25 de abril de 2011
viernes, 22 de abril de 2011
SEXO, AMOR, PASIÓN Y MUERTE EN EL CAMPING.
Ayer marchó por fin el viejo Dacio Gil al MARQ para ver los tesoros del Ermitage recomendados por la dulce Lou. Aprovechó un día de lluvias intensas para acercarse al museo de la plaza alicantina del Doctor Gómez Ulla. Como siempre, la sugerencia de Lou era acertada. Además de apreciar joyas como el peine del túmulo de Solokha, la exposición hace pensar sobre la evolución del animal humano y sus invariables móviles que son el poder, el comercio, la explotación de los pocos sobre los muchos y el papel aglutinante y conformador de las religiones.
Mientras se encontraba el viejo Dacio Gil abstraído en sus cascos-guía (el veterousufructurario de esta Tribuna Alta Preferencia declinó ingresar en el turno de las 10.30 porque el mismo lo componían casi completamente los revoltosos integrantes del equipo de futbol juvenil de Almendralejo que acababa de competir en torneo de Torrevieja y lo pospuso para el turno de las 10.45) observando en la sala intermedia (“Escitas y el mundo clásico”) convenientemente oscurecida dos imponentes anillos de un oro macizo y labrado espectacularmente iluminados, se le acercó una bella joven de aspecto eslavo y muy discretamente le preguntó si era Dacio Gil, el amigo de Lou. Este bloguero terapéutico accidental no ocultó su sorpresa, pero contestó con un movimiento de cabeza de arriba abajo perpendicular al suelo. La escultural muchacha rubia sugirió trasladarnos fuera de la órbita de la vigilante jurado que custodiaba las joyas mientras el viejo Gil se quitaba los cascos explicativos de la muestra. La joven, que presentó sus credenciales identificándose como Isadora, residente en Torrevieja y mandataria verbal (pero escrita) de Lou, reconoció sin mediar transición que había sabido que Gil era Gil por la barba blanca y el aspecto inconfundible de Papá Nöel. Contó que había recibido una postal urgente desde Petersburgo signada por su familiar Lou Andreas Salomé en la que le encarecía que me intentase localizar para conocer de manera fiel el sabor dejado por la fiesta de los jueces y esa exposición del Ermitage. Tenía, además, el encargo de transmitir a este viejo Gil una invitación para acudir a la capital escénica europea a presenciar junto a Lou el espectáculo del alemán Peter Stein The broken jug representado por el Berliner Ensemble con Klaus Maria Brandauer a la cabeza. Para los días sucesivos Lou proponía visitar los 80 espectaculares teatros de San Petersburgo. El viejo Dacio Gil meneó la cabeza en señal de duda, pero asintió con levedad: dijo que muchas gracias, que lo consideraría. La muchacha o tenía prisa o le era embarazosa la tesitura. Quería irse cuanto antes tras haber cumplido el mandato. Casi al despedirse dijo con cierta confidencialidad: "la obra a la que le invita Lou es el cántaro roto de Heinrich von Kleist al que se refiera la fista de los jueces”. Y casi traspasado el umbral de la sala en la que se exponían las interconexiones escitas, griegas y romanas, se volvió y dijo sonrojada: “Si puede, no deje de ver la Basílica ortodoxa de Altea, es muy bonita y está construida con materiales nobles traídos de allá”. Gil le prometió que iría. Entretanto, trataba de asimilar la valía de Lou y el asombroso parecido de Isadora con la diosa. Meditaba absorto ante tanta historia. Añoraba a Lou del alma.
La recuperación en todo el mundo del romántico teutón Kleist (que terminó suicidándose junto a su novia en una extrema manifestación de puro amor; que, de seguro, hoy habría sido considerada “violencia machista de género” de manera incontrovertible ) denota que en todo lugar se vive una auténtica borrachera judicial en la que el Estado de derecho es un mero espantajo deforme que no consigue ya tapar las incongruencias y perversiones de todo orden que presentan las oficinas judiciales. En Rojiquistán y en Constantinopla; en Estambul o en Aman; en Ecuador o en la Australia en la que acaba de establecerse la mercantil textil Inditex del señor Isla.
El viejo Dacio Gil se sigue empapando de la realidad alicantina observando lo que alcanza a ver, leer y escuchar en esta tierra en la que las constantes vitales recobran umbrales higiénicos, la mente se relaja y el alma se serena con el mar y con tanta devoción a la Semana Santa por las calles de la capital de la provincia y todas sus comarcas. Esas observaciones se concretan, más o menos, en estos sueltos:
- Los diarios tanto nacionales como locales se encuentran en plena campaña electoral. Cada uno a "lo suyo”: alabar a los próximos y jugar a romper la candidatura de los ajenos.
- Los diarios ya no son hojas parroquiales sino que parecen “hojas judiciales”, dada la cantidad de información forense que insertan sobre el encanallamiento de la vida pública en época electoral. Va a ser necesario un curso acelerado por correspondencia de práctica procesal para entender algo.
- Si uno se topa por primera vez con la prensa alicantina cree remontarse 30 años atrás: que si Sánchez de León habla de sanidad; que si Castedo habla de televisiones, de planes de urbanismo y de patrimonio. Y es sólo un pequeño ejemplo.
- El lenguaje simple de los diarios es otra de las características que se aprecian. Escriben como si Alicante estuviese plagada de tiendas de campaña y caravanas (aunque sean de desguace francesas convenientemente “rehabilitadas” por ITVs corruptas de la provincia, tal como cuenta la prensa). Según se lee la comunidad valenciana es un enorme camping: se habla de campistas por todas partes. Campistas y no acampados, que debería ser lo mismo. Al parecer campista viene de Camps…
- De otra parte, en Benidorm sólo de habla de Amor. Hace años Benidorm era sinónimo de sexo fácil con las turistas festivas inglesas y los turistas de la misma nacionalidad e intenciones. Hoy no, hoy es sólo Amor. Tema éste que persigue el viejo Dacio Gil cual sabueso entrenado al efecto. Pero es otro Amor. O, mejor dicho, otra Amor. Se refiere a una representante autonómica (ripollista, parece) que abandona el PP para presentarse con su propio partido: Gema Amor se llama la heterodoxa (o la visionaria del chollo económico de la bisagra) que larga y larga contra el cabeza de lista del PP y los acampados (por lo de ocupar un lugar) en general. Acaso haya recibido cantos de sirena de futura colaboración electoral con el esperpento del PSOE en la localidad. La política es una profesión en la que hay que calcular los réditos, pues fuera es evidente que hace mucho frío.
- Pero es un lío. Por una lado, según sendas noticias del periódico Información, los maestros “acamparán” en el espacio público en protesta por las medidas adoptadas por los campistas de la Generalitat. Por otro lado, el 22 de abril Información titula a toda página , en la 31, “acampados entre ordenadores” para anunciar el VII Lan Party Elx, una especie de convivencia informática. En estos casos –como puede observarse- se trata de “acampados” no de “campistas”. El matíz es importante aunque la práctica de camping siga siendo la misma y quienes practican este tipo de turismo suelan ser llamados campistas. Cuestiones de léxico. Seguro.
- Benidorm es también sinónimo de muerte pues la noche cumbre de Rojiquistán (el derby Madrid-Barca) un joven seguidor del Barsa, de Pedreguer el pobre, que decidió salir de marcha en Benidorm tras el musculoso partido, recibió una puñalada mortal por ser del equipo de Messi y evidenciarlo. Las guerrillas deportivas en Rojiquistán ya tienen sus propios muertos: sucio patrioterismo deportivo. Locura de muerte en tierra de Amor y diversión bajo luz de luna.
- La luna llena, cuando riela en el mar, es de una belleza indescriptible e inolvidable. Uno lee Luna, Luna y Luna en la prensa, pero no referido al astro del amor que en su máximo esplendor fomenta los más apasionados enamoramientos sino en relación a un político profesional que ha recorrido ya casi todo el escalafón y que ha envejecido con su traje de sinecurista público. Se refieren a Angel Luna, con cara de buen chico, pero que recientemente ha salido bien parado de un proceso judicial. El vómito de la judicialización de la política arrojado contra el adversario.
- Para comprobar que la política es una profesión no mas que observar la panorámica “imagen corporativa”, todos de blanco, de los candidatos del PSOE a San Vicente del Raspeig, bajo el lema En San Vicente decides tú y el sublema transparencia y participación. Y para contrarrestar su efecto la fotografía de los 27 integrantes de la candidatura del PP delante de su sede electoral en la calle Mayor. Los directores o directoras de campaña marcan las pautas, los profesionales obedecen y los electores, si quieren, votan…
- Y hablemos de trajes. Con los trajes de Gurtel es difícil llegar a ser Petronio el árbitro de la elegancia. El convaleciente Camps no viste como un pincel como su antecesor el exalcalde de Benidorm, Zaplana; es otra cosa, es como vestir de Zara. Los señoritos , los parvenús y los aspirantes (de toda laya) a pijos tratan de vestir de sastre. No de Burgos como el Rey, pero casi, casi. Ahora resulta que Rodríguez Zapatero es considerado (?) un hombre elegante (¡válgame Dios!), o eso nos dicen. Terminarán diciendo que Pepiño (que también viste ahora a medida. Vivir para ver: es como imaginar al asno con porte de marqués) también es elegante como verdaderamente lo es Boyer o lo era Areilza, que se cambiaban de camisa y de chaqueta (a medida y personalizadas off course) al medio día y tenían aleccionados a sus subordinados para que tuviesen una impoluta y pulcramente planchada camisa en su despacho para su elegante sustitución tras la comida oficial. ¿Zapatero elegante?, ¡Dios mío, qué cosas hay que leer! Gurtel y el sastre: pocas diferencias si no son mamadas desde la alta cuna.
- Ya que estamos de elegancia de la Casa Real (Don Juan Carlos, Marichalar, doña Elena, doña Letizia, el Príncipe…), llama la atención la ocultación en Semana Santa de los Píncipes herederos y sus retoños, que no estarán ni en Mallorca ni en el Godó. Parece impensable que se encuentren en Siria…
- Por cierto, es asombroso el parecido de don Felipe con Bachar El Asad en las fotos que reparten las agencias. Tan asombrosa como la similitud del estado de alarma que ha estado vigente en ambos países y cuya excepcionalidad se mantiene bajo cuerda. No es extraño que don Felipe se haya dejado la barba a instancia de sus asesores de imagen, para evitar los comentarios. Para evitar suspicacias con las similitudes de la principesca pareja con la reina de Jordania y el Presidente de Siria. Dicho sea con todos los respetos pero sopesando milimétricamente el lenguaje no verbal.
- El diario nacional ABC dedica una página hoy a la localidad palentina de Tariego del Cerrato, una bella localidad horadada de cavas muy próxima a Venta de Baños. Tariego es una localidad de buena gente. Quienes han venido a perturbar la convivencia han sido los mesoneros y mesoneras que han tomado la localidad como propiedad llegando hasta presentarse de alcaldesa para defender los arbitrarios privilegios fácticos del Mesón. Tariego es también la cuna del grandísimo administrativista e historiador constitucional y de la burocracia y mejor persona don Alejandro Nieto García. Nieto es el mejor defensor de Tariego y ha noticiado su historia y sus corruptelas administrativo-mesoneras. Ahora resulta que esa localidad del Cerrato palentino sale a la luz a toda página por ser el lugar de nacimiento de Antonio Troitiño. Si, Troitiño el de la parrala judicial y el de los ladridos de unos y otros. Lástima. Tariego del Cerrato merece otro tratamiento no sólo por el buen restaurante Chesmy, sino por contener la historia viva del insigne Alejandro Nieto. Y que conste que cuando Antonio Troitiño se marchó a dónde quiera que esté era un hombre judicialmente libre ¿O no? Todo lo demás son ladridos de Doberman electoral. Como pasa siempre, para condicionar la sedicente “elección racional” y simplificar los programas electorales con emociones inducidas por los laboratorios de campaña.
- Y, en fin, una pequeña coda, sobre el triunfo del músculo en la final de la Copa del Rey abollada por un niñato millonario y duro en las entradas. La prensa dedica cientos de páginas a esta final de lucha libre. Era paradigmático ver correr y correr a los jugadores del Real para tapar huecos, como si se tratasen de los jugadores del Alcoyano o los del Eibar, dicho sea con todos los respetos para los jugadores alcoyanos y eibarreses. Tanto dinero en frenético y duro movimiento para tapar huecos parecía evocar a los asesores de Salgado y Zapatero para robar a sus funcionarios quitando de aquí y de allá violentando la legalidad, la ética y la estética. Mientras, Florentino como Botín, sacando rendimiento publicitario a los dispendios con sus mimados. ¿Y por ese frenético y musculoso tapar huecos hay muertes humanas? ¿De verdad merece la pena? ¿Qué pensarán Di Stefano, Maradona, Pelé o Cruiff que no les importaba recibir goles en contra porque sabían que terminarían marcando ellos varios más para terminar ganando por 7-6, 5-4, 10-9 o lo que fuere con tal de marcar un gol más que el contrario buscando la belleza del gol en un deporte aristocráticamente estético aunque raquíticamente remunerado? ¿Qué pensarán en Valencia que se cansaron y se cansan de Benítez, Ranieri y Emery por amarrateguis? Puro dislate. Ahora los niñatos millonarios corren como obreretes...y la masa ruge, se sube a las estatuas y hasta acuchilla. Celebra el músculo frente a la fantasía. El mundo al revés. O el espejo de lo que hay sin ornamentos.
- La estética del viejo Dacio Gil no está por el músculo y la defensa. Prefiere la imaginación, el sueño, la fantasía. Tapar huecos como posesos yendo de un lado a otro como autómatas o enjenados es propio de los Salgados y Zapateros de Rojiquistán. La belleza debe de ser otra cosa. Florentino lo sabe pues vive una vida con los placeres de los señoritos, pero, para seguir viviendo así, se las ingenia para dar carnaza al pueblo. El eterno Panem et circenses.
Mientras se encontraba el viejo Dacio Gil abstraído en sus cascos-guía (el veterousufructurario de esta Tribuna Alta Preferencia declinó ingresar en el turno de las 10.30 porque el mismo lo componían casi completamente los revoltosos integrantes del equipo de futbol juvenil de Almendralejo que acababa de competir en torneo de Torrevieja y lo pospuso para el turno de las 10.45) observando en la sala intermedia (“Escitas y el mundo clásico”) convenientemente oscurecida dos imponentes anillos de un oro macizo y labrado espectacularmente iluminados, se le acercó una bella joven de aspecto eslavo y muy discretamente le preguntó si era Dacio Gil, el amigo de Lou. Este bloguero terapéutico accidental no ocultó su sorpresa, pero contestó con un movimiento de cabeza de arriba abajo perpendicular al suelo. La escultural muchacha rubia sugirió trasladarnos fuera de la órbita de la vigilante jurado que custodiaba las joyas mientras el viejo Gil se quitaba los cascos explicativos de la muestra. La joven, que presentó sus credenciales identificándose como Isadora, residente en Torrevieja y mandataria verbal (pero escrita) de Lou, reconoció sin mediar transición que había sabido que Gil era Gil por la barba blanca y el aspecto inconfundible de Papá Nöel. Contó que había recibido una postal urgente desde Petersburgo signada por su familiar Lou Andreas Salomé en la que le encarecía que me intentase localizar para conocer de manera fiel el sabor dejado por la fiesta de los jueces y esa exposición del Ermitage. Tenía, además, el encargo de transmitir a este viejo Gil una invitación para acudir a la capital escénica europea a presenciar junto a Lou el espectáculo del alemán Peter Stein The broken jug representado por el Berliner Ensemble con Klaus Maria Brandauer a la cabeza. Para los días sucesivos Lou proponía visitar los 80 espectaculares teatros de San Petersburgo. El viejo Dacio Gil meneó la cabeza en señal de duda, pero asintió con levedad: dijo que muchas gracias, que lo consideraría. La muchacha o tenía prisa o le era embarazosa la tesitura. Quería irse cuanto antes tras haber cumplido el mandato. Casi al despedirse dijo con cierta confidencialidad: "la obra a la que le invita Lou es el cántaro roto de Heinrich von Kleist al que se refiera la fista de los jueces”. Y casi traspasado el umbral de la sala en la que se exponían las interconexiones escitas, griegas y romanas, se volvió y dijo sonrojada: “Si puede, no deje de ver la Basílica ortodoxa de Altea, es muy bonita y está construida con materiales nobles traídos de allá”. Gil le prometió que iría. Entretanto, trataba de asimilar la valía de Lou y el asombroso parecido de Isadora con la diosa. Meditaba absorto ante tanta historia. Añoraba a Lou del alma.
La recuperación en todo el mundo del romántico teutón Kleist (que terminó suicidándose junto a su novia en una extrema manifestación de puro amor; que, de seguro, hoy habría sido considerada “violencia machista de género” de manera incontrovertible ) denota que en todo lugar se vive una auténtica borrachera judicial en la que el Estado de derecho es un mero espantajo deforme que no consigue ya tapar las incongruencias y perversiones de todo orden que presentan las oficinas judiciales. En Rojiquistán y en Constantinopla; en Estambul o en Aman; en Ecuador o en la Australia en la que acaba de establecerse la mercantil textil Inditex del señor Isla.
El viejo Dacio Gil se sigue empapando de la realidad alicantina observando lo que alcanza a ver, leer y escuchar en esta tierra en la que las constantes vitales recobran umbrales higiénicos, la mente se relaja y el alma se serena con el mar y con tanta devoción a la Semana Santa por las calles de la capital de la provincia y todas sus comarcas. Esas observaciones se concretan, más o menos, en estos sueltos:
- Los diarios tanto nacionales como locales se encuentran en plena campaña electoral. Cada uno a "lo suyo”: alabar a los próximos y jugar a romper la candidatura de los ajenos.
- Los diarios ya no son hojas parroquiales sino que parecen “hojas judiciales”, dada la cantidad de información forense que insertan sobre el encanallamiento de la vida pública en época electoral. Va a ser necesario un curso acelerado por correspondencia de práctica procesal para entender algo.
- Si uno se topa por primera vez con la prensa alicantina cree remontarse 30 años atrás: que si Sánchez de León habla de sanidad; que si Castedo habla de televisiones, de planes de urbanismo y de patrimonio. Y es sólo un pequeño ejemplo.
- El lenguaje simple de los diarios es otra de las características que se aprecian. Escriben como si Alicante estuviese plagada de tiendas de campaña y caravanas (aunque sean de desguace francesas convenientemente “rehabilitadas” por ITVs corruptas de la provincia, tal como cuenta la prensa). Según se lee la comunidad valenciana es un enorme camping: se habla de campistas por todas partes. Campistas y no acampados, que debería ser lo mismo. Al parecer campista viene de Camps…
- De otra parte, en Benidorm sólo de habla de Amor. Hace años Benidorm era sinónimo de sexo fácil con las turistas festivas inglesas y los turistas de la misma nacionalidad e intenciones. Hoy no, hoy es sólo Amor. Tema éste que persigue el viejo Dacio Gil cual sabueso entrenado al efecto. Pero es otro Amor. O, mejor dicho, otra Amor. Se refiere a una representante autonómica (ripollista, parece) que abandona el PP para presentarse con su propio partido: Gema Amor se llama la heterodoxa (o la visionaria del chollo económico de la bisagra) que larga y larga contra el cabeza de lista del PP y los acampados (por lo de ocupar un lugar) en general. Acaso haya recibido cantos de sirena de futura colaboración electoral con el esperpento del PSOE en la localidad. La política es una profesión en la que hay que calcular los réditos, pues fuera es evidente que hace mucho frío.
- Pero es un lío. Por una lado, según sendas noticias del periódico Información, los maestros “acamparán” en el espacio público en protesta por las medidas adoptadas por los campistas de la Generalitat. Por otro lado, el 22 de abril Información titula a toda página , en la 31, “acampados entre ordenadores” para anunciar el VII Lan Party Elx, una especie de convivencia informática. En estos casos –como puede observarse- se trata de “acampados” no de “campistas”. El matíz es importante aunque la práctica de camping siga siendo la misma y quienes practican este tipo de turismo suelan ser llamados campistas. Cuestiones de léxico. Seguro.
- Benidorm es también sinónimo de muerte pues la noche cumbre de Rojiquistán (el derby Madrid-Barca) un joven seguidor del Barsa, de Pedreguer el pobre, que decidió salir de marcha en Benidorm tras el musculoso partido, recibió una puñalada mortal por ser del equipo de Messi y evidenciarlo. Las guerrillas deportivas en Rojiquistán ya tienen sus propios muertos: sucio patrioterismo deportivo. Locura de muerte en tierra de Amor y diversión bajo luz de luna.
- La luna llena, cuando riela en el mar, es de una belleza indescriptible e inolvidable. Uno lee Luna, Luna y Luna en la prensa, pero no referido al astro del amor que en su máximo esplendor fomenta los más apasionados enamoramientos sino en relación a un político profesional que ha recorrido ya casi todo el escalafón y que ha envejecido con su traje de sinecurista público. Se refieren a Angel Luna, con cara de buen chico, pero que recientemente ha salido bien parado de un proceso judicial. El vómito de la judicialización de la política arrojado contra el adversario.
- Para comprobar que la política es una profesión no mas que observar la panorámica “imagen corporativa”, todos de blanco, de los candidatos del PSOE a San Vicente del Raspeig, bajo el lema En San Vicente decides tú y el sublema transparencia y participación. Y para contrarrestar su efecto la fotografía de los 27 integrantes de la candidatura del PP delante de su sede electoral en la calle Mayor. Los directores o directoras de campaña marcan las pautas, los profesionales obedecen y los electores, si quieren, votan…
- Y hablemos de trajes. Con los trajes de Gurtel es difícil llegar a ser Petronio el árbitro de la elegancia. El convaleciente Camps no viste como un pincel como su antecesor el exalcalde de Benidorm, Zaplana; es otra cosa, es como vestir de Zara. Los señoritos , los parvenús y los aspirantes (de toda laya) a pijos tratan de vestir de sastre. No de Burgos como el Rey, pero casi, casi. Ahora resulta que Rodríguez Zapatero es considerado (?) un hombre elegante (¡válgame Dios!), o eso nos dicen. Terminarán diciendo que Pepiño (que también viste ahora a medida. Vivir para ver: es como imaginar al asno con porte de marqués) también es elegante como verdaderamente lo es Boyer o lo era Areilza, que se cambiaban de camisa y de chaqueta (a medida y personalizadas off course) al medio día y tenían aleccionados a sus subordinados para que tuviesen una impoluta y pulcramente planchada camisa en su despacho para su elegante sustitución tras la comida oficial. ¿Zapatero elegante?, ¡Dios mío, qué cosas hay que leer! Gurtel y el sastre: pocas diferencias si no son mamadas desde la alta cuna.
- Ya que estamos de elegancia de la Casa Real (Don Juan Carlos, Marichalar, doña Elena, doña Letizia, el Príncipe…), llama la atención la ocultación en Semana Santa de los Píncipes herederos y sus retoños, que no estarán ni en Mallorca ni en el Godó. Parece impensable que se encuentren en Siria…
- Por cierto, es asombroso el parecido de don Felipe con Bachar El Asad en las fotos que reparten las agencias. Tan asombrosa como la similitud del estado de alarma que ha estado vigente en ambos países y cuya excepcionalidad se mantiene bajo cuerda. No es extraño que don Felipe se haya dejado la barba a instancia de sus asesores de imagen, para evitar los comentarios. Para evitar suspicacias con las similitudes de la principesca pareja con la reina de Jordania y el Presidente de Siria. Dicho sea con todos los respetos pero sopesando milimétricamente el lenguaje no verbal.
- El diario nacional ABC dedica una página hoy a la localidad palentina de Tariego del Cerrato, una bella localidad horadada de cavas muy próxima a Venta de Baños. Tariego es una localidad de buena gente. Quienes han venido a perturbar la convivencia han sido los mesoneros y mesoneras que han tomado la localidad como propiedad llegando hasta presentarse de alcaldesa para defender los arbitrarios privilegios fácticos del Mesón. Tariego es también la cuna del grandísimo administrativista e historiador constitucional y de la burocracia y mejor persona don Alejandro Nieto García. Nieto es el mejor defensor de Tariego y ha noticiado su historia y sus corruptelas administrativo-mesoneras. Ahora resulta que esa localidad del Cerrato palentino sale a la luz a toda página por ser el lugar de nacimiento de Antonio Troitiño. Si, Troitiño el de la parrala judicial y el de los ladridos de unos y otros. Lástima. Tariego del Cerrato merece otro tratamiento no sólo por el buen restaurante Chesmy, sino por contener la historia viva del insigne Alejandro Nieto. Y que conste que cuando Antonio Troitiño se marchó a dónde quiera que esté era un hombre judicialmente libre ¿O no? Todo lo demás son ladridos de Doberman electoral. Como pasa siempre, para condicionar la sedicente “elección racional” y simplificar los programas electorales con emociones inducidas por los laboratorios de campaña.
- Y, en fin, una pequeña coda, sobre el triunfo del músculo en la final de la Copa del Rey abollada por un niñato millonario y duro en las entradas. La prensa dedica cientos de páginas a esta final de lucha libre. Era paradigmático ver correr y correr a los jugadores del Real para tapar huecos, como si se tratasen de los jugadores del Alcoyano o los del Eibar, dicho sea con todos los respetos para los jugadores alcoyanos y eibarreses. Tanto dinero en frenético y duro movimiento para tapar huecos parecía evocar a los asesores de Salgado y Zapatero para robar a sus funcionarios quitando de aquí y de allá violentando la legalidad, la ética y la estética. Mientras, Florentino como Botín, sacando rendimiento publicitario a los dispendios con sus mimados. ¿Y por ese frenético y musculoso tapar huecos hay muertes humanas? ¿De verdad merece la pena? ¿Qué pensarán Di Stefano, Maradona, Pelé o Cruiff que no les importaba recibir goles en contra porque sabían que terminarían marcando ellos varios más para terminar ganando por 7-6, 5-4, 10-9 o lo que fuere con tal de marcar un gol más que el contrario buscando la belleza del gol en un deporte aristocráticamente estético aunque raquíticamente remunerado? ¿Qué pensarán en Valencia que se cansaron y se cansan de Benítez, Ranieri y Emery por amarrateguis? Puro dislate. Ahora los niñatos millonarios corren como obreretes...y la masa ruge, se sube a las estatuas y hasta acuchilla. Celebra el músculo frente a la fantasía. El mundo al revés. O el espejo de lo que hay sin ornamentos.
- La estética del viejo Dacio Gil no está por el músculo y la defensa. Prefiere la imaginación, el sueño, la fantasía. Tapar huecos como posesos yendo de un lado a otro como autómatas o enjenados es propio de los Salgados y Zapateros de Rojiquistán. La belleza debe de ser otra cosa. Florentino lo sabe pues vive una vida con los placeres de los señoritos, pero, para seguir viviendo así, se las ingenia para dar carnaza al pueblo. El eterno Panem et circenses.
martes, 19 de abril de 2011
PERLITAS DESDE ROJIQUISTÁN.
Encontrábase el viejo Dacio Gil preparando su semana de libertad condicional para intentar alejarse de las ineficacias, inmoralidades y abdicación humana de las instituciones públicas y garantizadoras de Rojiquistán cuando recibió una carta de Lou desde el cielo de San Petersburgo en la que, además de mostrar cierta indignación por el penúltimo post en el que resultaba aludida en el encabezamiento, ponía en aviso a este su destinatario de una inminente exposición de piezas del Museo del Ermitage en el levante de esta sedicente democracia deportiva que es Rojiquistán. Aprovechaba Lou su misiva para recordar al veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia que la compañía teatral El Cruce se acercaba a esa localidad para representar La fiesta de los jueces. Además, no sin un grado alto de indignación, pone en conocimiento de este su viejo admirador-amante, que se viene anunciando en prensa, revistas y murales publicitarios una campaña en el Corte Inglés de lencería en cuya imagen aparece una hermosa joven cubriendo sus turgentes y proporcionados senos por un moderno sostén mientras se abrocha al cuello un enorme collar que parece de oro, como el oro del Ermitage ahora expuesto. La publicidad anuncia –cuenta Lou y ha podido apreciar este viejo Gil- que por la compra de sujetadores y demás lencería se puede ganar un fin de semana y una cena ¡románticos! en París. Y la magnífica Lou, a la que Nietzsche criticó por su escasos senos, cuenta a esta viejo Gil que la campaña de la hermosa joven estéticamente dotada de curvas pectorales se titula Paris est à LOU. Lou –grande ella siempre- no se queja por lo perjudicada que pueda resultar en el término de comparación con la bella joven sino por la utilización comercial del su nombre (acaso ignore Lou que hay también por las calles una campaña publicitaria de fragancias reconocidas como doble Lou, sobre el perfume Lou-Lou).
La coincidencia de la sugerencia de Lou, la exposición de los tesoros arqueológicos del Ermitage y la representación de La fiesta de los jueces persuadieron de inmediato al viejo Gil a la hora de hacer el hatillo en busca de su ansiada libertad condicional institucional: En vez de hacia la Soria pura se dirigiría hacia Alicante aunque ya no buscaría el cobijo económico del talonotel de la familia Alonso que ha diseñado, al parecer, su campaña de suspensión actividad y de pagos de consuno con la familia Ruiz Mateos. En este caso –como todo en Rojiquistán- la ley concursal haciendo sangre.
Para matar el tiempo muerto entre ir al museo y acudir al teatro, el viejo dacio Gil se hizo con la prensa que en ese día celebraba una de las fiestas nacionales: el Real Madrid- Barsa que se vive en todo el territorio de Rojiquistán con el fervor, la devoción y el recogimiento que otrora tenía la Semana Santa. Lo de recogimiento viene al caso porque el viejo Dacio Gil paseó por la costanera el sábado a las 10 de la noche y todos los restaurantes o bien estaban vacíos o bien con una ínfima clientela o estaban literalmente cerrados: prácticamente nadie paseaba a esas horas por las calles y el silencio sólo era turbado, más turbado, por el estallido precoz y nervioso de algún cohete o petardo inflamado por algún incontinente futbolero. Una manía que hemos incorporado de la vieja Europa para amasar más polución a la ya existente: ahora nocturna y explosiva. Polución infértil, como pasa siempre, pues luego todo quedó en agua de borrajas por el dictado de un juez repeinado (y, según parece, de ascensión nepótica) que tuvo a bien pitar salomónicamente sendos penlaties…para que la tensión pueda prolongarse hasta la final de la copa.
La lectura de la prensa en el interregno (un vocablo muy propio de Pessoa, un Dios sobre el que se volverá en breve, entreverado con alguna cita de Lou) entre los acontecimientos culturales ha generado las siguientes pepitas:
- Se percibe un penetrante tufo a elecciones pues es sospechoso que los políticos que van a contender en próximos comicios se fotografíen en torno al centro hospitalario en el que dicen haber sido operados. Dimensión humana y clínica (doblemente humana) del candidato. Nuevas técnicas de propaganda de candidatos electorales. Directores de campaña obligan.
- Se percibe un penetrante tufo a elecciones pues el fantasma de ETA es aireado por unos y por otros a su conveniencia. Tradicionales técnicas electorales. Tradicional caldo de cultivo de la sedicente “elección racional” o su contraria. Una banda y su sombra fantasmática.
- Los socialistas diciendo que hay que reducir gastos y racionalizar el uso del agua. Sus contrarios bipartidistas inaugurando auditorios varios e incluyendo en sus listas a candidatos obligatorios (haciendo casi como si no se conociesen).
- Los comunistas aferrados a la bandera tricolor. Un trapo es mal flotador, ni siquiera como acicate para tener fe en el difícil salvamento. Y mira que existimos republicanos de corazón… Pero la súbita capitalización partidaria atufa a fe electoralista impostada.
- Modificación del reglamento de extranjería para animar a votar a los nuevos votantes de allende las fronteras.
- Programa Acredita para contentar y dar pan (y la cualificación retribuida de “evaluador”) a los sindicatos. Carnaza para unos y para otros. Expectativa lícita para algunos escasos hombres y mujeres de buena fe en eso de la Formación Profesional cabal.
- Múltiples apellidos (Ruz, Garzón, Gómez Bermúdez, Pedreira, Mercedes Alaya, Pilar de la Oliva… et alii). La imagen de la Justicia ya no tiene tapados los ojos. Aparecen sus operadores/as en las fotos a ojos descubiertos. Sus intenciones no están del todo descubiertas. La fiesta de los jueces en estado puro.
- Amenaza no ya del infierno, sino de prisión a los clientes de las prostitutas. Promesas electorales (en la Francia de Sarkozy). Luego, si lo de los clientes de las meretrices se calma, se volverá a intentar la lapidación de inmigrantes…
- Pifia eterna de las Cajas de Ahorro. La CAM como paradigma. Ingeniería sobre ingeniería. Ahora la hermana de la directora general se coloca en puesto relevante para ser absorbida en breve. Reingeniería contingente ¡Vaya marro!
- A Evo Morales, otrora prestidigitador de El Alto, le crecen los enanos. Trabajadores, sindicatos, policías etc., se manifiestan contra Evo Morales que se recluye en la plaza Murillo y no sale de la Casa Quemada. Se ha vuelto atrás con la subida de los carburantes (en La Paz es obligado subir las empinadísimas calles en pequeños vehículos colectivos). Quienes apoyaron con sus votos al Evo se sienten traicionados. Evo parece venir haciendo (J. Petras dixit) los ajustes que demanda la Doctrina del Shock.
- Las grandes empresas critican y reconvienen a Zapatero mientras aplican a discreción prejubilaciones y stock options. Habrá que decir "No sólo Zapatero", como antes se dijo "No sólo Hitler". Hay demasiados verdugos voluntarios en este peculiar sistema hispano llamado de con-vivencia.
- Anuncio a toda página en todos los diarios nacionales: “Acelera tu futuro con las becas fórmula Santander”. Debería hablar de estudios y de excelencia universitaria. Pero, ¿cuál es el signo distintivo? Massa, Alonso, Botín, Hamilton, Button. De risa. De pena. Paradigmático de cuanto pasa.
- Caso Millet. Nueva nausea. Financiación irregular. Ahora unos, luego otros y así sucesivamente…
- Secondat (exTC, ministro UCD y catedrático con Franco)) en El Mundo habla de “la gran farsa financiera”. Y concluye: “Los simples ciudadanos contemplan el espectáculo y padecen las consecuencias de que unos pocos controlen, en beneficio propio, la marcha económica del mundo. ¡asombroso, pero cierto!”. Acaso otro Stephane Hessel. A la vejez viruela...
- Hablando de Hessel, en el mismo diario, Cayetana Guillén Cuervo lo alaba, mientras Manuel Hidalgo exhuma la trama del film Jules et Jim y no acierta a comprender ni éxito ni argumento (“pescozón de cura afable” dice); considera ¡Indignaos! hoja parroquial. Como antídoto anima a leer a Tony Judt (“Algo va mal”): “El comienzo de un cambio consiste –dice el periodista- hoy en ser capaz de leer un libro de verdad”.
- Leer, leer deberían leerse las traducciones de Miguel Martinez-Lage, que nos ha dejado traicionando al traductor. Magnífico traductor de todos los libros de Alain de Botton: amor, tiempo, sufrimiento, Proust, filosofía, viajes, ansiedad, status, arquitectura, trabajo. Todo traducido con fidelidad.
- Ana María Matute en Doce más una de El Mundo: "No me gusta terminar", como a don Fernando; "desde Caín estamos en postguerra", como Judt; “Los grandes escritores le dan un poco al frasco”, como Joseph Roth, ; “siempre he sido vieja”, como Dacio Gil el viejo.
- Letizia y Rania. Rania y Letizia. Algo más que símbolos dinásticos intercambiables y tradición monárquica… Sapere aude.
- Bombas de racimo y racimo de muertes. Algo va mal bajo mil capas de sonrojante silencio.
- Aumentarán a velocidad de vértigo las multas de racimo de radares en Semana Santa a los automovilistas de duermevela.
- Ernesto Caballero se ha colocado en la cima teatral y recibe general reconocimiento y premios como director de escena. Pero, en puridad, no debería serlo por El café de Negrín ya que ésta es una obra realizada por encargo y en algún punto desfallece la tensión y la frescura por ajustarse al objeto del mandante. Mejor, mucho mejor, la fiesta de los jueces (teatroelcruce). Más verídica. Éxito también en Alicante: Santiago Ramos, Juan Carlos Talavera; Paco Torres; Karina Garantivá inmensos. Todos. La fiesta de los jueces no es una obra de encargo (al menos que se sepa). No debería perdérsela quien aún tenga la ocasión de poder verla. La Residencia de estudiantes era el reducto de la burguesía culta. Los Jueces (¡ay los jueces y juezas!)... esa es otra historia.
- Y además esperpento en Cuba, Libia, Siria, Marruecos, Finlandia etc., etc., etc. El devenir social y político del animal humano.
- Se nos ha ido Alfonso Martínez, el pivot hispano por antonomasia. Un metro noventa y cuatro de humanidad e inteligencia supletoria de centímetros. El viejo Dacio Gil le debe buena parte de su afición al basket. A él y a Moncho Monsalve. Épica su lucha por la captura de rebotes contra Andreiev y Tachenko. Un gigante pequeño. Un Gaínza del baloncesto. El musolari de la zona. El genio del engaño.
La coincidencia de la sugerencia de Lou, la exposición de los tesoros arqueológicos del Ermitage y la representación de La fiesta de los jueces persuadieron de inmediato al viejo Gil a la hora de hacer el hatillo en busca de su ansiada libertad condicional institucional: En vez de hacia la Soria pura se dirigiría hacia Alicante aunque ya no buscaría el cobijo económico del talonotel de la familia Alonso que ha diseñado, al parecer, su campaña de suspensión actividad y de pagos de consuno con la familia Ruiz Mateos. En este caso –como todo en Rojiquistán- la ley concursal haciendo sangre.
Para matar el tiempo muerto entre ir al museo y acudir al teatro, el viejo dacio Gil se hizo con la prensa que en ese día celebraba una de las fiestas nacionales: el Real Madrid- Barsa que se vive en todo el territorio de Rojiquistán con el fervor, la devoción y el recogimiento que otrora tenía la Semana Santa. Lo de recogimiento viene al caso porque el viejo Dacio Gil paseó por la costanera el sábado a las 10 de la noche y todos los restaurantes o bien estaban vacíos o bien con una ínfima clientela o estaban literalmente cerrados: prácticamente nadie paseaba a esas horas por las calles y el silencio sólo era turbado, más turbado, por el estallido precoz y nervioso de algún cohete o petardo inflamado por algún incontinente futbolero. Una manía que hemos incorporado de la vieja Europa para amasar más polución a la ya existente: ahora nocturna y explosiva. Polución infértil, como pasa siempre, pues luego todo quedó en agua de borrajas por el dictado de un juez repeinado (y, según parece, de ascensión nepótica) que tuvo a bien pitar salomónicamente sendos penlaties…para que la tensión pueda prolongarse hasta la final de la copa.
La lectura de la prensa en el interregno (un vocablo muy propio de Pessoa, un Dios sobre el que se volverá en breve, entreverado con alguna cita de Lou) entre los acontecimientos culturales ha generado las siguientes pepitas:
- Se percibe un penetrante tufo a elecciones pues es sospechoso que los políticos que van a contender en próximos comicios se fotografíen en torno al centro hospitalario en el que dicen haber sido operados. Dimensión humana y clínica (doblemente humana) del candidato. Nuevas técnicas de propaganda de candidatos electorales. Directores de campaña obligan.
- Se percibe un penetrante tufo a elecciones pues el fantasma de ETA es aireado por unos y por otros a su conveniencia. Tradicionales técnicas electorales. Tradicional caldo de cultivo de la sedicente “elección racional” o su contraria. Una banda y su sombra fantasmática.
- Los socialistas diciendo que hay que reducir gastos y racionalizar el uso del agua. Sus contrarios bipartidistas inaugurando auditorios varios e incluyendo en sus listas a candidatos obligatorios (haciendo casi como si no se conociesen).
- Los comunistas aferrados a la bandera tricolor. Un trapo es mal flotador, ni siquiera como acicate para tener fe en el difícil salvamento. Y mira que existimos republicanos de corazón… Pero la súbita capitalización partidaria atufa a fe electoralista impostada.
- Modificación del reglamento de extranjería para animar a votar a los nuevos votantes de allende las fronteras.
- Programa Acredita para contentar y dar pan (y la cualificación retribuida de “evaluador”) a los sindicatos. Carnaza para unos y para otros. Expectativa lícita para algunos escasos hombres y mujeres de buena fe en eso de la Formación Profesional cabal.
- Múltiples apellidos (Ruz, Garzón, Gómez Bermúdez, Pedreira, Mercedes Alaya, Pilar de la Oliva… et alii). La imagen de la Justicia ya no tiene tapados los ojos. Aparecen sus operadores/as en las fotos a ojos descubiertos. Sus intenciones no están del todo descubiertas. La fiesta de los jueces en estado puro.
- Amenaza no ya del infierno, sino de prisión a los clientes de las prostitutas. Promesas electorales (en la Francia de Sarkozy). Luego, si lo de los clientes de las meretrices se calma, se volverá a intentar la lapidación de inmigrantes…
- Pifia eterna de las Cajas de Ahorro. La CAM como paradigma. Ingeniería sobre ingeniería. Ahora la hermana de la directora general se coloca en puesto relevante para ser absorbida en breve. Reingeniería contingente ¡Vaya marro!
- A Evo Morales, otrora prestidigitador de El Alto, le crecen los enanos. Trabajadores, sindicatos, policías etc., se manifiestan contra Evo Morales que se recluye en la plaza Murillo y no sale de la Casa Quemada. Se ha vuelto atrás con la subida de los carburantes (en La Paz es obligado subir las empinadísimas calles en pequeños vehículos colectivos). Quienes apoyaron con sus votos al Evo se sienten traicionados. Evo parece venir haciendo (J. Petras dixit) los ajustes que demanda la Doctrina del Shock.
- Las grandes empresas critican y reconvienen a Zapatero mientras aplican a discreción prejubilaciones y stock options. Habrá que decir "No sólo Zapatero", como antes se dijo "No sólo Hitler". Hay demasiados verdugos voluntarios en este peculiar sistema hispano llamado de con-vivencia.
- Anuncio a toda página en todos los diarios nacionales: “Acelera tu futuro con las becas fórmula Santander”. Debería hablar de estudios y de excelencia universitaria. Pero, ¿cuál es el signo distintivo? Massa, Alonso, Botín, Hamilton, Button. De risa. De pena. Paradigmático de cuanto pasa.
- Caso Millet. Nueva nausea. Financiación irregular. Ahora unos, luego otros y así sucesivamente…
- Secondat (exTC, ministro UCD y catedrático con Franco)) en El Mundo habla de “la gran farsa financiera”. Y concluye: “Los simples ciudadanos contemplan el espectáculo y padecen las consecuencias de que unos pocos controlen, en beneficio propio, la marcha económica del mundo. ¡asombroso, pero cierto!”. Acaso otro Stephane Hessel. A la vejez viruela...
- Hablando de Hessel, en el mismo diario, Cayetana Guillén Cuervo lo alaba, mientras Manuel Hidalgo exhuma la trama del film Jules et Jim y no acierta a comprender ni éxito ni argumento (“pescozón de cura afable” dice); considera ¡Indignaos! hoja parroquial. Como antídoto anima a leer a Tony Judt (“Algo va mal”): “El comienzo de un cambio consiste –dice el periodista- hoy en ser capaz de leer un libro de verdad”.
- Leer, leer deberían leerse las traducciones de Miguel Martinez-Lage, que nos ha dejado traicionando al traductor. Magnífico traductor de todos los libros de Alain de Botton: amor, tiempo, sufrimiento, Proust, filosofía, viajes, ansiedad, status, arquitectura, trabajo. Todo traducido con fidelidad.
- Ana María Matute en Doce más una de El Mundo: "No me gusta terminar", como a don Fernando; "desde Caín estamos en postguerra", como Judt; “Los grandes escritores le dan un poco al frasco”, como Joseph Roth, ; “siempre he sido vieja”, como Dacio Gil el viejo.
- Letizia y Rania. Rania y Letizia. Algo más que símbolos dinásticos intercambiables y tradición monárquica… Sapere aude.
- Bombas de racimo y racimo de muertes. Algo va mal bajo mil capas de sonrojante silencio.
- Aumentarán a velocidad de vértigo las multas de racimo de radares en Semana Santa a los automovilistas de duermevela.
- Ernesto Caballero se ha colocado en la cima teatral y recibe general reconocimiento y premios como director de escena. Pero, en puridad, no debería serlo por El café de Negrín ya que ésta es una obra realizada por encargo y en algún punto desfallece la tensión y la frescura por ajustarse al objeto del mandante. Mejor, mucho mejor, la fiesta de los jueces (teatroelcruce). Más verídica. Éxito también en Alicante: Santiago Ramos, Juan Carlos Talavera; Paco Torres; Karina Garantivá inmensos. Todos. La fiesta de los jueces no es una obra de encargo (al menos que se sepa). No debería perdérsela quien aún tenga la ocasión de poder verla. La Residencia de estudiantes era el reducto de la burguesía culta. Los Jueces (¡ay los jueces y juezas!)... esa es otra historia.
- Y además esperpento en Cuba, Libia, Siria, Marruecos, Finlandia etc., etc., etc. El devenir social y político del animal humano.
- Se nos ha ido Alfonso Martínez, el pivot hispano por antonomasia. Un metro noventa y cuatro de humanidad e inteligencia supletoria de centímetros. El viejo Dacio Gil le debe buena parte de su afición al basket. A él y a Moncho Monsalve. Épica su lucha por la captura de rebotes contra Andreiev y Tachenko. Un gigante pequeño. Un Gaínza del baloncesto. El musolari de la zona. El genio del engaño.
lunes, 11 de abril de 2011
SOSTIENE PESSOA: EL AMOR ES COSA DE NIÑOS ... Y DE FUNCIONARIOS.
Sostenía Hölderlin que el hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona. El muy amado Fernando –hoy objeto de veneración por sectores amplios de la escasa intelectualidad, afortunadamente, por más que sea un tanto tarde- internalizó, con ciertos matices, esta máxima. Fernando soñó con muchas cosas. También soñó con el amor humano y lo hizo como lo que era: un dios. Un dios posiblemente niño pero también oficinista, funcionario.
Recientemente Carlos Eymar, en un capítulo de un ensayo absolutamente recomendable ( Pessoa o la poetización de la oficina en el libro el funcionario poeta. Fórcola. Madrid 2009) recordaba que el ortónimo Fernando “Persona” (“pessoa” es, obviamente, “persona” en portugués) le hizo la declaración de amor a su amada Ophelia (Si, si: amor, pasión, de hombre a mujer; señor Cavalcanti Filho) de una forma hamletiana, en el mejor escenario posible: en una oficina cualquiera donde la joven también prestaba sus servicios. En boca de su semi-heterónimo, Bernardo Soares, una de las innumerables personas de Pessoa (el propio poeta dijo que Bernardo era una mutilación de su propia personalidad: “soy él menos el raciocinio y la afectividad”), se decanta por cambiar la oficina por el albergue de los necios felices, pues ha desistido de intentar ser comprendido por sus coetáneos mayormente vulgares: afirma que ser comprendido en vida es haberse prostituido (“seré comprendido sólo en efigie, cuando el afecto ya no compense a quien murió del desafecto que sólo tuvo cuando estuvo vivo”). No aspira a que su patrón, cual jefe de negociado, le comprenda, pues cualquier jefe carece de sensibilidad y pensamiento analítico, porque están sordos y ciegos para el dolor y la desgracia que sus mandatos provocan. Los jefes no alcanzan a vivir fuera de la oficina pues la vida es –afirma categórico Pessoa- un “estado mental”. Como acertadamente apunta Eymar, la utopía pessoana pretende eliminar para siempre a los jefes y secuaces, superar esa intrínseca necesidad de engañar que corroe a todo gobierno o empresa. La lucidez de los mejores conduce, tan sólo, a una pacífica y perpetua lucha interior y a la construcción poética de un sueño imperial que se niega a cualquier confrontación con la realidad. En su primera declaración de amor, en el chispazo del estado naciente –y ésta debería ser verídica pues la contó en sus memorias su eterna enamorada Ophelia Queiroz- el poeta-universal-universo de personas transforma la oficina en el palacio de Hamlet. Tras la declaración de amor vendrán el beso robado y las sentidamente humanas cartas de amor. Pero esa es otra parte de la historia, no conviene atropellarse en los acontecimientos.
Antes de avanzar sobre las cartas de amor, para conjurar malentendidos, conviene de buen principio aclarar algo sobre el Fernando bosquejado en el anterior post. En primer lugar, en su vertiente filosófica o sociológica política. Del baúl lleno de gente (A. Tabucchi) se extrajeron miles de páginas sobre cuestiones políticas de su tiempo para una serie de tratados y ensayos que el poeta nunca concluyó, sobre sociología de la historia europea, el prejuicio revolucionario, el sufragio político o la república aristocrática. Estos fragmentos han sido recopilados en buena medida en España en 2003 por la editorial El Acantilado. En ellos Pessoa se alinéa entre quienes consideran que es labor de los intelectuales desmitificar la política para hacer valer los “derechos de la inteligencia”, pues los políticos fabrican a la par una organización y un “sueño”. Pessoa, en la convulsa época que le tocó vivir su vida humana y literaria se inclina, como Platón, por la opción de que gobiernen quienes ven más allá de lo visible. En ese sentido considera a los mejores los garantes de la democracia: sueña que los poetas dirijan los destinos de la organización humana. Abomina de la mentira (“el mundo está gobernado por la mentira: quien quiera despertar o gobernar este mundo deberá mentir como un loco y mejor éxito obtendrá cuanto más se mienta a sí mismo…”). Apuesta por el Estado de Transición criticando al régimen, a las instituciones y a las ideologías. Apunta con clarividencia que Portugal se resigna a ser un arrabal de Europa pues el conjunto de la nación “está dividida contra sí misma y polarizada entre un régimen en el cual no cree y una oposición al régimen en la que no confía". Apunta que se asiste a una guerra civil fría. La emprende con el sistema de partidos por falsear el libre juego de las instituciones a través de una financiación secreta (conoce bien el papel jugado por los lobbies en el "constitucionalismo inglés"). Sostiene que la autoridad ha degenerado en un régimen de opinión pública (“Europa, y nosotros en ella, ha seguido este curso fatal. Todos nos enfrentamos a un mismo problema político: extraer de la opinión un sistema de gobierno”; “el error de la democracia tiende a este malentendido: pretende fundar la opinión pública en la suma de las opiniones de los individuos nutridas por las inteligencias”). Se nota aquí el fino espíritu aristocrático del poeta. Y afirma categóricamente, como si se anticipara a lo que está por acontecer andando el tiempo en Europa y en el mundo que “la democracia moderna es la sistematización de la anarquía”. “Un país que adoptara unánimemente una opinión de costumbre no sería un país sino un rebaño. Un país que adoptara unánimente una opinión de intuición no sería un país sino un conjunto de sombras”. Con tristeza entre 1925 y 1928 concluye que “el fraude sustituyó a la ley”.
Como se puede apreciar, se trata de reflexiones rabiosamente actuales todas, pero sólo evidencian que el elegante Don Fernando cuando pensaba –y él no se cansaba de reiterar que no pensaba sino que se limitaba a ver- era dinamita contra la mediocridad reinante ("es por eso que el píncipe no ha reinado. Esta frase es del todo absurda. Y siento que en este momento las frases absurdas me provocan ganas de llorar"). Pero Fernando nos la pone dura a unos y pone húmedas a otras no por su pensamiento técnico político sino por su excepcionalidad de poeta y dramaturgo en gente. Todo un universo de personas. Una democracia dentro de sí. La santísima pluralidad que acertó a decir: Yo no reflexiono, sueño…
Lamentablemente, como siempre ocurre, el viejo Dacio Gil se ha perdido en la sinécdoque: ha tomado la parte por el todo y se ha demorado en los aspectos sociales para destacar la rabiosa actualidad de analista del extraño extranjero. Obligado es también, siquiera brevemente, conjurar el malentendido en el que parece caer Cavalcanti Filho en la reciente biografía de considerar probado que el gentleman Pessoa pudiese ser gay. Parece tan aventurado como considera gay a Nietzsche por sus afirmaciones sobre la pasión creadora reservada al intelectual y por sus galanteos fracasados con nuestra (de todos los hombres) amada Lou. Por cierto, Ophelia Queiroz también podría haberse vanagloriado de haber sido querida por una multitud de hombres (de personas), salvo el homosexual confeso y anti celestina Álvaro de Campos que siempre malmetió con sus consejos disuasorios a su amigo Pessoa ortónimo y heterónimo contra la enamorada Ofelita. Álvaro de Campos sí que es homosexual, pero no el distinguido y elegante don Fernando. Extraer de la homosexualidad del “amigo” la propia homosexualidad del poeta entraña demasiados riegos que de seguro habrá debido sopesar el nuevo biógrafo si pretende algo más que vender un libro escandalizando.
Don Fernando se cuidó muy mucho de no dejarse ver, la evolución de su propia relación con Ophelia es paradigmática, así como la posterior recusación del poeta del valor literario de las cartas de amor por él remitidas. Acaso al taciturno oficinista y excelso dramaturgo le faltó el valor demostrado por Lou de requisar a sus antiguos pretendientes todas sus misivas comprometedoras. O acaso Ophelia, ya en edad tardía, fue inducida a darlas publicidad traicionando el espíritu del poeta que no del hombre. A ello dedicaremos el siguiente post para no incurrir en amputaciones de la grandeza que merecen las figuras del drama em gente así como su Dios. Habrá que esperar a hacerse con la nueva biografía y ver si es aplicable a esa nueva obra aquel aforismo del enamorado de Ophelia de “una cosa me asombra más que la estupidez de la mayor parte de los hombres que viven sus vidas: es la inteligencia que hay en esa estupidez.”
Fernando Antonio Nogueira Pessoa, siempre elegantemente vestido y tocado, vivió una vida de camuflaje pues tenía claro que vivir no era necesario, que lo necesario era crear. Tras la anodina vida del oficinista se escondió una obra deslumbrante, genial, sin parangón posible en la literatura universal. Su drama em gente es una maravilla de sistema perfecto. Provisto de un engranaje no de cosas sino de personas que se afectan o se inter-sensacionan entre ellas (la expresión interactuar sería errónea en el universo passoano). Cuidó milimétricamente no ser nada y a pesar de parecer nada (“sólo existo para disfrazarme”; “estoy tan desnudo de mi propio ser que, en mí, existir es vestirse”), se cuidó también de publicitar que cabían en él todos los sueños del mundo. Incluído el amor: “Nunca hubo jamás alma tan amante o tan tierna como la mía, tan plena de gentileza, de compasión, de todo lo que se refiere a la ternura y al amor. Pero no hay alma tan insatisfecha como la mía.”
Una cosa está clara, don Fernando quiso amar el amor. ¿Pero amó también en el plano sexual o nunca llegó a consumar físicamente su amor como parece insinuar el nuevo biógrafo brasilero? A indagar este extremo se dedicará el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia en un próximo post. Valga como postrera sugerencia que en el universo pessoano constan afirmaciones como las siguientes:
- Un amor es un instinto sexual, pero no amamos con el instinto sexual sino con la presunción de otro sentimiento.
- Me gustaría darte un beso en la boca con exactitud y golosina y comerte la boca y comerme los besitos que hubiere allí escondidos y apoyarme en tu hombro y resbalar hacia la ternura de tus palomitas (…) y me gustaría que Bebé fuese una muñeca mía, y yo hacía lo que un niño, la desnudaba (…) y esto perece imposible que lo haya escrito un ente humano, pero está escrito por mí.
No es nada, pero nada aconsejable ni juicioso hurgar e inmiscuírse en las intimidades amorosas de dos seres humanos, pero habrá que escudriñar, cual detectives, en las intimidades de esta pareja de enamorados. Todo sea para que no desaparezca el indudable encanto de Fernando y su inmensa obra de relojería entre sensaciones de las personas.
Recientemente Carlos Eymar, en un capítulo de un ensayo absolutamente recomendable ( Pessoa o la poetización de la oficina en el libro el funcionario poeta. Fórcola. Madrid 2009) recordaba que el ortónimo Fernando “Persona” (“pessoa” es, obviamente, “persona” en portugués) le hizo la declaración de amor a su amada Ophelia (Si, si: amor, pasión, de hombre a mujer; señor Cavalcanti Filho) de una forma hamletiana, en el mejor escenario posible: en una oficina cualquiera donde la joven también prestaba sus servicios. En boca de su semi-heterónimo, Bernardo Soares, una de las innumerables personas de Pessoa (el propio poeta dijo que Bernardo era una mutilación de su propia personalidad: “soy él menos el raciocinio y la afectividad”), se decanta por cambiar la oficina por el albergue de los necios felices, pues ha desistido de intentar ser comprendido por sus coetáneos mayormente vulgares: afirma que ser comprendido en vida es haberse prostituido (“seré comprendido sólo en efigie, cuando el afecto ya no compense a quien murió del desafecto que sólo tuvo cuando estuvo vivo”). No aspira a que su patrón, cual jefe de negociado, le comprenda, pues cualquier jefe carece de sensibilidad y pensamiento analítico, porque están sordos y ciegos para el dolor y la desgracia que sus mandatos provocan. Los jefes no alcanzan a vivir fuera de la oficina pues la vida es –afirma categórico Pessoa- un “estado mental”. Como acertadamente apunta Eymar, la utopía pessoana pretende eliminar para siempre a los jefes y secuaces, superar esa intrínseca necesidad de engañar que corroe a todo gobierno o empresa. La lucidez de los mejores conduce, tan sólo, a una pacífica y perpetua lucha interior y a la construcción poética de un sueño imperial que se niega a cualquier confrontación con la realidad. En su primera declaración de amor, en el chispazo del estado naciente –y ésta debería ser verídica pues la contó en sus memorias su eterna enamorada Ophelia Queiroz- el poeta-universal-universo de personas transforma la oficina en el palacio de Hamlet. Tras la declaración de amor vendrán el beso robado y las sentidamente humanas cartas de amor. Pero esa es otra parte de la historia, no conviene atropellarse en los acontecimientos.
Antes de avanzar sobre las cartas de amor, para conjurar malentendidos, conviene de buen principio aclarar algo sobre el Fernando bosquejado en el anterior post. En primer lugar, en su vertiente filosófica o sociológica política. Del baúl lleno de gente (A. Tabucchi) se extrajeron miles de páginas sobre cuestiones políticas de su tiempo para una serie de tratados y ensayos que el poeta nunca concluyó, sobre sociología de la historia europea, el prejuicio revolucionario, el sufragio político o la república aristocrática. Estos fragmentos han sido recopilados en buena medida en España en 2003 por la editorial El Acantilado. En ellos Pessoa se alinéa entre quienes consideran que es labor de los intelectuales desmitificar la política para hacer valer los “derechos de la inteligencia”, pues los políticos fabrican a la par una organización y un “sueño”. Pessoa, en la convulsa época que le tocó vivir su vida humana y literaria se inclina, como Platón, por la opción de que gobiernen quienes ven más allá de lo visible. En ese sentido considera a los mejores los garantes de la democracia: sueña que los poetas dirijan los destinos de la organización humana. Abomina de la mentira (“el mundo está gobernado por la mentira: quien quiera despertar o gobernar este mundo deberá mentir como un loco y mejor éxito obtendrá cuanto más se mienta a sí mismo…”). Apuesta por el Estado de Transición criticando al régimen, a las instituciones y a las ideologías. Apunta con clarividencia que Portugal se resigna a ser un arrabal de Europa pues el conjunto de la nación “está dividida contra sí misma y polarizada entre un régimen en el cual no cree y una oposición al régimen en la que no confía". Apunta que se asiste a una guerra civil fría. La emprende con el sistema de partidos por falsear el libre juego de las instituciones a través de una financiación secreta (conoce bien el papel jugado por los lobbies en el "constitucionalismo inglés"). Sostiene que la autoridad ha degenerado en un régimen de opinión pública (“Europa, y nosotros en ella, ha seguido este curso fatal. Todos nos enfrentamos a un mismo problema político: extraer de la opinión un sistema de gobierno”; “el error de la democracia tiende a este malentendido: pretende fundar la opinión pública en la suma de las opiniones de los individuos nutridas por las inteligencias”). Se nota aquí el fino espíritu aristocrático del poeta. Y afirma categóricamente, como si se anticipara a lo que está por acontecer andando el tiempo en Europa y en el mundo que “la democracia moderna es la sistematización de la anarquía”. “Un país que adoptara unánimemente una opinión de costumbre no sería un país sino un rebaño. Un país que adoptara unánimente una opinión de intuición no sería un país sino un conjunto de sombras”. Con tristeza entre 1925 y 1928 concluye que “el fraude sustituyó a la ley”.
Como se puede apreciar, se trata de reflexiones rabiosamente actuales todas, pero sólo evidencian que el elegante Don Fernando cuando pensaba –y él no se cansaba de reiterar que no pensaba sino que se limitaba a ver- era dinamita contra la mediocridad reinante ("es por eso que el píncipe no ha reinado. Esta frase es del todo absurda. Y siento que en este momento las frases absurdas me provocan ganas de llorar"). Pero Fernando nos la pone dura a unos y pone húmedas a otras no por su pensamiento técnico político sino por su excepcionalidad de poeta y dramaturgo en gente. Todo un universo de personas. Una democracia dentro de sí. La santísima pluralidad que acertó a decir: Yo no reflexiono, sueño…
Lamentablemente, como siempre ocurre, el viejo Dacio Gil se ha perdido en la sinécdoque: ha tomado la parte por el todo y se ha demorado en los aspectos sociales para destacar la rabiosa actualidad de analista del extraño extranjero. Obligado es también, siquiera brevemente, conjurar el malentendido en el que parece caer Cavalcanti Filho en la reciente biografía de considerar probado que el gentleman Pessoa pudiese ser gay. Parece tan aventurado como considera gay a Nietzsche por sus afirmaciones sobre la pasión creadora reservada al intelectual y por sus galanteos fracasados con nuestra (de todos los hombres) amada Lou. Por cierto, Ophelia Queiroz también podría haberse vanagloriado de haber sido querida por una multitud de hombres (de personas), salvo el homosexual confeso y anti celestina Álvaro de Campos que siempre malmetió con sus consejos disuasorios a su amigo Pessoa ortónimo y heterónimo contra la enamorada Ofelita. Álvaro de Campos sí que es homosexual, pero no el distinguido y elegante don Fernando. Extraer de la homosexualidad del “amigo” la propia homosexualidad del poeta entraña demasiados riegos que de seguro habrá debido sopesar el nuevo biógrafo si pretende algo más que vender un libro escandalizando.
Don Fernando se cuidó muy mucho de no dejarse ver, la evolución de su propia relación con Ophelia es paradigmática, así como la posterior recusación del poeta del valor literario de las cartas de amor por él remitidas. Acaso al taciturno oficinista y excelso dramaturgo le faltó el valor demostrado por Lou de requisar a sus antiguos pretendientes todas sus misivas comprometedoras. O acaso Ophelia, ya en edad tardía, fue inducida a darlas publicidad traicionando el espíritu del poeta que no del hombre. A ello dedicaremos el siguiente post para no incurrir en amputaciones de la grandeza que merecen las figuras del drama em gente así como su Dios. Habrá que esperar a hacerse con la nueva biografía y ver si es aplicable a esa nueva obra aquel aforismo del enamorado de Ophelia de “una cosa me asombra más que la estupidez de la mayor parte de los hombres que viven sus vidas: es la inteligencia que hay en esa estupidez.”
Fernando Antonio Nogueira Pessoa, siempre elegantemente vestido y tocado, vivió una vida de camuflaje pues tenía claro que vivir no era necesario, que lo necesario era crear. Tras la anodina vida del oficinista se escondió una obra deslumbrante, genial, sin parangón posible en la literatura universal. Su drama em gente es una maravilla de sistema perfecto. Provisto de un engranaje no de cosas sino de personas que se afectan o se inter-sensacionan entre ellas (la expresión interactuar sería errónea en el universo passoano). Cuidó milimétricamente no ser nada y a pesar de parecer nada (“sólo existo para disfrazarme”; “estoy tan desnudo de mi propio ser que, en mí, existir es vestirse”), se cuidó también de publicitar que cabían en él todos los sueños del mundo. Incluído el amor: “Nunca hubo jamás alma tan amante o tan tierna como la mía, tan plena de gentileza, de compasión, de todo lo que se refiere a la ternura y al amor. Pero no hay alma tan insatisfecha como la mía.”
Una cosa está clara, don Fernando quiso amar el amor. ¿Pero amó también en el plano sexual o nunca llegó a consumar físicamente su amor como parece insinuar el nuevo biógrafo brasilero? A indagar este extremo se dedicará el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia en un próximo post. Valga como postrera sugerencia que en el universo pessoano constan afirmaciones como las siguientes:
- Un amor es un instinto sexual, pero no amamos con el instinto sexual sino con la presunción de otro sentimiento.
- Me gustaría darte un beso en la boca con exactitud y golosina y comerte la boca y comerme los besitos que hubiere allí escondidos y apoyarme en tu hombro y resbalar hacia la ternura de tus palomitas (…) y me gustaría que Bebé fuese una muñeca mía, y yo hacía lo que un niño, la desnudaba (…) y esto perece imposible que lo haya escrito un ente humano, pero está escrito por mí.
No es nada, pero nada aconsejable ni juicioso hurgar e inmiscuírse en las intimidades amorosas de dos seres humanos, pero habrá que escudriñar, cual detectives, en las intimidades de esta pareja de enamorados. Todo sea para que no desaparezca el indudable encanto de Fernando y su inmensa obra de relojería entre sensaciones de las personas.
jueves, 7 de abril de 2011
CUANDO PIENSO EN FERNANDO SE ME PONE DURA; CUANDO PIENSO EN LOU YA NO SE ME PONE DURA.
No debe de ni inquietarse ni alarmarse el seguidor regular de esta Tribuna Alta Preferencia: ni el viejo Dacio Gil sorprende a todos saliendo extemporáneamente del armario, ni tampoco sufre un súbito y profundo desamor por su amada Lou. A su edad y con el peso de su carne y osamenta el viejo Dacio Gil no es ya móvil como la pluma al viento. Falto de movilidad desgraciadamente en lo que a agilidad toca pero inamovible a plena conciencia en cuanto a convicciones y amoríos. Lou no debe de preocuparse, pues no se esconde tras la sombra de este Gil ni un bujarrón, ni un pederasta ni siquiera un gay. Pero sí, Fernando, Don Fernando si que se la pone dura al viejo Gil, pero dura en el sentido intelectual o sensible del término, no en el sexual. Por contra Lou sigue siendo Lou para el veterousufructuario de esta Tribuna: la Diosa, la mujer amada por todos los hombres. Dura, claro que dura.
Fernando y Lou no tienen paragón y coinciden en sus rasgos de personalidad. De Lou el profesor Biedermann dijo que poseía la pureza y candor de una niña y, al mismo tiempo, una fuerza de voluntad y un temperamento nada nada infantiles, ni siquiera, femeninos. Fernando, por su parte dice de sí mismo: “no encuentro dificultad en definirme. Soy un temperamento femenino con una inteligencia masculina. Mi sensibilidad y los movimientos que de ella proceden, y es en esto en lo que consisten el temperamento y su expresión, son de mujer. Mis facultades de relación –la inteligencia y la voluntad, que es la inteligencia del impulso- son de hombre.” Sería ortodoxo decir que ambos fueron singulares, pero no menos atinado es reconocer que tanto una como otro fueron realmente plurales. Plurales por razones obvias.
La rúbrica del post es una especie de juego. Aprovecha unas primeras estrofas de una vieja canción de Georges Brassens, titulada Fernando, para emparejar a dos hitos de la época. Ambos unidos, como recientes investigaciones han puesto en evidencia, al filósofo Friedrich Nietzsche:
Une manie de vieux garçon/ Moi j'ai pris l'habitude/ D'agrémenter ma sollitude/ Aux accents de cette chanson Quand je pense à Fernande/ Je bande, je bande/ Quand j' pense à Felicie/ Je bande aussi/ quand j' pense à Léonor/ Mon dieu je bande encore/ Mais quand j' pense à Lulu/ Là je ne bande plus/ La bandaison papa/ Ça n' se commande pas.
Naturalmente a quien quiere refirse este post es al grandísimo autor del drama em gente, ese genial pensador y poeta en prosa y en verso que es – pues siempre estará presente junto a su larguísima cohorte de heterónimos- Don Fernado Pessoa. Y, básicamente, se refiere a él por dos razones; 1) la reciente aparición en España de un libro colectivo titulado El pensar poético de Fernando Pessoa (Ed. Manuscritos); 2) la aparición en Brasil de polémica nueva biografía de Pessoa escrita por J.P. Cavalcanti Filho.
En los momentos actuales se está descubriendo el valor del “oficinista comercial poeta” en su vertiente de filósofo y sociólogo de la política, pero Don Fernando Pessoa siempre estará actual, es intemporal. Y hoy más que nunca por el juicio que emitió sobre los consejos de ministros (o Gobiernos autonómicos), la propia democracia y la ideología de los banqueros. Vayamos por partes.
Respecto al Consejo de Ministros, Pessoa, que era un gran conocedor de la masonería y el ocultismo, lo calificó como sociedad secreta al referirse al ministro portugués José Cabral: “la primera sociedad secreta –dijo- es el Consejo de Ministros”. ¿Acaso no ha reparado el curioso seguidor de esta Tribuna que esa afirmación cuadra perfectamente con lo que está pasando en el caso EREs del Gobierno de Andalucía? En realidad, Pessoa era un hombre prural que casi nunca estaba de acuerdo consigo mismo: él mismo junto a sus heterónimos podría constituir sin duda un juicioso Consejo de Ministros. No en vano dejó escrito aquello de “Crear en mi interior un estado, una política, partidos, revoluciones; y que yo sea todo eso, que yo sea Dios en el panteismo real de este pueblo-yo, la esencia y la acción de sus cuerpos y de sus almas, de la tierra que pueblan y de los actos que cometen. Ser todo, ellos y no-ellos. ¡Pobre de mi! He aquí un sueño que no puedo realizar.” Irónicas bromas aparte, quien quiera profundizar en las reflexiones de Don Fernando puede encontrarlas en la recopilación de Florencia Preatoni Escritos sobre sobre masonería y ocultismo (ed. Alfama. Málaga). Profundizando o no, quédese el lector con otro aforismo que parece pintiparado para la España de hor: “Estoy en contra de todo lo que se parezca a una camarilla o a una secta...” ¿Es acaso inactual?
En cuanto a la democracia, es sabida la decepción generalizada que surge hoy al considerar las democracias realmente existentes y sus perversiones. Pues bien, Don Fernando en carta datada en 1931 a Gaspar Simoes dice: “Me pasmo hoy –me pasmo con horror- de cuánto admiré –sincera e inteligentemente- hasta cumplir 30 años, el pasado y el (entonces) presente de la literatura internacional. Esto me sucedió tanto en la literatura como con la política. Me pasmo hoy, con vergüenza inútil (y por ello injusta) de cuánto admiré la democracia y creí en ella, de cuánto creí que merecía la pena hacer un esfuerzo en pro de esa entidad inexistente llamada pueblo, de cuán sinceramente, y sin estupidez, supuse que a la palabra humanidad le correspondía un significado sociológico y no la mera acepción de especie humana”. Claro, Pessoa es un aristócrata de la palabra y de la vida. Pero su apreciación es, con bastantes cautelas para no caer en infundados clichés idedológicos, razonablemente atinada hoy. Tanto lo es que en Mexico, donde Pessoa está de moda, se han recopilado sus reflexiones en un librito titulado Contra la democracia, el mismo título de un reciente estudio sobre el pensamiento político de Nietzsche (Ed. Montesinos).
¿Qué decir de los bancos, cuando hoy los mandarines de la globalización son los señores de la banca? ¿Se anticipó Pessoa en 1922 al siglo XXI? Pues el “supra Camoes” en esa fecha escribió su librito El banquero anarquista que no es un tratado de nuevos actores políticos sino una provocación burlona desde la paradoja que tan brillantemente utilizaba para hacer pensar sobre el banquero “gran comerciante y notable estraperlista.” Se trata de una sátira y no de un tratado de nueva economía única. Es la concreción de una mística anarquista: no cree tanto en la política como en el carácter civilizacional. Y el banquero anarquista está escrito por el mismo autor –aunque es más cabal decir los mismos autores, dada la pluralidad de don Fernando- que en el manifiesto antipaganista había dejado sentado algo que escandalizaría hoy a muchos: “Nosotros, neopaganos portugueses, rechazamos totalmente la obra cristiana, tanto en su forma como en sus formas indirectas: las democracias, todos los modos de gobierno no aristocráticos, todas las formas humanitarias, el feminismo, el vegetarismo, el antialcoholismo, el antiviviseccionismo, y tanto el principio pacifista como los imperialismos al uso.” Don Fernando y sus heterónimos y proyectos de tales, excitaban. Provocaban la reflexión pareciendo solemnes con unas figuras de lenguaje excepcionales.
Viene a cuento este primer post sobre Pessoa –más adelante habrá de venir otro sobre su concepción del amor y sus cartas enamoradas- por las dos razones apuntadas al principio. Por un lado el libro colectivo El pensar poético de Fernando Pessoa que descubre el aspecto filosófico del pensador-poesta. El viejo Dacio Gil recomienda especialmente el trabajos numerado con el 1 (Pedro Martín Lago: La dimensión filosófica de la poesía de Fernado Pessoa) y el que lleva el ordinal 9 (Nuno Ribeiro: ¿Cómo visten las instituciones con nuevos instintos al “animal humano”?- La “segunda naturaleza” en Nietzsche y Pessoa”).
Por otro lado, el escándalo que producía una noticia periodística (El País 27.3.11) titulada Un Pessoa “sin imaginación y gay”, según una nueva biografía. En ella se registran 127 herterónimos en vez de los 77 reconocidos hasta ahora. Parece que en la misma se le presenta como un homosexual carente de imaginación y capacidad creativa (¡Madre mía! ¡Cerencias que trata de endosar el autor al mayor creador del siglo XX! ...sobre la base de conjeturas extraídas de entrevistas) que llevaba una vida anónima y limitada (una obviedad enjundiosa). Parece que la nueva biografía afirma que con Ophelia “nunca tuvo relaciones sexuales”. Sobre esta cuestión el viejo Dacio Gil se detendrá en un siguiente post y habrá razones para dudar. Falta decir que Fernando Pessoa, casi una biografía está escrita por un famoso abogado miembro de la Academia de las Letras de Pernambuco (Brasil) , Jose Paulo Cavalcanti Filho. Habrá que seguir la pista a esta biografía que, por lo que ha trascendido por la prensa, es difícil que mejore las habidas en la actualidad, con el español Angel Crespo a la cabeza.
Si algo caracterizó al gran Fernado Pessoa es la manera en la que oscureció e hizo poliédrica su vida de oficinista de comercio tras la que se escondía un auténtico genio.
Pues sí. Fernando pone al viejo Dacio Gil. Muy especialmente su Libro del desasosiego es una maravilla de figuras de lenguaje que suscitan miles de pensamientos. ¡Puros, siempre puros! ¡Estéticos, sublimenente estéticos!
Fernando y Lou no tienen paragón y coinciden en sus rasgos de personalidad. De Lou el profesor Biedermann dijo que poseía la pureza y candor de una niña y, al mismo tiempo, una fuerza de voluntad y un temperamento nada nada infantiles, ni siquiera, femeninos. Fernando, por su parte dice de sí mismo: “no encuentro dificultad en definirme. Soy un temperamento femenino con una inteligencia masculina. Mi sensibilidad y los movimientos que de ella proceden, y es en esto en lo que consisten el temperamento y su expresión, son de mujer. Mis facultades de relación –la inteligencia y la voluntad, que es la inteligencia del impulso- son de hombre.” Sería ortodoxo decir que ambos fueron singulares, pero no menos atinado es reconocer que tanto una como otro fueron realmente plurales. Plurales por razones obvias.
La rúbrica del post es una especie de juego. Aprovecha unas primeras estrofas de una vieja canción de Georges Brassens, titulada Fernando, para emparejar a dos hitos de la época. Ambos unidos, como recientes investigaciones han puesto en evidencia, al filósofo Friedrich Nietzsche:
Une manie de vieux garçon/ Moi j'ai pris l'habitude/ D'agrémenter ma sollitude/ Aux accents de cette chanson Quand je pense à Fernande/ Je bande, je bande/ Quand j' pense à Felicie/ Je bande aussi/ quand j' pense à Léonor/ Mon dieu je bande encore/ Mais quand j' pense à Lulu/ Là je ne bande plus/ La bandaison papa/ Ça n' se commande pas.
Naturalmente a quien quiere refirse este post es al grandísimo autor del drama em gente, ese genial pensador y poeta en prosa y en verso que es – pues siempre estará presente junto a su larguísima cohorte de heterónimos- Don Fernado Pessoa. Y, básicamente, se refiere a él por dos razones; 1) la reciente aparición en España de un libro colectivo titulado El pensar poético de Fernando Pessoa (Ed. Manuscritos); 2) la aparición en Brasil de polémica nueva biografía de Pessoa escrita por J.P. Cavalcanti Filho.
En los momentos actuales se está descubriendo el valor del “oficinista comercial poeta” en su vertiente de filósofo y sociólogo de la política, pero Don Fernando Pessoa siempre estará actual, es intemporal. Y hoy más que nunca por el juicio que emitió sobre los consejos de ministros (o Gobiernos autonómicos), la propia democracia y la ideología de los banqueros. Vayamos por partes.
Respecto al Consejo de Ministros, Pessoa, que era un gran conocedor de la masonería y el ocultismo, lo calificó como sociedad secreta al referirse al ministro portugués José Cabral: “la primera sociedad secreta –dijo- es el Consejo de Ministros”. ¿Acaso no ha reparado el curioso seguidor de esta Tribuna que esa afirmación cuadra perfectamente con lo que está pasando en el caso EREs del Gobierno de Andalucía? En realidad, Pessoa era un hombre prural que casi nunca estaba de acuerdo consigo mismo: él mismo junto a sus heterónimos podría constituir sin duda un juicioso Consejo de Ministros. No en vano dejó escrito aquello de “Crear en mi interior un estado, una política, partidos, revoluciones; y que yo sea todo eso, que yo sea Dios en el panteismo real de este pueblo-yo, la esencia y la acción de sus cuerpos y de sus almas, de la tierra que pueblan y de los actos que cometen. Ser todo, ellos y no-ellos. ¡Pobre de mi! He aquí un sueño que no puedo realizar.” Irónicas bromas aparte, quien quiera profundizar en las reflexiones de Don Fernando puede encontrarlas en la recopilación de Florencia Preatoni Escritos sobre sobre masonería y ocultismo (ed. Alfama. Málaga). Profundizando o no, quédese el lector con otro aforismo que parece pintiparado para la España de hor: “Estoy en contra de todo lo que se parezca a una camarilla o a una secta...” ¿Es acaso inactual?
En cuanto a la democracia, es sabida la decepción generalizada que surge hoy al considerar las democracias realmente existentes y sus perversiones. Pues bien, Don Fernando en carta datada en 1931 a Gaspar Simoes dice: “Me pasmo hoy –me pasmo con horror- de cuánto admiré –sincera e inteligentemente- hasta cumplir 30 años, el pasado y el (entonces) presente de la literatura internacional. Esto me sucedió tanto en la literatura como con la política. Me pasmo hoy, con vergüenza inútil (y por ello injusta) de cuánto admiré la democracia y creí en ella, de cuánto creí que merecía la pena hacer un esfuerzo en pro de esa entidad inexistente llamada pueblo, de cuán sinceramente, y sin estupidez, supuse que a la palabra humanidad le correspondía un significado sociológico y no la mera acepción de especie humana”. Claro, Pessoa es un aristócrata de la palabra y de la vida. Pero su apreciación es, con bastantes cautelas para no caer en infundados clichés idedológicos, razonablemente atinada hoy. Tanto lo es que en Mexico, donde Pessoa está de moda, se han recopilado sus reflexiones en un librito titulado Contra la democracia, el mismo título de un reciente estudio sobre el pensamiento político de Nietzsche (Ed. Montesinos).
¿Qué decir de los bancos, cuando hoy los mandarines de la globalización son los señores de la banca? ¿Se anticipó Pessoa en 1922 al siglo XXI? Pues el “supra Camoes” en esa fecha escribió su librito El banquero anarquista que no es un tratado de nuevos actores políticos sino una provocación burlona desde la paradoja que tan brillantemente utilizaba para hacer pensar sobre el banquero “gran comerciante y notable estraperlista.” Se trata de una sátira y no de un tratado de nueva economía única. Es la concreción de una mística anarquista: no cree tanto en la política como en el carácter civilizacional. Y el banquero anarquista está escrito por el mismo autor –aunque es más cabal decir los mismos autores, dada la pluralidad de don Fernando- que en el manifiesto antipaganista había dejado sentado algo que escandalizaría hoy a muchos: “Nosotros, neopaganos portugueses, rechazamos totalmente la obra cristiana, tanto en su forma como en sus formas indirectas: las democracias, todos los modos de gobierno no aristocráticos, todas las formas humanitarias, el feminismo, el vegetarismo, el antialcoholismo, el antiviviseccionismo, y tanto el principio pacifista como los imperialismos al uso.” Don Fernando y sus heterónimos y proyectos de tales, excitaban. Provocaban la reflexión pareciendo solemnes con unas figuras de lenguaje excepcionales.
Viene a cuento este primer post sobre Pessoa –más adelante habrá de venir otro sobre su concepción del amor y sus cartas enamoradas- por las dos razones apuntadas al principio. Por un lado el libro colectivo El pensar poético de Fernando Pessoa que descubre el aspecto filosófico del pensador-poesta. El viejo Dacio Gil recomienda especialmente el trabajos numerado con el 1 (Pedro Martín Lago: La dimensión filosófica de la poesía de Fernado Pessoa) y el que lleva el ordinal 9 (Nuno Ribeiro: ¿Cómo visten las instituciones con nuevos instintos al “animal humano”?- La “segunda naturaleza” en Nietzsche y Pessoa”).
Por otro lado, el escándalo que producía una noticia periodística (El País 27.3.11) titulada Un Pessoa “sin imaginación y gay”, según una nueva biografía. En ella se registran 127 herterónimos en vez de los 77 reconocidos hasta ahora. Parece que en la misma se le presenta como un homosexual carente de imaginación y capacidad creativa (¡Madre mía! ¡Cerencias que trata de endosar el autor al mayor creador del siglo XX! ...sobre la base de conjeturas extraídas de entrevistas) que llevaba una vida anónima y limitada (una obviedad enjundiosa). Parece que la nueva biografía afirma que con Ophelia “nunca tuvo relaciones sexuales”. Sobre esta cuestión el viejo Dacio Gil se detendrá en un siguiente post y habrá razones para dudar. Falta decir que Fernando Pessoa, casi una biografía está escrita por un famoso abogado miembro de la Academia de las Letras de Pernambuco (Brasil) , Jose Paulo Cavalcanti Filho. Habrá que seguir la pista a esta biografía que, por lo que ha trascendido por la prensa, es difícil que mejore las habidas en la actualidad, con el español Angel Crespo a la cabeza.
Si algo caracterizó al gran Fernado Pessoa es la manera en la que oscureció e hizo poliédrica su vida de oficinista de comercio tras la que se escondía un auténtico genio.
Pues sí. Fernando pone al viejo Dacio Gil. Muy especialmente su Libro del desasosiego es una maravilla de figuras de lenguaje que suscitan miles de pensamientos. ¡Puros, siempre puros! ¡Estéticos, sublimenente estéticos!
domingo, 3 de abril de 2011
EN UN PEQUEÑO CUARTO DE UN HOTEL
El reciente concurso de acreedores de la empresa "Talónhotel" ha pillado por sorpresa al viejo Dacio Gil. No lo esperaba a pesar de tener claro que Rojiquistán es un monumental concurso de acreedores. Pero en eso de los viajes y los hoteles la verdad es que no lo esperaba. Y ocho millones de euros de deuda a proveedores es mucha deuda. De repente, como por arte de magia, en Rojiquistán no paga nadie y todo el mundo acepta quitas y hasta la calle pura y dura.
No es extraño que los poseedores de talones se hayan aprestado a reservar hotel en donde sea con tal de no comérselos. Incluso en su misma localidad sin mediar viaje. Otros se lo habrán ofrecido a familiares y amigos. E incluso los habrá habido que hayan intentado pecar con alguien por aquello de amor-tizar el desembolso: marcar un corazón con tiza en la pared de la empresa concursada omitiendo los nombres de los afectados para no ser descubiertos.
La verdad es que un hotel ha sido muchas veces nido de amor. Amor y localización que ha sido inmortalizado en el cine, donde ocupa lugar destacado la película El graduado, donde casi en la primeras secuencias el joven graduado Benjamin tiene su encuentro con la señora Robinson (inmensos Dustin Hoffman y Anne Bancroft) en un hotel bajo la música de fondo de Simon y Galfunkel. También ha sido recogido en diferentes canciones de alcance internacional: Chelsea Hotel, de Leonard Cohen; Hotel California, de Eagels; Broadway Hotel, de Al Stewart; Blue Hotel,de Chris Issak; o Heartbreak Hotel de Elvis Prdesley.
En España, el duo Amistades peligrosas ha inmortalizado el tema del hotel en la canción estoy por ti ("citándonos a ciegas en un viejo hotel"). Sabina dedicó un disco al hotel, Hotel dulce hotel ("hotel, dulce hotel/ hogar, triste hogar"). Serrat también habló del hotel en Mirame y no me toques ("Y le ofreció la aventura vulgar del enredo en un cuarto de hotel./Amor no es literatura/ si no se puede escribir en la piel"). También lo hizo Perales, aunque referido a la boda ("Gran hotel, comenta una/ Gran hotel, otra sonrisa En la boda").
La verdad es que que, por sorprendente que pueda parecer, el concurso de Talonhotel conduce al mundo del amor. Al amor de los amantes, de las aventuras de fin de semana. También al amor de los que carecen de pisito de soltero. Dicen que los jóvenes se prodigan los fines de semana en las ofertas de los hoteles con bonos como los de la empresa consursada.
El viejo Dacio Gil espera que el concurso de acreedores no se cobre nuevas víctimas inocentes, que los poseedores de buena fe de los talones de esa compañía no se vean perjudicados económicamente por sus desembolsos anticipados. Ojalá sea así. A ellos quiere dedicar el viejo Dacio Gil aquella añeja canción de Victor Manuel, de 1971, que tanto representó para una generación de jóvenes que aspiraba a acceder con ilusión tanto a la democracia como al goce físico amoroso:
Habría que saber
por qué nos insultamos la primera vez
que alguien nos presentó;
por qué cenamos sin mirarnos
en la mesa donde estaban mis amigos;
hasta que un ángel pasó en silencio
y nos miramos escuchando a los demás.
Habría que saber
por qué nos abrazamos la primera vez
bailando una canción de amor;
si lo nuestro era apenas un deseo;
una pendiente para dejarnos ir;
para encontrarnos; y después
guardar tu nombre entre otros nombres de mujer.
Y habría que saber
por qué bebí la noche jugando con tu piel.
Y habría que saber
por qué razón del mundo me olvidé;
entre fatigas breves;
entre una luz rojiza y unas flores de papel,
en un pequeño cuarto de un hotel.
No es extraño que los poseedores de talones se hayan aprestado a reservar hotel en donde sea con tal de no comérselos. Incluso en su misma localidad sin mediar viaje. Otros se lo habrán ofrecido a familiares y amigos. E incluso los habrá habido que hayan intentado pecar con alguien por aquello de amor-tizar el desembolso: marcar un corazón con tiza en la pared de la empresa concursada omitiendo los nombres de los afectados para no ser descubiertos.
La verdad es que un hotel ha sido muchas veces nido de amor. Amor y localización que ha sido inmortalizado en el cine, donde ocupa lugar destacado la película El graduado, donde casi en la primeras secuencias el joven graduado Benjamin tiene su encuentro con la señora Robinson (inmensos Dustin Hoffman y Anne Bancroft) en un hotel bajo la música de fondo de Simon y Galfunkel. También ha sido recogido en diferentes canciones de alcance internacional: Chelsea Hotel, de Leonard Cohen; Hotel California, de Eagels; Broadway Hotel, de Al Stewart; Blue Hotel,de Chris Issak; o Heartbreak Hotel de Elvis Prdesley.
En España, el duo Amistades peligrosas ha inmortalizado el tema del hotel en la canción estoy por ti ("citándonos a ciegas en un viejo hotel"). Sabina dedicó un disco al hotel, Hotel dulce hotel ("hotel, dulce hotel/ hogar, triste hogar"). Serrat también habló del hotel en Mirame y no me toques ("Y le ofreció la aventura vulgar del enredo en un cuarto de hotel./Amor no es literatura/ si no se puede escribir en la piel"). También lo hizo Perales, aunque referido a la boda ("Gran hotel, comenta una/ Gran hotel, otra sonrisa En la boda").
La verdad es que que, por sorprendente que pueda parecer, el concurso de Talonhotel conduce al mundo del amor. Al amor de los amantes, de las aventuras de fin de semana. También al amor de los que carecen de pisito de soltero. Dicen que los jóvenes se prodigan los fines de semana en las ofertas de los hoteles con bonos como los de la empresa consursada.
El viejo Dacio Gil espera que el concurso de acreedores no se cobre nuevas víctimas inocentes, que los poseedores de buena fe de los talones de esa compañía no se vean perjudicados económicamente por sus desembolsos anticipados. Ojalá sea así. A ellos quiere dedicar el viejo Dacio Gil aquella añeja canción de Victor Manuel, de 1971, que tanto representó para una generación de jóvenes que aspiraba a acceder con ilusión tanto a la democracia como al goce físico amoroso:
Habría que saber
por qué nos insultamos la primera vez
que alguien nos presentó;
por qué cenamos sin mirarnos
en la mesa donde estaban mis amigos;
hasta que un ángel pasó en silencio
y nos miramos escuchando a los demás.
Habría que saber
por qué nos abrazamos la primera vez
bailando una canción de amor;
si lo nuestro era apenas un deseo;
una pendiente para dejarnos ir;
para encontrarnos; y después
guardar tu nombre entre otros nombres de mujer.
Y habría que saber
por qué bebí la noche jugando con tu piel.
Y habría que saber
por qué razón del mundo me olvidé;
entre fatigas breves;
entre una luz rojiza y unas flores de papel,
en un pequeño cuarto de un hotel.
viernes, 1 de abril de 2011
HABER CREÍDO QUE AMAR ERA EL VERBO MÁS BELLO
No quiere el viejo Dacio Gil, tras el último post, ser tomado como primatólogo de carrera por la inquietud que siempre le ha animado por intentar comprender los impulsos del llamado “animal racional” comparándolos con el del resto de sus hermanos animales, dado el desprecio que rezuma el engreimiento humano.
La recopilación de datos emprendida por este viejo durante años no puede confundirse con la verdadera vocación de investigador moral privado de las conductas de los seres humanos: de Auschwitz al CSIC; desde el amor al Mobbing y cualquier otro tipo de violencia humana ya particular ya institucional.
Para no cansar al eventual curioso seguidor de este blog, se aportan únicamente tres elementos de autoridad para apuntalar, en abundancia, el tema de que las bestias aman. Y lo hará recurriendo al intelectual más completo (y honesto) del panorama actual del pensamiento de Rojiquistán: Luis Eduardo Aute.
En algún post futuro habrá que detenerse en la impronta indeleble dejada por Eduardo Aute, Carlos Cano y Serrat (también Victor Manuel) en la conexión inseparable de lo social y lo sensible y amoroso. La transición de todos ellos desde la denuncia social a la intimidad del amor, para derivar después a otros aspectos de la vida, han marcado al veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia.
Eso será otro día pues el viejo Gil no quiere alargarse hoy: aportará tres dósis homeopáticas de Aute.
La primera será Ánimo animal:
Cómo has podido, Tú, Ánima pura, crear al animal humano, a tu imagen y semejanza y permitir que se transfigure en esa bestia que me mira en el espejo cada mañana Di, Dios. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. Anímate, levanta el ánimo, animal, que la Bestia te quiere asesinar y, de puro bestia, no sabe que el Alma que te anima, animal del alma, es inmortal. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. Animal, si lo que te anima es el ánima, esa cosa tan irracional cómo permites, bestia del alma, que te llaman racional... ¡eso locos! El ánima del Bien, en un rapto de Mal, volvióse animal, mal, mal... Hizo bien mal. La único diferencia entre Ánima y Animal es la L de Líbido... o Lucifer. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. No existe arriba ni abajo ni delante ni detrás, ni izquierda ni derecha... sólo existe el centro de gravitación animal, es decir: Yo, tú, él... o ella, que ésa es Otra. El agujero negro que separa el animal no humano del animal humano es la reflexión del espejo, a la luz de la noche sin luna, frente a sí mismo. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal...
La segunda será Animal, que complementa a la anterior:
Dibuja el paisaje junglas y jaurías caníbales Light y perros policías... En vista de que se trata de que el pez gordo se coma al pez escuálido y de que el Edén lo pueda devorar únicamente el rostro pálido... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal... Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica... Ánimo animal... cómeme, animal... Ánimo, animal, ámame... Mátame animal... Mi animal. Y suben los hijos de la Media Luna buscando espejismos lejos de sus dunas que abrasan como la sangre que circula por sus venas faraónicas y atacan, sedientos, los nuevos vampiros de la "Ilustración canónica"... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal... Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica... El cóndor volaba libre y sin fronteras mascando las hojas de sus cordilleras y en eso llegó el Gran Águila del Norte y puso coto a sus Hespérides Y la maldición de la Malinche vengará algún día esa efemérides... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica...
Y como estético colofón –lástima que la muy escasa capacidad técnica de este viejo Dacio Gil no le permita insertar la melodiosa voz de Aute- el himno humano más primorosamente bello e inteligente jamás escrito y cantado sobre el amor, Me va la vida en ello:
Cierto que huí de los fastos y los oropeles y que jamás puse en venta ninguna quimera, siempre evité ser un súbdito de los laureles porque vivir era un vértigo y no una carrera. Pero quiero que me digas, amor, que no todo fue naufragar por haber creído que amar era el verbo más bello… dímelo… me va la vida en ello. Cierto que no prescindí de ningún laberinto que amenazara con un callejón sin salida ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto porque vivir era búsqueda y no una guarida. Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio quise quemarla deprisa jugando con fuego y me abrasé defendiendo mi propio criterio porque vivir era más que unas reglas en juego.
Ser el único lector (si es que verdaderamente lo hubiere) de este evanescente post tenía que tener premio: Degustar sin prisas el contenido de este himno al amor en el contexto de las preocupaciones que asaltan al ser humano que piensa.
Y un postrer consejo: Para valorar en su máxima expresión estos versos trasladados aquí en prosa, hágase sin falta el curioso lector con estas tres canciones de Aute. Me va la vida en ello escuchada en la melodiosa voz de su autor (o por Silvio Rodríguez) estremece.
La recopilación de datos emprendida por este viejo durante años no puede confundirse con la verdadera vocación de investigador moral privado de las conductas de los seres humanos: de Auschwitz al CSIC; desde el amor al Mobbing y cualquier otro tipo de violencia humana ya particular ya institucional.
Para no cansar al eventual curioso seguidor de este blog, se aportan únicamente tres elementos de autoridad para apuntalar, en abundancia, el tema de que las bestias aman. Y lo hará recurriendo al intelectual más completo (y honesto) del panorama actual del pensamiento de Rojiquistán: Luis Eduardo Aute.
En algún post futuro habrá que detenerse en la impronta indeleble dejada por Eduardo Aute, Carlos Cano y Serrat (también Victor Manuel) en la conexión inseparable de lo social y lo sensible y amoroso. La transición de todos ellos desde la denuncia social a la intimidad del amor, para derivar después a otros aspectos de la vida, han marcado al veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia.
Eso será otro día pues el viejo Gil no quiere alargarse hoy: aportará tres dósis homeopáticas de Aute.
La primera será Ánimo animal:
Cómo has podido, Tú, Ánima pura, crear al animal humano, a tu imagen y semejanza y permitir que se transfigure en esa bestia que me mira en el espejo cada mañana Di, Dios. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. Anímate, levanta el ánimo, animal, que la Bestia te quiere asesinar y, de puro bestia, no sabe que el Alma que te anima, animal del alma, es inmortal. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. Animal, si lo que te anima es el ánima, esa cosa tan irracional cómo permites, bestia del alma, que te llaman racional... ¡eso locos! El ánima del Bien, en un rapto de Mal, volvióse animal, mal, mal... Hizo bien mal. La único diferencia entre Ánima y Animal es la L de Líbido... o Lucifer. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal. No existe arriba ni abajo ni delante ni detrás, ni izquierda ni derecha... sólo existe el centro de gravitación animal, es decir: Yo, tú, él... o ella, que ésa es Otra. El agujero negro que separa el animal no humano del animal humano es la reflexión del espejo, a la luz de la noche sin luna, frente a sí mismo. Ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal, ánimo, animal...
La segunda será Animal, que complementa a la anterior:
Dibuja el paisaje junglas y jaurías caníbales Light y perros policías... En vista de que se trata de que el pez gordo se coma al pez escuálido y de que el Edén lo pueda devorar únicamente el rostro pálido... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal... Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica... Ánimo animal... cómeme, animal... Ánimo, animal, ámame... Mátame animal... Mi animal. Y suben los hijos de la Media Luna buscando espejismos lejos de sus dunas que abrasan como la sangre que circula por sus venas faraónicas y atacan, sedientos, los nuevos vampiros de la "Ilustración canónica"... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal... Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica... El cóndor volaba libre y sin fronteras mascando las hojas de sus cordilleras y en eso llegó el Gran Águila del Norte y puso coto a sus Hespérides Y la maldición de la Malinche vengará algún día esa efemérides... quítate el vestido, quítate el desnudo y muéstrame al animal Suelta, suelta, suelta el animal que llevas dentro y ponte bélica que es el cuerpo un lobo para el cuerpo cuando el alma está famélica...
Y como estético colofón –lástima que la muy escasa capacidad técnica de este viejo Dacio Gil no le permita insertar la melodiosa voz de Aute- el himno humano más primorosamente bello e inteligente jamás escrito y cantado sobre el amor, Me va la vida en ello:
Cierto que huí de los fastos y los oropeles y que jamás puse en venta ninguna quimera, siempre evité ser un súbdito de los laureles porque vivir era un vértigo y no una carrera. Pero quiero que me digas, amor, que no todo fue naufragar por haber creído que amar era el verbo más bello… dímelo… me va la vida en ello. Cierto que no prescindí de ningún laberinto que amenazara con un callejón sin salida ante otro “más de lo mismo” creí en lo distinto porque vivir era búsqueda y no una guarida. Cierto que cuando aprendí que la vida iba en serio quise quemarla deprisa jugando con fuego y me abrasé defendiendo mi propio criterio porque vivir era más que unas reglas en juego.
Ser el único lector (si es que verdaderamente lo hubiere) de este evanescente post tenía que tener premio: Degustar sin prisas el contenido de este himno al amor en el contexto de las preocupaciones que asaltan al ser humano que piensa.
Y un postrer consejo: Para valorar en su máxima expresión estos versos trasladados aquí en prosa, hágase sin falta el curioso lector con estas tres canciones de Aute. Me va la vida en ello escuchada en la melodiosa voz de su autor (o por Silvio Rodríguez) estremece.
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