lunes, 19 de noviembre de 2012

Y TE DEJASTE AMAR POR MÍ SIN PREGUNTAR.

El viejo Dacio Gil acabó el fin de semana realmente acalambrado, además de con la decepción propia de las derrotas deportivas. Su cuerpo declinante no está ya preparado para 20 horas de deporte, por más que haya sido en tiempo no excesivamente lejano un mediano deportista y algo mejor tenista. Calambres en cada milímetro del cuerpo, agotamiento psíquico. De nada ha servido que el viejo Gil se hubiese concentrado a nivel del mar para aislarse de agresiones externas perversas y para intentar contrarrestar la velocidad de bola en la pista de madera centroeuropea. Pero tantas horas frente a la televisión tratando de ayudar a meter la bola entre las líneas checas o de desviarla hacia afuera en las nuestras es una hazaña que acaso no pueda volver a reeditar el veterousufructuario de esta Tribuna Alta Preferencia. A pesar de los estratégicamente sopesados preparativos el resultado ha sido una derrota aceptada olímpicamente. Una derrota más al viejo Gil no le afecta si es propia pero le duele especialmente por dos tenistas que merecen todo el encomio por lo que representan de lucha y ausencia de ñoñería glamourosa. Ferru ha demostrado en 2012 lo que ya se sabía: que es un enorme deportista y que, en cuanto a técnica de tenis, nada tiene que envidiar a los Nadal o Djokovic. El viejo Gil tiene predilección, empero,  por Nicolás Almagro y su estético revés a una mano. Tiene mucho mérito el murciano pues, de alguna manera, su condición y aspecto nada pijo le han provocado segregaciones injustas entre los niños bien del tenis español y hasta ser rescatado por Ferrero había sido emparedado por la mafia tenística barcelonesa-madrileña. A pesar de todo ello –y su mala cabeza contingente-, Almagro ronda siempre el top 12 mundial con sus enfados, apoyado en su prodigioso swing de revés a una mano y con sus crisis puntuales de autoestima. En conjunto, Almagro ha hecho un altísimo papel en Praga y por detalles mínimos no batió a Berdych. En un quinto punto, sobre madera, y en la altitud centroeuropea bastante hizo. Y, sobre todo, porque delante tuvo un genio del tenis de los que ya no quedan, heredero directo del francés Fabrice Santoro y similar en discontinuo talento a Marcos Baghdatis: imprevisible, con muñeca mágica, talento imaginativo, no mecánico, con múltiples alternativas de juego. Yerra quien, al compararlo con la demostración de número 1 de Ferrer, considere que Almagro ha fracasado. Sólo los profanos en tenis pueden pensar eso. Almagro ha iniciado la necesaria transición del tenis español más allá de los miedos generalizados y las lesiones de Nadal: el historial de victorias se escribe con dolorosas derrotas: fracasos exitosos suelen llamar a esto los “coaches”


En ese retiro voluntario para no molestar ni ser molestado, el viejo Dacio Gil casi se olvidó de la conversación telefónica mantenida la pasada semana con el hermano de la ATP Eutimio Cañizarreta para inquirirle qué había de verdad o qué de martingala en todo ese affaire del generalísimo David Petraeus. De Cañizarreta, a pesar de su perfil mutante propio de su arriesgada y bien retribuida (en dinero y en especies sublimes) profesión o profesiones ya tiene hecha una magra semblanza en esta Tribuna, necesariamente breve en una vida tan intensamente vivida en la que, para desgracia de la masculinidad, todas las hazañas no pueden publicitarse como debería ser debido. El bueno de Cañizarreta no quería hablar de esos temas mediante unos teléfonos rigurosamente vigilados sin previa autorización judicial, “cosas de la seguridad” –dijo. Citó a Gil, dado que las previsiones meteorológicas anunciaban lluvias, en desguaces Latorre en el depósito descubierto de chatarras de la derecha según se entra; sostuvo, sin réplica por parte de este Gil, que eso era lo más discreto y adecuado. Con puntualidad británica propia de Scotland Yard apareció Eutimio enfundado en trenka gore-tex que opacaba su sempiterno aspecto de dandy. Tras las salutaciones protocolarias el donjuanesco casanova (si es que no fuese tal calificación un oxímoron inaceptable en cualquier caso) amablemente disparó toda una batería de preguntas sin mayor transición: ¿Tu, con tu colección de diplomas en la universidad del escepticismo, también has picado el anzuelo? Bah.., como todos, estás cayendo en la ingenuidad más infantil: eres igual de manipulable. ¿Es que no hiciste la mili? ¿Ya no recuerdas lo que veías allí? ¿No dices conocer sistemas electorales y mecanismos de persuasión que distorsionan eso que llaman la elección racional? ¿Realmente crees que los nuevos Aníbales o Escipiones Emilianos de los imperios mantienen periodos de abstinencia sexual como los de la bella Pamela Anderson para que la líbido no distorsione sus inteligentes trabajos o que sean de natural asexuados o se encuentran en situación de supernumerarios en las aventuras galantes? ¡Vamos hombre, Dacio, no me seas cabeza de chorlito! A los generales Pretaeus y Allen y a cualquier militar de los de siempre o de los de ahora, en sus correrías bélicas, les es aplicable la frasecita de la escultural rubia en relación a Dancing with the Star (“Estoy a prueba. Es difícil no pensar en sexo cuando tienes a un hombre sudoroso pegado a ti todo el día. Siento lascivia. Pero lo intento, lo intento”) en todos los casos. Lo que pasa es que en el ejército actual en medio de las guerras mediáticas proliferan las bellas reporteras, espías, personal con graduación o tropa. Las generalas y algunas coronelas ya están demasiado maduras y se les ha pasado ya el arroz guerrero…al menos entre los pares…porque con la muchachada pudiera ser otra historia… -Dacio asentía en silencio con la cabeza, groggy ante tal ensalada de golpes dialécticos que estaba recibiendo en pleno rostro en un contexto fantasmal de pertinaz llovizna en medio de un auténtico cementerio de esqueletos de coches desvencijados y violentados en su ya raquítica osamenta metálica. Víctimas también –pero del otro bando- de la acción del hombre como esas que la DGT recordaba en publicidad pagada a toda página ayer 18 de noviembre, día mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico. En las guerras y en los accidentes de tráfico –pensaba para sus adentros el viejo Dacio Gil- la verdad es la primera víctima: en unos casos por tanques, drones e infantería real o imaginaria; en otros por aseguradores, abogados, jueces , fiscales y tablas reglamentarias pretendidamente objetivas.

Algo más calmado Cañizarreta, tras el trabajo sucio de su artillería dialéctica, aseveró lacónicamente que el caso era consecuencia de disputas institucionales dentro de un pulso electoral que se conjeturaba igualado. Como el existente entre las policías,  o entre la policía nacional y la guardia civil: juegos de fuerzas, sólo que,en este caso, entre CIA y FBI con la guerra de Afganistán y las elecciones por medio. No leas esas cosas Gil que te vas a volver más gil. Dedica los sábados a disfrutar de esos suplemetos para mujeres que anexan los diarios por un módico precio. -Enseguida entraron en juego los bombardeos aéreos argumentales: ¿No viste la semana pasada el magazine dominical de un diario que insertaba una "imagen infográfica" en un anuncio con apariencia de información (un "remitido" de unos hospitales privados) en el que aparece un bien formado culo de una mujer sólo vestida con unas gafas y un turbante operatorio, sugiriendo estar lista para una operación sin bisturí para esculpir su figura? ¿Y tampoco el de esta semana en el mismo magazine (página 19) y en forma igualmente de "remitido" de la misma red de hospitales, en el que aparece una bellísima mujer frente a un barroco espejo con el pelo recogido y sólo cubierta por un corsé blanco de encaje a medio ajustar sobre el que se impone, imperial en su mensaje icónico, un culo de una belleza excepcional bajo la leyenda "Recuperar las formas. Los últimos avances tecnológicos permiten modelar, alisar y reafirmar el cuerpo en una sesión en poco más de una hora"? Míralo, si puedes; parece haber pasado todos los controles, pero se acelera el corazón sólo de mirarlo. Pues no hay que ser Tzvetan Todorov para descrubir que las nuevas guerras y espionajes se llevan a cabo en medios de comunicación y nuevas tecnologías. Y parecen incruentas, sin bajas ni daños colaterales. Parece regir por todos lados el "Sálvese quien pueda", como todo en esta crisis. ¿Es que no has reparado en las calidades estéticas de los anuncios de Intimissimi, Canova, escenario de fondo (en sus dos versiones) y Un dia en Roma? Tu vista parece estar devastada de tanto leer cosas aparentemente serias. ¿No te quedas extasiado con la radical belleza de Desta Hailé en el anuncio de Gayubo? ¿No te ha llamado la atención el rojo culo de Tena protective underwear? ¿No has puesto atención en la que se nos avecina con los anuncios de las hermanas Cruz en la firma L’agent provocateur? ¿Acaso el culo perfecto que contextualiza el anillo de turmalina y zafiros de las firmas Hemmerle, De Grosogono y Bulgari te ha pasado desapercibido? ¿Y te ha pasado lo mismo con el primer plano de espalda y culo ejemplares que sirven de escenario para el collar de diamantes, platino y tanzanita de Tiffany? ¿Es que no te has fijado en la perla Morellato que luce, insinuando su bello busto, Irina Shayk? Déjate de gaitas, Gil, y analiza las nuevas modalidades de guerra y espionaje total y contraespionaje que acechan por todas partes. La vida –y el mercado… y el disfrute- está en otra parte, tal como anunciase Kundera. Ni Patraeus, ni Allen, ni Paesa, Sanz Roldán ni todos los demás somos de plástico. Hoy hay mucha mujer bella y ambiciosa en todos los frentes. Son mujeres de carácter y lo saben; por eso usan lencería de la firma Gemma en la línea my personality. Y prepárate para lo que se anuncia del desembarco de los pitillo push-up de Marie Claire o los de Yamamay Slim  que se anuncian como recuperadores de silueta con su uso prolongado. A mi –continuaba Eutimio- con esto de los pitillos me pasa como con las oposiciones al CNI, que no a todas valen ni sientan bien; que hay algunas portadores de esas prendas que hacen decaer la libido a bajo cero como el bromuro, aquella sustancia que subrepticiamente se suministraba a la tropa en los cuarteles franquistas. Los pitillo, como el fumar, unas veces hacen bien y otras mucho mal recíproco, agente y paciente; son prendas para juventud o para la primerísima mediana edad indefinida bien esculpida. Bienvenidas sean las mujeres, sobre todo para ampliar nuestros cánones estéticos y comerciales en cualquier tipo de guerra o espionaje emocional o afectivo. Déjate de sandeces solemnes sobre espionaje, Gil. Contextualízalo en eso de los mensajes suasorios en el juego perverso de la elección racional en las que decidía el voto femenino. Ya es hora de que nosotros, con lo que hemos vivido, con la cantidad de situaciones que hemos abrazado y en las que nos hemos metido en mil y una noches de aventuras, nos entrengamos efectivamente en el envejecimiento activo (y tan activo, hasta completar la vida laboral a los 80 años, tal como van las cosas), la solidaridad intergeneracional (con hijos y nietos viviendo a nuestras expensas) y la lucha por suprimir los límites de edad y las fragilidades jurídicas y debilidades psicológicas y emocionales que nos terminarán asolando a todos. Al fin y al cabo esa reciente novela-éxito de la británica Hillary Boyd, Los jueves en el parque, enseña que es posible la pasión de los abuelos sexagenarios mientras los nietecitos juegan por el parque en derredor. Y, si a pesar de cuanto te vengo diciendo, quieres profundizar en los secretos del espionaje y el amor en el océano de libros existentes, léete el de R. y D. Bear la vida en (la) compañía, que creo que está en Crítica, pues en él, entre otras sugerentes cosas, se contiene la siguiente frase : “Si no puedes mantener una relación amorosa en secreto, es que no sirves como agente”. Han hecho explotar la frase (o la relación) en el preciso momento en que interesaba. Sólo porque interesaba, porque en EEUU y en la Conchinchina quien esté libre de cualpa que tire la primera piedra… Y punto y final, amigo Gil, que ya no pienso hablar nada más sobre este asunto de porterillas.

Prosiguió amablemente Cañizarreta hablando de la acertada  nueva orientación de los debates adoptada por la ATP (asociación de truncos prejubilados)  y terminó proponiendo a Gil que auspiciase el establecimiento como santo civil (absolución del Santo Padre Luis Landero mediante) al vivido y polifacético mendocino recientemente fallecido Leonardo Favio y como himno de la entidad alguna de las canciones del  cantante del amor de voz grave y cineasta de cierto éxito. Apuntó que son un compedio sobre las cosas que sienten los amantes misteriosos y apasionados de cualquier edad, también generalísimos y espías. Y propuso elegir entre las bastantes que se refieren al amor y al desamor cantado de una forma tan convincente que parecen fruto de vivencias biográficas: La conocí en el parque; cómo poder saber si te amo; como un mendigo; quisiera morir ahora de amor; aquella noche de verano; como me duele la piel; tiemblas; que extraño es el amor; amar o morirqué te dirás mañana; sos mi religión; más que un loco; porque yo te amo; quiero aprender de memoria; ella esla cita...

Y en su recuerdo podríamos cantar todos al comienzo y al final de cada sesión general -afirmó Eutimio Cañizarreta a modo de conclusión-, a capella  como solemos hacer, las emocionantes  Anotaciones para Carola; Y te dejaste amar por mi:  El barquito de papel.  Expresan nuestras vicisitudes de lectores, amantes, frágiles y devenidos infotogénicos. Truncos en muchas cosas Gil, como la carrera del generalísimo yanki.

Deshechos todos los eventuales entuertos y ya Gil sin albergar duda alguna, ambos miembros de la ATP abandonamos el desguace de coches y nos prometimos perseverar en el envejecimiento activo y en el cultivo de otros ámbitos mucho más profundos que la política, las elecciones y el espionaje. Además, para ligar o enamorarse ya tenemos noticia de que no sólo hay que pasear por el parque -aún público por poco tiempo- a la perrita o al canario. A cualquiera, civiles, militares o espias, se nos puede aparecer el enamoramiento en el parque entreteniendo los jueves (¿o será cualquier día de la semana ahora que la tribu va a vivir toda junta?) a los nietitos... Mientras los espías y paparazzi a lo suyo: apostados detrás de los bancos, o de los chopos...o leyendo hasta enloquecer uno tras otro todos los correos electrónicos...

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